El Gobierno de Navarra ha presentado 152 acciones para los próximos cuatros años con el objetivo de luchar contra la exclusión social; acciones que están relacionadas en su mayoría con el acceso al empleo, las prestaciones sociales, la garantía de una vivienda, la igualdad de oportunidades en la educación y el derecho a la salud. Se han previsto actuaciones encaminadas a aumentar la coordinación entre los diferentes servicios públicos.
La Estrategia Navarra de Inclusión Social elaborada por el Gobierno foral con la colaboración de organizaciones sociales, agentes económicos y entidades locales busca garantizar las necesidades básicas del 13 por ciento de la población que se calcula que está en riesgo de exclusión social.
Entre las acciones diseñadas, destacan las relacionadas con la pobreza energética, que impedirán el corte del suministro eléctrico o de gas por impago durante época invernal; la creación del Fondo Foral de Vivienda Social, que facilitará un inmueble de forma temporal a aquellas personas que estén en situación de exclusión o en riesgo de perder su vivienda por una caída de ingresos; la adecuación de las ayudas extraordinarias de inclusión social para acomodarlas a las necesidades actuales; o la mejora de la coordinación entre el Gobierno de Navarra y los servicios sociales de base, con la creación de hasta cinco grupos de trabajo técnico.
El consejero de Políticas Sociales del Gobierno foral, Íñigo Alli, ha manifestado que el objetivo de “esta estrategia es dotar a estas personas de lo recursos y las capacidades para que puedan cubrir por sí mismas las necesidades básicas”.
Alli ha puesto de manifiesto el incremento en un año del 30 por ciento de las familias perceptoras de la renta de incluso social, con un total de 10.800 familias que la perciben. Y ha destacado que Navarra está entre las regiones con menos tasa severa de pobreza. “El Gobierno sigue trabajando para que todas las familias que viven en Navarra tengan tanto los recursos de ingresos mínimos como los recursos en vivienda, salud, educación...”, ha dicho.
Tres ejes estratégicos y 152 acciones
La Estrategia Navarra de Inclusión Social se desarrolla en torno a tres ejes relacionados con la garantía de los derechos de las personas en riesgo de exclusión social, la coordinación de los servicios y los agentes implicados, y el seguimiento y evaluación del desarrollo de este plan integral.
De los tres ejes se desprenden siete objetivos estratégicos relacionados con los recursos económicos, la vivienda, la educación, la salud, la competencia e identidad de los agentes implicados, la mejora de la coordinación, y el sistema de seguimiento y evaluación.
Estos objetivos estratégicos se concretan en 47 medidas que serán desarrolladas mediante 152 acciones, de las que 75 ya están en marcha.
Actuaciones destacadas
Entre el conjunto de actuaciones previstas por la Estrategia destacan las mejoras en la renta de inclusión social y las ayudas extraordinarias, tanto en su normativa como en los procedimientos y plazos de respuesta. En la renta de inclusión social el tiempo de espera se ha reducido a un mes y en cuanto a las segundas se incluirán ayudas directas a familias que no puedan hacer frente al pago de la factura de los distintos suministros de su hogar (luz, gas, agua, etc.).
Asimismo, se ha previsto la asignación de los recursos a las personas según su grado de exclusión con una herramienta de diagnóstico social y otra que analice sus posibilidades de acceder al mercado de trabajo.
En cuanto al alojamiento, se creará el Fondo Foral de Vivienda Social para situaciones de emergencia social, se ampliarán las funciones de la oficina de mediación hipotecaria al mercado del alquiler de vivienda protegida y se tomarán medidas para paliar la pobreza energética como la negociación con las empresas correspondientes de un protocolo previo al corte del suministro y que lo imposibilite en época invernal.
Respecto a la educación, se implementará un protocolo de absentismo escolar, se sensibilizará a familias y alumnos sobre la importancia de acudir a la escuela y se realizarán acciones formativas a jóvenes que ni estudian ni trabajan, entre otras actuaciones.
Sobre la salud, se incluirán las variables sociales en las historias clínicas y en todos los registros sanitarios con el objetivo de mejorar el conocimiento del estado de salud bio-psico-social de las personas, en especial de aquellas que sufren maltrato o abusos.
Se realizarán también acciones formativas sobre interculturalidad dirigidas a los profesionales, se incidirá en la prevención de las conductas drogodependientes y adictivas mediante comunidades terapéuticas, y pondrá énfasis en la detección de problemas nutricionales en menores de quince años. También se establecerán mecanismos encaminados a la distribución equitativa de los alimentos.
La Estrategia también prevé otras acciones encaminadas a la mejora de la coordinación entre los agentes implicados, a la colaboración activa con las organizaciones sociales, al aumento de las funciones del Consejo Navarro de Bienestar Social y a la publicación de un código de buenas prácticas en alquiler de vivienda protegida.
Finalmente, se han contemplado actuaciones relacionadas con el seguimiento y evaluación del propio plan, que se entiende como un documento vivo, participativo, revisable y adaptable a las circunstancias sociales. Para ello se diseñarán tanto planes y memorias anuales, como evaluaciones intermedias y otra final.
Elaboración de la estrategia y diagnóstico
La elaboración de este documento comenzó en noviembre de 2012 con el primer encuentro del denominado Grupo de Trabajo para la Inclusión Social, en el que participan representantes del Gobierno de Navarra, de organizaciones sociales, de los agentes económicos, de los sindicatos y de las entidades locales.
Desde entonces se han celebrado 33 reuniones internas y externas, tanto del grupo de trabajo en su conjunto como de los grupos técnicos conformados y relacionados con el acceso al empleo y los ingresos, con la vivienda y con la inclusión social en general, ha explicado Alli.
En primer lugar se elaboró un diagnóstico de la situación de la exclusión social en la Comunidad Foral. Según este estudio, que fue presentado en noviembre del año pasado, Navarra es la comunidad española donde es más baja la diferencia entre ricos y pobres.
Concretamente, tras analizar la relación existente en todas las regiones españolas entre los ingresos del quintil más rico de la población y el quintil más pobre, la Comunidad foral arroja un índice de 4,5 en 2011, cuando la media nacional es de 6,8 y la comunidad peor situada, Andalucía, arroja un 9,3.
Navarra también presenta los mejores indicadores del Estado en cuanto a la tasa de paro de larga duración, la población bajo el umbral de la pobreza, el porcentaje de abandono temprano de los estudios o la probabilidad de no sobrevivir hasta los 60 años.
El diagnóstico elaborado constata el aumento del número de personas que no son capaces de cubrir por sí mismas sus necesidades básicas debido a la actual situación de crisis. Esta realidad supone, además, un riesgo de perder la cohesión de la sociedad navarra referida anteriormente. En concreto, la tasa AROPE (que emplea indicadores establecidos por la Unión Europea) calcula que en Navarra el 13 por ciento de la población está en riesgo de pobreza, según datos relativos a 2012.