Kukuxumusu ha afirmado que la compañía “confió en todo momento en Mikel Urmeneta como director artístico y entendió que, dada su trayectoria profesional, aportaría a Kukuxumusu todo su genio creativo, su extensa red de contactos con personajes de alta credibilidad pública, así como su indudable talento mediático para estar en todas las salsas”.
Según Kukuxumusu, “entre sus servicios figuraban, entre otros, traer clientes, proyectos y trabajos con los cuales poder generar negocio (de lo contrario, una empresa se muere)”. “Sin embargo, la mayor parte de su aporte generó muchos gastos, mínimos ingresos, un resultado negativo de sus gestiones y la consiguiente decepción de nuestro equipo”, ha añadido.
La empresa ha continuado relatando que “también entre sus tareas figuraban, como parte de su función en la dirección artística, inspirar al equipo de dibujantes, analizar las tendencias del mercado y los nuevos gustos o adecuar la respuesta de Kukuxumusu a los tiempos”. “Tampoco en ese terreno la marca se benefició del talento, la genialidad y el espíritu innovador de Mikel Urmeneta. Bien al contrario, rechazaba propuestas que luego resultaron un éxito comercial.
En cuanto a la mención que ha hecho Mikel Urmeneta a la entrada de Ricardo Bermejo como socio mayoritario, la compañía ha explicado que Bermejo “entró en el accionariado de Kukuxumusu en febrero de 2014 invitado por el propio Mikel Urmeneta”. “En ese momento la situación financiera de la empresa era muy delicada, en buena medida debido a la lamentable gestión liderada por el propio Urmeneta. La coyuntura requería un aporte importante de capital para mantener los puestos de trabajo, dar confianza a los proveedores y bancos, preservar la continuidad de la marca y evitar el cierre definitivo”, ha explicado.
Kukuxumusu ha señalado que “en una situación de pérdidas y de necesario reajuste, es comprensible pensar que una empresa no puede permitirse pagar unos elevadísimos honorarios a un director artístico que apenas aporta y que está centrado en sus proyectos personales”.
Por ello, ha continuado la empresa, “se intentó negociar una reducción de sus honorarios, pero ni aceptó ni hizo ninguna contrapropuesta, lo que la empresa entendió como una negativa a seguir en el proyecto en las actuales circunstancias”.
En relación al relato de una discusión que ha hecho Urmeneta, Kukuxumusu ha asegurado que “Mikel Urmeneta se presentó un día en las oficinas, en actitud amenazante y violenta contra su socio, el gerente y el resto de trabajadores de la empresa y, en presencia de la mayoría de ellos, amenazó a su socio, insultó al gerente y llegó a lanzar un ordenador contra el suelo; exigía el pago inmediato de sus honorarios mensuales, retrasados dos meses debido a una falta de liquidez puntual de la empresa, la cual antepuso, en todo momento, el ingreso de las nóminas de sus trabajadores”.
Asimismo, la empresa ha señalado que “el burofax que Mikel Urmeneta ha esgrimido como prueba de que ha sido despedido le fue enviado tras este suceso en las oficinas, y la consiguiente pérdida de confianza de la dirección después de varios meses de agotamiento en sus intentos por reconducir la situación y llegar a un acuerdo”. “Mikel Urmeneta no ha querido entender que la empresa, los trabajadores y la marca son más importantes que su persona”, ha añadido.
En cuanto a los dibujantes externos, la empresa ha asegurado que “se les comunicó la situación ese mismo día, pero cuatro de ellos decidieron apoyar a Mikel Urmeneta y dejar de colaborar con Kukuxumusu, un hecho que la empresa lamenta, pero que sucede a menudo en cualquier ámbito de la vida, nadie es imprescindible y Kukuxumusu es mucho más que un nombre, un artista, un director o un accionista”.
Respecto a los “múltiples gestos de desprecio” que, según Mikel Urmeneta, han sufrido dibujos y dibujantes, la empresa ha señalado que “él, como director artístico, era el responsable de aprobar todos y cada uno de los dibujos que salían de Kukuxumusu para su comercialización, algo que ha sido respetado hasta el final”. “Como ejemplo, el propio logo, modificado hace un año escaso -y no a las pocas semanas de la entrada de Bermejo en la empresa, como él apunta, y que, en contra de lo que Urmeneta asegura, contó no solo con su aprobación sino también con su expreso me gusta”, ha afirmado.
Finalmente, la compañía ha dicho que “en Kukuxumusu los dibujos son y serán lo más importante”. “Y a los dibujantes no solo se les respeta, sino que también se les admira, se les cuida y se les apoya, tanto a los históricos, como a los menos históricos, los actuales o los futuros. También los valores intrínsecos y la filosofía de la marca siguen intactos, nadie los ha puesto en duda ni en entredicho. Kukuxumusu sigue en plena forma. Y eso es gracias al trabajo de decenas de personas y a los miles de clientes y seguidores que siguen queriendo besar a esta pulga que nació hace 27 años y que, tras algunas dificultades, va poco a poco recuperando la salud”.