10.000 euros de factura tras la muerte de tu padre, inmigrante, en Urgencias
Un paciente, inmigrante, ingresó en la UCI del Complejo Hospitalario de Navarra con un ictus. Tras varios días de ingreso en Cuidados Intensivos, el paciente falleció y al poco tiempo, su hijo recibió una factura de 10.000 euros. Este es uno de los casos que Médicos del Mundo ha recibido en lo que va de año, relacionados, todos ellos, con la facturación de los servicios sanitarios o la reticencia a atender a inmigrantes en el Servicio Navarro de Salud. Desde la ONG denuncian que se está actuando de forma sistemática facturando a aquellas personas que llegan sin tarjeta sanitaria pese a ser residentes en la Comunidad Foral, en contra de la ley navarra que garantiza la asistencia sanitaria uniersal y gratuita. Como este, ocho casos más en los que inmigrantes se han encontrado con problemas para ser atendidos en el médico.
Otro de los casos afecta a dos familias que acudieron al Centro de Salud por sus hijos que, en los dos casos, tenían una alergia bastante común. En este caso sí fueron atendidos, pero al no tener tarjeta sanitaria, tenían que pagar íntegramente el precio de las vacunas para los niños, que supone entre 200 y 300 euros cada dosis, siendo necesaria más de una. Un caso en el que las familias no podían hacer frente a este pago, que cualquier ciudadano con tarjeta sanitaria no tendría que haber afrontado.
Otro de los casos fue la facturación a un paciente que se realizó por su atención en Urgencias. Al llegar a la consulta el médico enseña la factura al paciente, factura que días después llega a su domicilio. En este caso, como en la mayoría de casos en los que hay que reclamar una factura, desde Médicos del Mundo derivan al paciente al trabajador social del hospital o del centro de salud, del lugar en el que se haya emitido la factura y, en la mayoría de los casos, la factura se anula. El peligro que detectan desde la asociación es que no todos los inmigrantes que reciben facturas acuden en busca de ayuda o conocen el trámite que tienen que seguir para reclamar la facturación, por lo que pagan y no vuelven al médico.
Otro de los casos sí conlleva la falta de asistencia, y es el de un paciente que no fue atendido por tener una tarjeta sanitaria de otra comundiad. Fue remitido al Instituto Navarro de Salud para hacerse una tarjeta de Navarra, lo que conllevó una espera de tres meses hasta que consiguió la cita médica. Situación que no se produce habitualmente con pacientes de otras Comunidades Autónomas que no son inmigrantes, y son atendidos sin tener que realizar ningún trámite.
Uno de los casos más recientes llegó a Médicos del Mundo hace dos semanas. Se trataba de una pareja que acababa de tener un hijo en el Servicio Navarro de Salud sin ningún impedimento. Sin embargo, al pedir la primera cita con el pediatra a los cinco días del nacimiento, le fue denegada por no tener tarjeta sanitaria. Un caso que llama la atención porque incluso la legislación estatal, ya no la navarra, incluye a los menores en la atención gratuita. En este caso, dicen desde la ONG, la pareja decidió solucionar el problema por su cuenta tras conocer que, legalmente, su hijo tenía derecho a esa consulta pediátrica.
Acompañado por un integrante de la ONG
El último caso que han atendido también ha supuesto problemas por parte del Servicio Navarro de Salud para ser atendido. Se trata de un inmigrante que llegó a urgencias donde se encontró con “reticencia” para ser atendido. Ese inmigrante iba acompañado por un voluntario de la asociación que se identificó al ver los problemas que tenía para ser visto por el médico. En ese momento, dicen desde la ONG, los problemas se terminaron y fue atendido, aunque, eso sí, se le enseñó la factura correspondiente de lo que le iba a costar la consulta.
Estos nueve casos son, según Médicos del Mundo, la punta del iceberg de lo que está sucediendo en la sanidad navarra pese a contar con una ley propia que anula el decreto estatal y que garantiza la sanidad uniersal y gratuita a todas las personas que residen en la Comunidad foral.