“Ellos perdieron poco en 1936. Perdieron la vida. Pero fueron ellas las tuvieron que salir adelante, viudas, con sus familias, en silencio, y tras haberlo perdido todo”. José Ramón Martínez, integrante de la asociación Pueblo de las Viudas, reconoce con estas palabras el papel de las víctimas femeninas tras el alzamiento. En el municipio navarro de Sartaguda saben bien esa historia porque se les ha llamado precisamente el pueblo de las viudas, después de que, de sus 1.200 habitantes de entonces, 84 fueran fusilados, 61 mujeres perdieran a sus maridos y los responsables se incautaran de sus propiedades. Pero, además, Martínez recuerda que esas mujeres (esposas, madres, hermanas e hijas) que pelearon para que el nombre de sus compañeros no se perdiera fueron “las primeras trabajadoras de la memoria histórica”.
La técnica de Igualdad del Ayuntamiento de Estella e integrante de la lista de Podemos al Parlamento foral, Tere Sáez, escribió recientemente sobre esa lucha, en la que las mujeres tenían que hacer frente a los castigos con aceite de ricino, abusos, detenciones e, incluso, violaciones. Algo que se sospecha pero que, a menudo, se desconoce, porque muchas madres se negaron a contárselo a sus hijos e hijas.
Por estas razones, desde la Asociación de Víctimas del Franquismo, affna36, y desde la propia Pueblo de Viudas iniciaron un proyecto para que el Parque de la Memoria de Sartaguda contara con una escultura en honor a esta lucha en femenino. Este recinto, de más de 6.000 metros cuadrados (que ya luce esculturas de autores como Nestor Basterretxea, José Ramón Anda y Joxe Ulibarrena), inaugurado el 10 de mayo de 2008 y en el que han colaborado entidades como los gobiernos navarro y central, 90 ayuntamientos y diversos colectivos y sindicatos, tiene un muro en el que se ven a las personas asesinadas. La mayoría fueron hombres, aunque con los dedos se puede reconocer las marcas también de nombres de mujer. La escultura, no obstante, pretende ahora dar un paso más en el reconocimiento a su labor. El coordinador de affna36 y miembro de Batzarre, Joseba Eceloaza, explica que recordar ese “sufrimiento” de las viudas y las mujeres huérfanas era “algo que quedaba por hacer”.
Recaudación popular
De los veinte proyectos presentados al concurso de ideas para realizar la escultura, finalmente se escogió en marzo de 2015 la obra presentada por el escultor madrileño Rodrigo Romero Pérez, titulada Reconstrucción. Ya hay un presupuesto previsto, que ronda los 34.500 euros (el máximo se fijó en 36.000); para llegar a esa cifra, se inició una cuestación popular, con la venta de boletos a 5 euros. Así, por ejemplo, hace una semana, durante la celebración del acto de homenaje en la Vuelta del Castillo a las 308 personas fusiladas en 1936 en Pamplona, y alrededor de 3.450 en Navarra, se recaudaron 3.100 euros. Esa cifra se ha sumado, por ejemplo, a los 1.200 que ha aportado el Ayuntamiento de Carcastillo, 3.000 de Sartaguda, así como los 12.000 del Gobierno Foral.
Martínez, que precisamente fue alcalde de Sartaguda (entonces por el PSN, después fue expulsado del partido tras aceptar en 2007 el voto de ANV para poder gobernar), adelanta que el próximo 26 de abril se firmará el contrato y se espera que, este mismo año (en torno a otoño), pueda instalarse la obra, de la que ya se puede ver un diseño. El proyecto, por tanto, sigue adelante y el objetivo es llevarlo a cabo cuanto antes porque, como ya han insistido con anterioridad las asociaciones vinculadas a la memoria histórica, “los hijos e hijas de fusilados siguen cumpliendo años y no se puede esperar más tiempo”.