Tras darle el alto para notificarle la denuncia de radar, manifestó que se encontraba en tercer grado en la cárcel y que por lo tanto su permiso de conducir lo tenían allí, según ha informado la Policía Foral.
Los agentes realizaron las correspondientes comprobaciones y constataron que no disponía de ningún permiso de conducir. El hombre, que cuenta con numerosos antecedentes, fue imputado por un delito contra la seguridad vial por conducir sin haber obtenido nunca autorización para ello y deberá comparecer en los próximos días en el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 2 de Tafalla.