La consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, Isabel Elizalde, propuesta por EH Bildu para el cargo en el Gobierno que preside Uxue Barkos, ha abierto la puerta a que los residuos no reciclables puedan ser incinerados y reutilizados como combustible por las empresas. Esta posibilidad, a la que EH Bildu y otras organizaciones sindicales y ecologistas de la órbita de la izquierda abertzale llevan años oponiéndose, es uno de los escenarios recogidos en el borrador del nuevo Plan Integrado de Gestión de Residuos de Navarra, que la consejera Elizalde ha sometido ahora a un proceso de participación pública.
La quema de basura ya no se llama incineración en dicho documento. Se llama “coincineración”. Y aparece dentro de varios capítulos como “escenarios abiertos” en la estrategia de gestión de residuos. Preguntada por este asunto, la consejera señala que “en principio”, el Gobierno de Barkos “descarta la incineración”. No obstante, admite que “hay varios escenarios abiertos” y, entre ellos, el de la “coincineración: Hay que hacer el tratamiento para hacerlo combustible, y luego ese combustible se utilizaría como energía en esas empresas”, aclara Elizalde. La consejera añade que en plan contempla dos alternativas. Una, pasaría por la gestión de todos los residuos en vertederos; la otra, por llevar parte de los residuos a vertederos y “algo de coincineración, en ese caso sería del 15 o el 10%”, puntualiza.
Resulta muy llamativo que una consejera propuesta por EH Bildu defienda ahora la quema de basura como fórmula aceptable en la gestión de residuos. El borrador del plan que acaba de presentar viene, precisamente, a cubrir el vacío legal que se produjo en Navarra con la anulación del anterior plan de residuos gracias a una sentencia judicial que, entre otras razones, dejaba el plan sin valor porque no incluía el emplazamiento de la planta de incineración que proyectaba. La oposición de EH Bildu a la incineración tiene como máximo exponente la paralización de la incineradora de Zubieta, con un elevado coste a las arcas públicas. Así que, desde el punto de vista político, la apertura a la “coincineración” resulta una de los aspectos más novedosos del borrador de plan de residuos cuya elaboración lidera Elizalde.
La economía circular
Y más aún cuando las partes expositivas del plan parecen beber de las mismas fuentes de inspiración que la asociación Sustrai, una de las entidades que, junto con la Mancomunidad de Sakana, recurrió el anterior plan de residuos ante el TSJN y consiguió su anulación. El borrador del nuevo plan que encabeza la consejera propuesta por EH Bildu señala en varios de sus apartados que “el actual sistema de producción se basa en un sistema de producción lineal, de usar y tirar, que ya no da más de sí. Se ve necesario un cambio de sistema hacia una economía circular, basada en el ciclo de la naturaleza y donde los residuos se transforman en recursos, se ahorran costes y se crean puestos de trabajo. El PIGRIN 2015 persigue el alcance de una economía circular, con un aprovechamiento máximo de los residuos a modo de recursos”.
Es la primera vez que un plan de gestión de residuos introduce en Navarra el concepto de “economía circular” y apuesta abiertamente por él como ejemplo de modelo económico. La propia consejera incide varias veces en dichos conceptos durante su presentación: “Lo que se pretende con este plan es que Navarra se convierta en una sociedad eficiente en el uso de los recursos, evolucionando desde una economía lineal a otra circular, en la que los residuos sean concebidos como recursos de utilidad”.
El de “economía circular” es un concepto recurrente en el libro 'Guía hacia la soberanía energética de Euskal Herria', de Zabier Zubialde y presentado por la asociación Sustrai en Donostia. El libro orienta sobre la necesidad de liderazgo de las Administraciones Públicas en el tratamiento de residuos, para el que se adhiere a la fórmula de “las tres R’s” que avala la Unión Europea: Reducir la generación de residuos, Reutilización y Reciclaje. Un discurso bastante similar al que emplea la consejera Elizalde, para quien “hay tres cuestiones claves para ir hacia esa economía circular, la prevención como seña de identidad, el liderazgo de la gestión pública y la capacidad de generar empleo verde de calidad en el territorio”.
No obstante, a pesar de los grandes parecidos entre el discurso de esta guía para la soberanía energética de Euskal Herria y las partes expositivas del borrador del PIGRIN de Navarra, la cuestión de la quema de basuras se sale de la ortodoxia del mensaje ecologista de EH Bildu y otras organizaciones. Así, en la citada guía, se advierte que “es clave plantear una economía circular: promover la prevención, la reutilización y el reciclado. La incineración de residuos es el máximo exponente de la economía lineal”. La consejera Elizalde, a pesar de descartar verbalmente la incineración, abre en su plan la puerta a la “coincineración” como fórmula de gestión de los residuos que permita establecer una “economía circular” en Navarra.