“La precarización del empleo, cada vez más, tiene rostro de mujer”. Las palabras de la secretaria para la Igualdad y Política Social de UGT Navarra, Maite Pérez, vienen refrendadas por unos datos “escandalosos”. Según un informe elaborado por el sindicato, un 15,5% de las mujeres tienen sueldos iguales o inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en Navarra, mientras que en el caso de los hombres es el 7,5%; además, en el lado contrario, entre quienes más ganan, hay un 9,4% de los trabajadores que cuentan con un salario cinco veces superior al SMI, y entre las trabajadoras, apenas son un 3,3%. Y, como dato más llamativo, cabe destacar que el empleo de ganancia baja, como se describe a quienes ingresan menos de dos tercios de la ganancia media (y que son el 17% del sector laboral en Navarra), es un apartado copado por las mujeres: el 71% son trabajadoras.
Esta batería de datos demuestra que la crisis ha ahondado en la brecha laboral entre hombres y mujeres, como se recoge en un informe de UGT elaborado con datos de la Encuesta de Estructura Salarial que el Instituto de Estadística de Navarra publicó en 2014, pero que en realidad corresponden a 2012. De ahí que el sindicato crea que la brecha salarial, que nunca ha llegado a cerrarse, sea todavía mayor en la actualidad, según auguran a pocos días de celebrar, este 22 de febrero, el Día Europeo por la Igualdad Salarial.
Entre 2008 y 2012, la diferencia entre los ingresos de un hombre y una mujer ha pasado de ser del 27,87% al 29,57%. Durante esos primeros años, las diferencias se redujeron, pero cuando más se ha ahondado en la crisis, más han aumentado las diferencias. Tanto, que Navarra, como ya adelantó UGT al presentar este informe en toda España (donde la brecha salarial ha vuelto a niveles de 2002), es la segunda comunidad con las mayores diferencias de todo el país, solo por detrás de Aragón (29,98%). No obstante, por cantidades en euros, las mujeres navarras son las que sufren la mayor diferencia con respecto a los hombres: 8.170,67 menos euros al año de media. Una cuantía llamativa porque las mujeres de la Comunidad Foral son las cuartas que más ganan de todo el Estado, solo por detrás de Cataluña, País Vasco y Madrid.
Esta desigualdad salarial crece, incluso, con la edad o con los empleos menos cualificados. Por un lado, mientras en el tramo de los 25 a los 34 años esa diferencia es del 26,38%, la cifra aumenta hasta el 32,1% cuando se tiene entre 45 y 54 años; y, por otro, entre los empleos con ocupaciones más altas la desigualdad se queda en un 25,29%, cuando en empleos más bajos, se dispara hasta el 38,58%.
¿Por qué la precariedad laboral se ceba con las mujeres? Pérez explica que aún pervive ese estereotipo de que las chicas deben asumir la asistencia de los hijos e hijas o de las personas mayores, por lo que a menudo recurren por ejemplo a una reducción de jornada antes que los hombres, y por eso se ven más afectadas por las consecuencias de un empleo menos cualificado y peor remunerado. Otra cuestión, también denunciada por ejemplo por el sindicato CCOO, es que a la hora de contratar se pongan antes pegas a una mujer en edad fértil que a un varón.
Otras brechas laborales
Desde UGT entienden que esta es la prueba de que la crisis, apoyada en la “reforma laboral”, ha afectado ante todo al sector laboral más vulnerable, que son las mujeres, el trabajo eventual y la población extranjera. Según explica Pérez, estas son otras “brechas” que también se ponen en evidencia en este estudio. Por ejemplo, con un contrato temporal se gana en Navarra un 35,3% menos que con uno fijo, y los trabajadores extranjeros perciben un 30,76% que los llamados nacionales.