El ministro del Interior cree que la agresión a guardias civiles fue delito de odio, no kale borroka

El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, considera que la agresión sufrida el pasado sábado por dos guardias civiles en Alsasua (Navarra) encaja en la definición de delito de odio tal como está tipificado en el Código Penal, pero no en la de 'kale borroka'.

Es más, ha opinado que, aunque a veces se produzcan hechos puntuales, la 'kale borroka' “ha pasado a la historia con la derrota de ETA”. En una entrevista en 'Los Desayunos de TVE', recogida por Europa Press, ha señalado que la agresión de Alsasua es un “hecho puntual” pero también que en algunas localidades de País Vasco y Navarra existe un odio hacia la Guardia Civil, y que “Alsasua no es de las localidades donde la Guardia Civil es más querida”.

Este jueves el juez dejó en libertad con cargos a los dos únicos detenidos por la agresión de los dos guardias civiles, imputándoles delitos de lesiones y atentado a la autoridad.

Fernández Díaz ha subrayado que, aunque ETA está “aniquilada policialmente” y hace 5 años que anunció el cese de la violencia, “42 años de terrorismo no se curan de la noche a la mañana”, sino que hay “una patología social” y hay localidades del País Vasco y Navarra donde existe odio al Instituto Armado.

“Eso lo hemos de asumir, no en el sentido de acostumbrarnos, sino de asumir que es una realidad a la que hay que enfrentarse”, ha añadido, insistiendo en que, si bien la batalla policial está ganada, está pendiente “la batalla del relato”. En cualquier caso, ha asegurado que en su último viaje a la Comunidad Foral notó “calor popular” y ha reiterado que “la Guardia Civil está en Navarra para quedarse”.

Por otro lado, se ha referido al zulo de ETA localizado la semana pasada en las afueras de País y ha confirmado que una de las hipótesis sobre él es que ETA pretendiese utilizar las armas que contenía para intentar una negociación sobre sus presos.

Según ha dicho, el zulo lo tenían “detectado desde hace tiempo” y es un hallazgo “especialmente importante”, porque allí estaban escondidas más de la mitad de las 300 armas que ETA robó en Vauvert (Francia) en 2006. “Les queda muy poquito”, ha dicho.

NINGÚN PARALELISMO CON LAS FARC EN COLOMBIA

Así, ha insistido en que a ETA sólo le queda anunciar la decisión formal de disolverse y facilitar la geolocalización de los zulos que aún tenga, porque no conseguirá su pretensión de “escenificar una negociación” y establecer un paralelismo con la de las FARC en Colombia porque, según ha dicho el ministro, “no hay ninguno”.

ETA, ha insistido, “está finiquitada salvo para ellos mismos, porque tienen los presos”, pero el Gobierno sólo reconsiderará la política de dispersión si la banda se disuelve, porque es la existencia de ETA la que motiva esa política.

“Si ETA se disolviera a quien beneficiaría es a los presos de ETA y a sus familias”, ha argumentado el ministro. Entre tanto, ha recordado, los reclusos tienen la vía de desvincularse de la banda y acogerse a las medidas de reinserción, que se llevan a cabo en cárceles del País Vasco.