Nueva etapa para el partido, y está por ver si también para Navarra. El congreso extraordinario del PSN celebrado este sábado en Baluarte abre un nuevo periodo en la formación socialista, tocada tras el fallido cogobierno con UPN (de nuevo se ha hablado de “legislatura perdida”) y la posterior, también fallida, moción de censura contra la presidenta del Gobierno Foral, la regionalista Yolanda Barcina. La encargada de encabezar esta renovación, María Chivite, ya nombrada no solo cabeza de lista socialista a la Presidencia sino también secretaria general del partido en Navarra, ha reconocido la dificultad de la situación. El PSN está llamado a recuperar la credibilidad, la “confianza de la ciudadanía”, y de ahí que sus referencias al cambio sean miradas con lupa. Porque la pregunta que está en el aire es con quién se puede pactar para propiciar ese cambio en Navarra, y ahí quien puede tener la respuesta estaba también presente en Baluarte: Pedro Sánchez.
¿El PSN tendrá las manos libres para votar contra UPN? ¿Puede pactar con Bildu (algo que desde la propia coalición abertzale ven más que complicado)? ¿O volverá a hacer frente común con el bloque constitucionalista? El electorado, obviamente, tiene la llave para responder a estas dudas, porque el PSN, dada la fragmentación de la Cámara navarra, ha sido tradicionalmente el partido bisagra para gobernar, un puesto al que ahora también aspira Podemos. Ambos partidos, de hecho, parecen afrontar ahora mismo el mismo debate: ¿las decisiones que se tomen en Pamplona serán respetadas en Madrid?
Las claves del discurso de Sánchez
El nuevo secretario general del PSOE, sin embargo, ha centrado más su discurso en Pamplona en las referencias al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a su mensaje de que la crisis ya es historia. En cuanto a Navarra, ha defendido que, si es presidente del Gobierno, no recurrirá “todas las leyes navarras como hace el Partido Popular”. Pero, más allá de estas frases en clave nacional, Sánchez ha dejado más guiños que certezas sobre los interrogantes en torno a Navarra. En este sentido, Sánchez ha apostado por las posibilidades del PSN de encabezar un gobierno en Navarra, donde, al igual que en España, se ha comprometido a “cambiar las cosas” y se ha presentado como el partido del cambio frente a la derecha.
En cualquier caso, el dirigente socialista también ha valorado el trabajo realizado hasta ahora por el partido en la Comunidad Foral, al asegurar que ha sido “excelente” y que se siente “muy orgulloso” de una formación que “una y otra vez ha sabido anteponer el interés general de los navarros a su interés particular”.
La nueva directiva
Hasta el momento, la propia Chivite, así como los órganos de dirección del PSN, han dado por terminada la etapa de UPN. Sin embargo, también han asegurado con la misma vehemencia que se opondrán a acuerdos rupturistas, en clara referencia a EH Bildu. Y, para resolver esta encrucijada, Chivite ha apostado por dar la voz a la militancia, algo en lo que ha insistido en su discurso como nueva secretaria general.
Por el momento, esta “nueva etapa” ya tiene quien la encabece y nueva directiva (donde destaca la presidencia de Fabricio de Potestad o la continuidad de Santos Cerdán como secretario de Organización) de 23 personas, respaldadas en el congreso por 116 votos a favor y 59 en blanco. El PSN ha destacado, a través de un comunicado, que la composición de esta Comisión Ejecutiva Regional supone una renovación del equipo en un 70%: tiene una media de edad de 43 años, es una lista paritaria y se han comprometido a hacer pública su declaración de bienes.