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“La sociedad quiere una solución y en Podemos ha hallado una herramienta”

Los integrantes de Podemos Navarra, Joan Josep Bosch e Isaac Hoyos.

Garikoitz Montañés

Joan Josep Bosch volvía este viernes de Madrid, por la tarde daba clase en la universidad y, en el tren, atendía a las llamadas de los medios de comunicación: Podemos se había convertido en una avalancha en el Navarrómetro, un sondeo que ha convertido a la formación en la primera fuerza política de Navarra, con 18 escaños. Hace nueve meses, no existían. Para este integrante del Círculo de la Comarca de Pamplona, este es el ejemplo de que Podemos está formado por “gente normal que está consiguiendo cosas extraordinarias”. Sin embargo, al reaccionar a este terremoto político, Bosch responde con prudencia, con muchos “no sé, es la primera vez que pasa algo así”, pero subraya que eso no resta contundencia a lo que refleja esa encuesta: que el cambio ha llegado para quedarse.

¿Le han sorprendido los resultados del Navarrómetro?los resultados del Navarrómetro

No, no me han pillado por sorpresa, esperaba algo parecido. Ya he dicho que me extraña que el resultado no haya sido mayor. Un estudio de Oxfam Intermón ha revelado que solo el 1% de la población más rica de España tiene lo mismo que el 75% de las personas con una situación más empobrecida. Con una crisis que parece prolongarse hasta el infinito, hay que tener claro que esto es una realidad social, no un accidente meteorológico, y que es consecuencia de unas políticas económicas.

Entonces, ¿qué pesa más: el apoyo a la alternativa que supone Podemos o el voto de castigo a las fuerzas políticas actuales?

El componente de voto de castigo es claro. La gente está harta. Y, ante la corrupción, la crisis y el paro, está claro que hay un voto de castigo a quienes están corrompidos. La gente ya no cree en las medidas económicas de los partidos que nos han traído hasta aquí, y que nos condenan a 100 años de austeridad. Esa no es la solución. En todo el Estado, hay que replantearse actuaciones que hasta ahora se daban como indiscutibles.

¿Por ejemplo?

El pago de la deuda, de toda ella, la forma en la que vienen operando las empresas de energía al cobrar lo que quieren, el sistema de funcionamiento de la banca, cuando se decía que privatizar mejoraba el servicio…

La indignación, por tanto, es clave en el voto de Podemos. ¿Cree que ese hartazgo se va a mantener hasta el momento de depositar el voto?

No tengo ni idea. Eso dependerá de cómo lo hagamos nosotros, también del goteo insoportable de casos de corrupción…

¿La corrupción hace la campaña a Podemos?

La corrupción les hace la campaña a los partidos corruptos: es la que se merecen. Habla tan mal de ellos que por eso la ciudadanía busca otras alternativas.

En Podemos, al menos por ahora, no tienen un pasado con el que cargar, y de ahí que puedan hablar con tanta seguridad de la corrupción.

Es cierto. Lo que pasa es que la gente que está en Podemos tenemos un nivel de actuación distinto al conocido: aquí se elige a los cargos de abajo arriba, y no al revés. Y esa decisión de la asamblea ciudadana es revocable, de manera que desde las bases nos podemos cargar a esas personas. En otros partidos hay que estar durante mucho tiempo, saber callar muchas cosas que ves y no te parecen correctas, porque de lo contrario tu vida dentro del partido corre peligro… Aquí puede que haya casos de corrupción, pero nuestra forma de organizarnos permite prescindir de estas personas desde el minuto uno.

Sin embargo, en la elección como secretario general de Pablo Iglesias, se puede ver similitudes entre su figura de liderazgo y la de otros partidos.la elección como secretario general de Pablo Iglesias

Su elección ha sido a través de los votantes en una asamblea. Sí es cierto que se ha respaldado la lista completa de Pablo, pero quizá hay quien ha entendido que ahora era lo más conveniente, optar por un grupo más cohesionado, porque tenemos que hacer muchas cosas en muy poco tiempo.

¿Esa falta de experiencia no les dificulta hacer campaña?

No lo sé, porque nunca hemos hecho una. Ten en cuenta que hace nueve meses no existíamos.

Por eso no me creo que un partido que ha nacido hace nueve meses y ahora figure como primera fuerza política de Navarra en las encuestas no esté sorprendido. ¿Cree que un fenómeno así puede repetirse?

No lo sé, nunca había vivido algo así. Pero tenemos a mucha gente trabajando con el convencimiento de que esto había que cambiarlo. Siguen creándose de forma continua nuevos círculos, y hay gente que está poniendo su alma y su trabajo, de forma gratuita por cierto, en esto, y se debe a que la sensación de hartazgo es inconmensurable. Eso ha provocado este terremoto.

En Navarra se habla a menudo de la posibilidad de un cambio, pero luego siempre gobiernan los mismos.

Lo que hace diferente a esta situación es que la gente ha llegado a un límite. Es como cuando pones agua a hervir: lo hace a 100 grados, pero a 80 no. Pero luego no puedes sorprenderte de cuando empieza a hacerlo.

Los resultados del Navarrómetro prácticamente dan inicio a la 'campaña'. ¿Espera muchos ataques?

No tengo ni idea. Sí sé que los partidos tienen a los medios de comunicación controlados y a un sistema financiero en connivencia, que les financiará la campaña de publicidad, porque al final gobiernan para su interés. Sabemos que tenemos un rival difícil, pero voy a confiar en que sólo habrá un abuso de esas habilidades económicas.

¿Cree que el Navarrómetro hará que los partidos se tomen a Podemos en serio?

Me parece que ya no toman en serio. La sociedad quiere una solución y ha encontrado una herramienta para ello, y ellos [se refiere a los partidos] tienen un problema.

Algunos partidos ya han lanzado este mensaje: que una cuestión es un sondeo y otra, el momento de ir a votar.

Tienen razón en eso. Pero que vean la tendencia y se preocupen, porque aún pueden perder más.

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