“Espero que sea una de las primeras medidas del departamento”. El nuevo consejero navarro de Salud, Fernando Domínguez, se ha comprometido de esta forma a garantizar la sanidad universal en Navarra, es decir, el acceso de toda la ciudadanía al Servicio Navarro de Salud independientemente de su situación administrativa. Es más, el representante del Gobierno Foral ha asegurado que esa medida es fácil de solventar y que se puede acometer a corto plazo, y eso a pesar de los últimos avisos para navegantes lanzados por el Ministerio de Sanidad, que, primero, advirtió de las “consecuencias catastóficas”, en forma de posibles sanciones de la Unión Europea para comunidades que devuelvan la tarjeta sanitaria a personas en situación administrativa irregular, y, después, se ha ofrecido a buscar una solución acordada.
Domínguez, en declaraciones recogidas por Diario de Navarra, se ha reafirmado ahora en esta voluntad, ante la posible convocatoria de una reunión interterritorial el próximo 2 de septiembre en Madrid para abordar esta situación: “Hay que atender a todas las personas por igual, sea cual sea su condición social”. Desde el departamento ya se mostraron críticos, además, con la advertencia de multas anunciada por Sanidad, algo que consideraron inapropiado “en el fondo y en la forma”.
Ahora, la presidenta de la ONG Médicos del Mundo Navarra, Yolanda Rodríguez, espera avances en Navarra y en otras comunidades en las que se han dado pasos para asegurar o recuperar la sanidad universal (y que van a contracorriente de la reforma que impulsó el Gobierno en 2012 y dejó fuera del sistema a personas sin papeles) como Euskadi, Cantabria, Canarias, Comunidad Valenciana, Baleares y Castilla La Mancha. Incluso en Madrid, según ha apuntado eldiario.es, se ha dado orden de prestar asistencia sanitaria de todo tipo y a todas las personas hasta la elaboración de una nueva tarjeta especial para personas extranjeras sin papeles.
Esas posibles soluciones con condiciones, no obstante, también generan dudas entre los colectivos sociales que en Navarra han abogado por defender la sanidad universal. Y, por ello, piden al Gobierno Foral que “no dé ni un paso atrás”. “La sanidad universal lo es o no lo es”, apunta Beatriz Villahizán, de SOS Racismo Nafarroa. Para Villahizán, si no se deroga el cambio realizado por el Gobierno central hace tres años, el modelo a defender es el navarro, a pesar de que la situación es excepcional a la espera de que se pronuncie el Tribunal Constitucional sobre el recurso presentado por el propio Gobierno central contra la norma navarra, en la que se defendían las competencias de la Comunidad Foral para garantizar el acceso universal al sistema a pesar de la reforma estatal.
¿Y qué contempla ese texto en Navarra? La ley foral 8/2013 reconoce el derecho a todas las personas residentes en Navarra a contar con asistencia sanitaria gratuita del sistema público. Y esta incluye la atención primaria y la especializada, independientemente de la edad, la nacionalidad o la situación legal o administrativa de la persona atendida. El empadronamiento, por tanto, vale para acceder a la tarjeta sanitaria y, con esta, al Servicio Navarro de Salud.
El compromiso, por escrito
Hasta llegar a este enfrentamiento legal, desde diversos colectivos denunciaron los problemas derivados de la decisión estatal y, en Navarra, la emisión de facturas al acceder por ejemplo a Urgencias que, según denunció el colectivo Médicos del Mundo Navarra, no pretendían cobrarse, pero sí tenían un efecto disuasorio. El propio consejero Domínguez ha hecho referencia ahora a estas facturas para criticar los problemas generados.
La ONG, por cierto, ya se movilizó primero en España y después en Navarra durante la campaña electoral para lograr el compromiso de los partidos políticos de garantizar la sanidad universal si accedían al gobierno. Formaciones como Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E (entre otras) se comprometieron a ello, y así lo hicieron constar en el acuerdo programático del nuevo Ejecutivo Foral, en el que, en el primer punto de su apartado sanitario, se recoge esa universalidad. Ahora se acerca el momento de pasar del acuerdo firmado a la realidad.