El inicio de las maniobras de la OTAN, dentro del ejercicio militar Trident Juncture 2015, ha reactivado el debate en torno al polígono de tiro de las Bardenas, uno de los diversos escenarios de estos ejercicios militares, anunciados en España, Italia y Portugal, así como en el Océano Atlántico y en el mar Mediterráneo. El anuncio del responsable del polígono, el teniente coronel Joaquín Cobarro, que en declaraciones recogidas por Diario de Noticias aclara que hasta el día 6 habrá maniobras con ametrallamientos desde el aire pero no con bombas, no ha tranquilizado a los colectivos partidarios del desmantelamiento del polígono. Diversos colectivos y partidos se han sumado a la convocatoria, este próximo 25 de octubre en Tudela (12:00 horas, en la plaza de los Fueros), de una manifestación contra la “aberración”, aseguran, que supone la existencia de este polígono, creado en 1951 y que sigue utilizándose de forma activa.
Óscar Rodríguez, integrante de la asamblea de antimilitaristas Bardenas ya!, critica que este uso no solo se produce durante maniobras como las actuales, anunciadas habitualmente por los cortes de caminos, sino también por el adiestramiento de pilotos. Esta entidad es uno de los colectivos que se ha sumado a la manifestación del domingo, junto a partidos como EH Bildu, Geroa Bai, Podemos y Equo, así como diversos sindicatos y otros colectivos. Rodríguez critica, además, la falta de información en torno a las actividades del polígono.
El entrenamiento, según esas explicaciones aportadas por el responsable del polígono, se desarrolla desde el pasado 19 de octubre y hasta el próximo 6 de noviembre, y, según se especifica, la actividad se mantendrá “prácticamente durante todo el día”. No en vano, estas maniobras Trident Juncture 2015 ya se han anunciado (teniendo en cuenta sus diferentes localizaciones) como una puesta a punto de la Fuerza de Respuesta de la Alianza, que incluye a 30.000 militares de 30 países diferentes, según precisaron el pasado mes de julio desde el Ministerio de Defensa.
Entre las diversas localizaciones del ejercicio anunciadas, se incluye el polígono de tiro de las Bardenas Reales, que de nuevo ha sido objeto de debate en el Parlamento de Navarra, como ya ocurrió a finales del pasado mes de julio, cuando una persona resultó herida leve por arma de fuego al encontrarse fuera del perímetro de seguridad cuando se realizaban maniobras militares en la zona. Ahora, la Cámara de nuevo se ha dividido en dos: UPN, PSN y PPN han defendido que el polígono está para este tipo de operaciones y que la decisión de su uso depende de los llamados pueblos congozantes (22 forman parte de la comunidad de Bardenas), mientras que Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra defienden el desmantelamiento.
“Debemos convencer, no vencer”
Pero no todas las voces contrarias al polígono participarán en la manifestación de este domingo. Por ejemplo, no se ha sumado a esa petición la asamblea antipolígono, cuya portavoz, la integrante de Batzarre Milagros Rubio, reconoce las dudas de la entidad al haber tenido EH Bildu un papel destacado en la convocatoria, por lo que se mantienen las diferencias que ha habido durante años en la oposición al polígono. No obstante, la entidad también baraja sus propias actividades contrarias a estas maniobras, como adelanta el portavoz de Ecologistas en Acción (entidad también integrante de la asamblea), Eduardo Navascués, que insiste en que las actuaciones contra el polígono “deben servir para intentar convencer, no vencer”. Cabe recordar que Bardenas fue declarado parque natural en 1999 y, en 2000, Reserva Mundial de la Biosfera.
No obstante, desde el Ejército del Aire siempre se ha destacado este entorno, su principal centro de adiestramiento, como un lugar “idóneo” para un polígono de tiro, por su espacio libre de población. Desde Geroa Bai se ha animado a las entidades contrarias al polígono a aunar esfuerzos en una lucha que se ha prolongado en la medida en que se ha ampliado el contrato de uso de las Bardenas Reales (primero en 1951, luego en 1976 y, finalmente, en torno al año 2001 y 2008, respectivamente, con gobiernos populares y socialistas). El acuerdo, en principio, está ahora cerrado hasta 2028, con diez años fijos y otros tantos prorrogables.