El acto de entrega de la Medalla de Oro de Navarra ha confirmado la división de los partidos políticos sobre la discutida decisión de otorgar la máxima distinción de la Comunidad foral a uno de los arquitectos del Valle de los Caídos.
Los hijos de Félix Huarte y Miguel Javier Urmeneta, han recogido el galardón en una ceremonia a la que no han acudido los representantes de EH Bildu, Geroa Bai e Izquierda-Ezquerra que habían pedido junto al PSN la retirada del distintivo al considerarlo “un agravio para las víctimas del franquismo”. Los socialistas sí han acudido al acto por “responsabilidad institucional”.
Jesús Huarte y María Urmeneta, han agradecido la concesión de la Medalla de Oro a sus padres y han ensalzado el “esfuerzo” que realizaron para industrializar la Comunidad foral.
Así lo han expuesto durante el acto central de la celebración del Día de Navarra 2014, en el que han recibido la Medalla de Oro de Navarra a sus progenitores como promotores del Plan de Promoción Industrial de Navarra (PPI), del cual se cumple este año su 50 aniversario.
El acto de entrega de la Medalla de Oro se ha desarrollado en la sede del departamento de Cultura, Turismo y Relaciones Institucionales en Pamplona y ha estado presidido por la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, la consejera de Economía, Hacienda, Industria y Empleo del Ejecutivo foral, Lourdes Goicoechea, y el presidente del Parlamento de Navarra, Alberto Catalán.
La ceremonia ha contado con la presencia de las principales autoridades de la Comunidad foral. Entre otros asistentes, han acudido el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, la delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba, el secretario general del PSN, Roberto Jiménez, el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, así como parlamentarios de UPN, PSN y PPN.
La parte musical de la ceremonia ha corrido a cargo del coro Premier Ensemble de la AGAO, dirigido por Iñigo Casalí, que ha cantado el Himno de Navarra, Marcha para la entrada del Reyno (s. XVIII), y las piezas 'Per te d'immenso giubilo', de Lucia di Lammermoor (obra compuesta en 1835 por Gaetano Donizetti); y 'Nessun dorma', de la ópera de Giacommo Puccini Turandot (estrenada en Milán en 1926). Asimismo, la Banda de Trompetas y Timbales del Gobierno de Navarra ha interpretado el Himno de España.
Tras recibir la Medalla de Oro, Jesús Huarte ha agradecido al Gobierno de Navarra la concesión del reconocimiento y ha destacado que su padre “dedicó gran esfuerzo a industrializar Navarra, dándole también una enorme importancia a la agricultura”. “En un momento triste en el que la emigración dejaba los terrenos baldíos, intentó demostrar que se podía vivir del campo”, ha valorado Huarte.
Además, ha dicho que su padre “pertenecía a un tiempo determinado en el que las cosas se hacían de una manera y no de otra, pero el hilo conductor de su personalidad y de su trabajo fue ese constante empeño en mejorar el mundo en que vivía, empezando por lo más cercano, él mismo, su familia y Navarra”.
Asimismo, ha aludido a su patronazgo de la cultura, en música y arte y ha terminado su intervención indicando que si su padre hubiera vivido hoy, “habría luchado por una Navarra moderna y sostenible, apoyaría las energías renovables y seguiría luchando por una tierra limpia, próspera y fértil, como este pueblo nuestro al que pertenecemos y del que tan orgullosos nos sentimos, y al que, siempre y especialmente hoy, damos las gracias”.
Por su parte, María Urmeneta ha agradecido la medalla con la que ha sido distinguido su padre “por una de las tantas cosas que hizo por Pamplona y por Navarra”. Tras enumerar algunas de las iniciativas que puso en marcha o en las que colaboró desde sus cargos institucionales, se ha referido a su participación en la industrialización “de aquella Navarra emigrante y empobrecida que atravesó un panorama lleno de curvas, dejando a su paso progreso, trabajo y bienestar”.
Asimismo, ha definido a Miguel Javier Urmeneta como “una figura representativa de valores democráticos y del interés general que siempre estuvo al lado de aquellos a los que la vida no les era fácil”. “Prestaba ayuda sin importarle color político ni condición social. Puertas abiertas para todo el que le necesitara, a cualquier hora”, ha añadido.
María Urmeneta ha afirmado que “por amor a Navarra” su padre “rechazó sin aspavientos carteras ministeriales y altos cargos”. “Navarra, siempre Navarra, a la que dedicó todo su desinteresado esfuerzo, en su mente y en su corazón”, ha resaltado.
“UN ANTES Y UN DESPUÉS”
Por su parte, Yolanda Barcina ha puesto en valor a los impulsores del Programa de Promoción Industrial de 1964, que marcó “un antes y un después en la historia contemporánea de la Comunidad foral”. De los premiados, ha remarcado su “visión, capacidad para crear e impulsar equipos, y generosidad”.
Barcina, que ha destacado que sus palabras “se tiñen de emoción” al ser la última vez que interviene en el Día de Navarra como presidenta del Gobierno foral, ha asegurado que, con su esfuerzo conjunto, los impulsores de la industrialización de Navarra “nos dieron el mejor ejemplo posible y nos marcaron la senda para que compartamos un mismo interés por construir el futuro forjando entre todos una Comunidad mejor”.
“Pocas veces el coraje, el tesón, la decisión y el acierto de unos pocos beneficiaron en tan gran medida a sus conciudadanos y sus descendientes”, ha asegurado Barcina, que ha apuntado que “es de justicia que, medio siglo más tarde, los artífices de la transformación de Navarra sean recordados con agradecimiento y admiración.
“DEBATE SOCIAL”
Por otro lado, la presidenta ha destacado que “probablemente nunca antes la concesión de la Medalla de Oro de Navarra haya generado un debate social tan intenso como el provocado por la irreflexiva reacción de algunos”. “Creo que el disgusto inicial que pudisteis sentir los familiares de Miguel Javier Urmeneta y Féliz Huarte se ha visto paliado con creces ante la sucesión de testimonios de personas de todas las sensibilidades que han puesto las cosas en su sitio”, ha agregado.
Así, se ha dirigido a los familiares de los galardonados para decirles que “tienen sobrados motivos para sentirse orgullosos de Félix y Miguel Javier”. “Decidles a vuestros hijos, nietos y quienes tomen el relevo en vuestras familias que una abrumadora mayoría de navarros estaremos eternamente agradecidos por lo que hicieron”, ha asegurado.
Finalmente, la presidenta ha querido mandar un saludo a “la cooperante navarra que ha puesto en peligro su vida luchando contra la epidemia del ébola”. Así, ha trasladado el “cariño, respeto y admiración de todos” y ha resaltado que “esa mujer heroica y anónima sigue así la admirable historia de tantos misioneros, cooperantes y voluntarios de Navarra que han ofrecido lo mejor de sí”.