La reforma fiscal de los 70 millones: un repaso a dónde deja de ingresar Navarra
Los informes elaborados por el Gobierno de Navarra para estimar el impacto de la reforma fiscal en la recaudación estiman que, con los cambios activados por el ejecutivo de Yolanda Barcina, se dejarán de ingresar por el IRPF más de 42 millones el próximo año, otros seis en el impuesto de sociedades, otros 22,7 con el impuesto sobre el patrimonio y, por último, apenas habrá impacto por la modificación del impuesto sobre transmisiones patrimoniales.
Estos son los resultados de las estimaciones firmadas por el responsable de desarrollo normativo y asesoramiento jurídico del Ejecutivo, como parte de un informe que acompaña a la tramitación del paquete de medidas anunciadas a finales de junio por el gabinete. Entonces, la consejera de Economía, la regionalista Lourdes Goicoechea, destacó la reducción con “progresividad” del IRPF o el establecimiento de un Impuesto de Sociedades Único del 20%, pero desde los grupos de la oposición y diversos colectivos, en cambio, se cargó contra unas modificaciones que, según denunciaron, beneficiaban más a los tramos más altos y que supondrían una caída importante de la recaudación. Goicoechea calculó que las arcas forales dejarían de ganar entre 70 y 75 millones. Aunque también confió en que aumentarían los ingresos.
¿Y de dónde sale ese cálculo de los 70 millones? Los informes que maneja el Ejecutivo especifican cada cantidad. Eso sí, insisten en todo momento en que se trata de estimaciones que, entre otras cuestiones, no tienen en cuenta una posible “reactivación económica” y, por tanto, una subida en los ingresos. Este es el caso del cálculo del Impuesto sobre la Renta, donde un aumento del poder adquisitivo supondría más dinero para el Ejecutivo.
Pero, sea como fuere, los documentos que maneja el Ejecutivo navarro ya están sobre la mesa. En el IRPF, aunque se realizan dos estimaciones, desde el departamento consideran que una es más ajustada al combinar los diferentes factores (rendimientos de trabajo, de capital inmobiliario, de capital mobiliario, incrementos de patrimonio…) que afectan al impuesto. Así, con las diversas novedades previstas, determina que en 2015 se dejarían de ingresar 42.066.296 euros y, en 2016, 46.026.455 euros.
En cuanto a sociedades, donde el cambio principal era pasar de un impuesto del 30, 27 o 20% a uno del 20% para todas las empresas, la simulación que maneja el Gobierno concluye que la pérdida de ingresos rondará los seis millones de euros.
El gesto del impuesto sobre el patrimonio
Y, por último, el tercer apartado que tendría un mayor efecto en la recaudación sería el del impuesto sobre el patrimonio. Esta es una de las cuestiones más delicadas, puesto que, entre otras modificaciones, aumenta el mínimo exento de 311.000 al millón de euros, algo que gran parte de la oposición ha visto como un gesto para las grandes fortunas. Desde el Ejecutivo, por el contrario, se defendió que se limitaba el esfuerzo solicitado a estos contribuyentes (de los 11.714 que declararon mediante esta vía en 2012, se prevé que unos 9.538 salgan beneficiados) en anteriores ejercicios. Sea como fuere, esta estimación calcula que a través de este impuesto se dejarían de ingresar 22.719.392 euros.
De nuevo, el informe concluye con la misma advertencia: que estas cifras no tienen en cuenta la posible (y ansiada) mejora de la economía. En conjunto, según estos documentos oficiales, esta pérdida de recaudación superaría los mencionados 70 millones de euros. Una cifra que a la oposición y a diversos colectivos les hizo temer posibles recortes tras una reforma fiscal ambiciosa. Al menos, en su caída.