Una matrona por parto, una reclamación básica en un área sanitaria sensible

Un parto, una matrona. Esta es la reivindicación principal de trabajadoras del servicio de partos del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) que asisten a las mujeres durante el embarazo, parto y posparto. Empleadas de este colectivo denuncian que, en la actualidad, una misma matrona debe asistir a dos y, en ocasiones, a tres mujeres al dar a luz, una situación que consideran que no puede prolongarse porque “con un personal mínimo, tenemos unos cuidados de mínimos”.

El área de matronas es, precisamente, una de las incluidas en la cuestionada Oferta Pública de Empleo anunciada por el Gobierno de Yolanda Barcina. En concreto, se incluyen siete plazas que, en principio, se convocarían antes del verano. Sin embargo, fuentes del servicio aseguran que esa medida se queda muy corta, que no supone una ampliación del personal sino que serviría para consolidar plazas ahora cubiertas por personal eventual y que, por tanto, no es una solución a un problema que vienen denunciado desde, al menos, 2010.

Lo cierto, no obstante, es que, según los datos recogidos por el Instituto de Estadística de Navarra, la tasa de natalidad continúa bajando en la Comunidad Foral. Así, en 2013 se registraron 6.075 nacimientos, lo que supuso un descenso de 656 bebés con respecto al año anterior. Esa línea descendente ya arrancó en 2009: en 2008 se registraron 7.029 nacimientos, la mayor cifra de los últimos 25 años, y un año después la cifra se redujo 6.844 y así, progresivamente, hasta el balance actual. No obstante, desde el área de matronas insisten en que, pese a estas cifras, la carga de trabajo es mayor por la falta de personal y porque la edad de las madres ha aumentado, lo que exige una mayor atención, también hay más inducciones al parto, partos de riesgo, embarazos gemelares, etc. Una situación de necesidad que, por ejemplo, ha generado debate por la proliferación de doulas, las mujeres que acompañan a las embarazadas durante este proceso y cuya labor puso en duda el Consejo General de Enfermería, al defender que esa competencia corresponde a personal cualificado como son las matronas.

Ante este panorama, en general, diversas trabajadoras en representación de sus compañeras ya han escrito cartas a los medios de comunicación para exigir mejoras y denunciar su “estrés” por la necesidad de recortar los tiempos con cada paciente, priorizar y compaginar tareas. Critican que, pese a las reuniones con la Dirección de Enfermería, Recursos Humanos y con la propia consejera navarra de Salud, la regionalista Marta Vera, hasta ahora la explicación haya sido siempre la misma: que, por la crisis, no se podía ampliar la plantilla ya que los recursos son limitados.

“Trabajamos con inquietud”

Y, por ello, ante esta falta de avances, han decidido seguir denunciando la situación. Conscientes, no obstante, de que este tipo de alerta puede generar alarma en un área especialmente delicada, las matronas insisten en que el nivel de plantilla actual no permite ofrecer el servicio con la calidad necesaria. Es decir, un parto más normalizado, en el que se intervenga lo mínimo posible y en el que la mujer embarazada sienta la cercanía del personal “en un momento trascendental”.

Por el momento, desde esta área exigen que, si no se puede ampliar el número de personal, al menos sí se refuerce el servicio con una matrona por turno. Las mismas fuentes subrayan las dificultades para prever, además, el personal en un área en la que los tiempos los marca el momento del nacimiento y que, por tanto, puede generar que el servicio se llene. “Nosotras queremos hacerlo bien, lograr la satisfacción de las mujeres que atendemos, pero trabajamos con inquietud”, lamentan.