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La empresa no ve “futuro” a Faurecia pero la plantilla insiste en su rentabilidad

Industrias Cousin Freres (ICF), que depende del grupo Faurecia Lear, insiste en que “no es posible” seguir adelante con la actividad en la planta de Faurecia, ubicada en el municipio navarro de Burlada. Y, para ello, alega problemas “estructurales” y reitera la caída de proyectos importantes, la pérdida de competitividad y de producción. Un portavoz de esta multinacional de origen galo insiste en que los responsables no ven “posibilidad de futuro”, a pesar de que desde el Comité de Empresa se ha asegurado que hay proyectos cerrados al menos hasta 2016 y que lo que se pretende es deslocalizar la producción, enviando los proyectos actuales a plantas de Francia (en Caligny) y Polonia (Grojec).

Desde la empresa no se pronuncian sobre esta deslocalización, pero aseguran que están abiertos al diálogo con el Comité, pero siempre que plantee propuestas “realistas”. Los trabajadores y trabajadoras, por su parte, han insistido en que hasta la fecha por parte de la empresa no se han planteado alternativas al cierre, que sigue sobre la mesa desde comienzos de febrero pero sin un plazo concreto.

En la última reunión, que han mantenido este mismo miércoles, desde la firma han puesto sobre la mesa una ampliación de su plan para resolver el cierre de la planta, y que ahora incluye 80 recolocaciones (y no 70, como se había dicho hasta el momento), una ampliación de las indemnizaciones, prejubilaciones a partir de los 58 años (según el Comité, serían unas 11 personas, y no 46, como ocurriría si se bajara la prejubilación a los 55 años) y un servicio de búsqueda de empleo pero fuera de las empresas del grupo. Cabe recordar que, en la actualidad, la planta, dedicada a la fabricación de correderas para asientos delanteros de vehículos, cuenta con alrededor de 189 empleados y empleadas.

Las mismas fuentes han asegurado que no hay posibilidad, como ha propuesto el Comité de Empresa, ni de que la planta siga activa ni de trasladar la producción a la empresa vinculada al grupo y situada en Orkoien, denominada Faurecia Orkoien.

El plan del Comité

Esta postura contrasta con la ofrecida por el Comité de Empresa, que, según ha recogido el sindicato CCOO, ha defendido que “somos rentables y tenemos trabajo para seguir funcionando”. Además, los representantes de la plantilla han asegurado que, después de tres semanas de negociaciones, no tienen nada, al considerar que, por ejemplo, las recolocaciones que ofrece la empresa son “humo”. El presidente del Comité, Alfredo Sanz, ha subrayado que no se han especificado las condiciones de estas reubicaciones y que la mayoría se ubican en zonas alejadas de Navarra: de ellas, 13 serían en la Comarca de Pamplona, 21 en Tudela y 46 en otras comunidades, según han apuntado desde el Comité.

Los representantes de los trabajadores también han presentado ante los medios de comunicación su propio plan de viabilidad, porque están convencidos de que la empresa es “viable”. En este plan, defienden que la planta ha dado “15 millones de euros de beneficios en los últimos diez años” y que la decisión del cierre no es achacable a su trabajo. En el documento, se pide a la empresa que ofrezca bajas incentivadas, prejubilaciones a partir de los 55 años y recolocaciones en Pamplona (en Tecnoconfort, 41 puestos) y Faurecia Orkoien (36). Y, con todo, se apuesta por la continuidad de la planta de Burlada, adoptando el sistema de producción de Faurecia Orkoien, que permitiría ganar un 30% de productividad.