Ayerdi, a preguntas de los periodistas, ha afirmado que hay que separar las consecuencias derivadas por el escándalo de las emisiones y el capítulo de las inversiones.
Sobre el primer caso, ha señalado que el Gobierno está “preocupado por estar informado y por insistir en que es importante que dé una imagen de compañía comprometida de cumplir con las normas y atender desde luego a los perjudicados”.
En el caso de las inversiones, Manu Ayerdi ha asegurado que el Gobierno está haciendo “un trabajo muy discreto con el consorcio automovilístico y con el Gobierno del Estado, y en eso estamos”.
Ha señalado que es “razonablemente optimista, dentro de la prudencia que hay que tener, porque la otra cuestión -la de las emisiones- afecta de forma importante al consorcio”.