La plaza Nueva de Tudela acogerá este sábado, a partir de las 18:00 horas, una manifestación encabezada por la plataforma Ribera en Defensa de la Salud Pública. La iniciativa forma parte de un calendario de protestas iniciado contra el traslado de las analíticas del laboratorio del hospital Reina Sofía de Tudela a Pamplona, una operación prevista para marzo y ahora retrasada por el Gobierno Foral al menos hasta este verano. Sin embargo, la convocatoria se mantiene porque, para esta plataforma, el tema de los laboratorios es solo la punta de lanza del descontento en la zona por la atención sanitaria. A la polémica del laboratorio se suma el retraso en equipar los quirófanos, la puesta en marcha del hospital de día, la necesidad de trasladarse hasta Pamplona para pasar una ecografía, la compra de un ecocardiógrafo que no está lo suficientemente equipado...
La última polémica ha surgido a raíz de la ruptura del un aparato para realizar mamografías del Hospital Reina Sofía de Tudela que, según ha apuntado este jueves en el Parlamento la consejera navarra de Salud, Marta Vera, obligó durante un mes y 10 días a derivar pacientes a la Clínica Universidad de Navarra. Por el contrario, el jefe de Radiología del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) aseguró que podían haber asumido ese trabajo.
Para la plataforma, esta es una nueva medida cuestionable a sumar a una larga lista. No obstante, una de las portavoces del colectivo, la doctora Ana Campillo, también considera que en la Ribera pesa la sensación de que “hay ciudadanos de primera y de segunda en Navarra”. El tema más preocupante es la brecha en cuestiones socioeconómicas, puestas en evidencia por un informe de la Universidad Pública de Navarra (UPNA). La Cátedra de Investigación para la Igualdad y la Integración Social destacó en septiembre de 2014 que la Ribera se erigía en la región navarra con peor panorama, que ese estudio atribuye a su estructura basada en el sector agrícola y agroalimentario, el “significativo” porcentaje (14,5%) de población extranjera que sufre más problemas económicos y sociales y la falta de políticas públicas acordes a estas necesidades.
A este respecto, la plataforma Ribera en Defensa de la Salud Pública, surgida en 2012, integrada sobre todo por personal sanitario y vecinos (se les ha acusado de estar copada por los sindicatos o los partidos, algo que sus integrantes niegan), ha puesto el foco en el tema sanitario. El traslado de las analíticas ha sido el gran referente de estas críticas al Gobierno Foral, pero el proyecto para trasladar el 70% de las analíticas del laboratorio del hospital de Tudela a Pamplona se ha retrasado, por el momento, hasta el verano. Campillo, entre otras cuestiones, atribuye esa decisión a la saturación del laboratorio unificado del Complejo Hospitalario de Navarra, a las dudas mostradas por los grupos parlamentarios, a que no supone un ahorro económico ni una mejora de la atención y a que esa medida podría tener un coste electoral en una zona, la Ribera, clave para UPN.
De hecho, el Ayuntamiento de Tudela, liderado por el regionalista Luis Casado, ya pidió al Gobierno que se replanteara este proyecto; ahora, preguntado por esta nueva manifestación, el primer edil guarda silencio y pasa la pelota al Departamento navarro de Salud. Y, mientras se acerca el día de esta movilización, UPN ha buzoneado en la zona publicidad precisamente sobre las actuaciones sanitarias realizadas en la Ribera.
Avances, por fin
En este sentido, se han anunciado avances en el hospital de día oncológico y en la puesta en marcha de los nuevos quirófanos. El primero, que se va a trasladar de la cuarta a la quinta planta del Reina Sofía, tendría que haber estado listo para el segundo semestre de 2012 porque el actual es “claramente insuficiente” por su falta de espacio; y, en los segundos, se invirtieron 11,1 millones de euros, según se recoge en esa campaña publicitaria, aunque se entregaron en verano de hace tres años y faltaba dotarlos del equipamiento necesario (un paso valorado ahora en 2,6 millones, según esa publicidad), algo que por fin parece cobrar forma.
Otra polémica sanitaria que ha denunciado la plataforma ha sido la compra de ecógrafos (se adquirieron cuatro por 80.000 euros), uno de ellos en principio destinado para el trabajo de Cardiología (que en la actualidad dispone de uno que funciona con cintas de vídeo y de otro portátil, útil pero mejorable) que no cuenta con el equipamiento de sondas necesario. Y, por último, la plataforma también carga contra las decisiones del Ejecutivo con la realización de ecografías, que, ante una espera que podía alagarse seis meses, decidieron en 2013 desviarse a un centro privado de Tudela (400 casos) y, en noviembre de 2014, cuando la espera ya rondaba los cuatro meses, a la Clínica Universidad de Navarra (otros 500). Y esta, cabe recordar, está ubicada en Pamplona.
Por razones como estas, desde la plataforma han insistido en el “olvido” y la falta de interés con que el Gobierno Foral trata a la sanidad en la Ribera en general y el Hospital Reina Sofía de Tudela en concreto. Por último, la plataforma compara las inversiones realizadas entre 2010 y 2013 en el Reina Sofía con las del CHN: los primeros han contado con alrededor de 17 millones; el segundo, inmerso en un ambicioso proyecto de unificación, 210.