“En fiestas, en materia de igualdad, hemos avanzado mucho. Porque cuando empezamos con este tema, allá por 1985, cuestionamos ideas muy profundas. Incluso había un ‘Día del marido suelto’, así que se han conseguido cuestiones muy importantes”. Para Tere Sáez, sin embargo, eso no quita para que también queden otras por conseguir. La presidenta de Andrea, y técnica de igualdad en el Ayuntamiento de Estella, reconoce que hay cierta expectación en torno a los sanfermines de este año, sobre si se repetirán las agresiones sexistas de ediciones anteriores y cómo se reaccionará desde el Consistorio, tras la campaña realizada para evitar estos actos y mejorar la imagen de las fiestas.
En esa campaña, bien valorada en cuestiones de imagen pero no tanto en su continuidad, Sáez echa en falta algunas medidas como el recuerdo a Nagore Laffage, asesinada durante los sanfermines de 2008 por José Diego Yllanes. Por ello, la asociación Lunes Lilas ha convocado para este sábado un acto al mediodía en la plaza del Castillo de Pamplona en el que se recordará a la joven guipuzcoana. Con esta concentración, colectivos como el que encabeza Sáez exigen Justicia y no pasar página. Mejor que olvidar es estar concienciados.
Pregunta. Recordar a Nagore Laffage era una de las medidas que diversos colectivos han reclamado al Ayuntamiento de Pamplona para combatir las agresiones sexistas. ¿Por qué?
Respuesta. Cada vez hay más medidas igualitarias, pero es cierto que el asesinato de Nagore Laffage supuso un salto muy fuerte. Por ejemplo, con la realización de la obra de teatro ‘Voces y silencios. Pamplona, 7 de julio de 2008’. Recuerdo algo similar con el asesinato de Ana Orantes [calcinada por su marido en 1997 en el patio de su casa, tras denunciar décadas de maltrato]. Entonces hubo una reacción de los medios de comunicación y de todo el mundo. Con Nagore ha pasado algo parecido. Ha habido una mayor implicación, por ejemplo, de las peñas y de otros colectivos que antes no estaban, y que ahora peleamos para que ese asesinato no ocurra nunca a ninguna otra mujer.
P. Con Nagore Laffage, se puede cometer el error de recordar solo los detalles escabrosos, y olvidar que se trata de un asesinato machista.
R. Es verdad que hubo muchos debates escabrosos, que se habló mucho del caso como si fuera una lucha de clases, por ser él quien era. Pero también hay que recordar que ella fue asesinada por decir ‘No’. Y también que un caso de violencia de género necesita una Justicia reparadora. En este caso no se habló de asesinato sino de homicidio, y por eso seguimos pidiendo esa Justicia para ella y para su familia.
P. La asociación Lunes Lilas ha convocado la concentración por este tema, pero esperaban que ese paso lo dieran instituciones como el Ayuntamiento.
R. Sí, y seguiremos erre con erre. Creemos que sería bueno que, algún día de las fiestas, la fachada del Ayuntamiento luciera un lazo morado, algo para recordar a Nagore, para mantener la conciencia viva. Parece que hay cierta resistencia a hacerlo, a pesar de que este año sí se ha notado que el Consistorio ha consensuado algunas medidas importantes para combatir las agresiones sexistas en fiestas.
P. Usted, desde Andrea, recordó que hacía años que alertaban de este problema de las agresiones sexistas.
R. Sí, parece que el Ayuntamiento ha cambiado su actitud, porque hace un año negaban este tipo de agresiones, no las reconocían. Ahora ojalá no ocurra nada, pero esperamos que las medidas contra estas agresiones se mantengan, que se evalúe si el protocolo ha funcionado.
P. Que sean medidas continuadas y no una campaña puntual, simplemente como respuesta a lo ocurrido en el Chupinazo de 2013.
R. Exacto. El trabajo se sensibilización es muy importante en las peñas en las sociedades… Y hay que hacerlo todo el año, con talleres de autodefensa y logrando que la ciudadanía se implique para lograr espacios libres de agresiones.
P. Una de las medidas más llamativas de la campaña del Ayuntamiento ha sido repartir broches, camisetas e información contra las agresiones sexistas. ¿Estas medidas simbólicas tienen efectos reales?
R. Yo pienso que sí. Porque, con ellas, la ciudadanía demuestra de manera conjunta su rechazo a las agresiones sexistas. En unas fiestas donde predomina el blanco y el rojo, impacta ver un broche o un pañuelo morado.
P. El alcalde, Enrique Maya, también ha anunciado una mayor vigilancia policial de este tipo de agresiones durante actos como el Chupinazo. Sin embargo, parece difícil llevar a cabo esas actuaciones en un acto tan masificado…
R. Sí es bueno que la Policía conozca los puntos más conflictivos, que se detecten los espacios inseguros, pero no se puede poner a un agente en cada esquina. El objetivo es lograr una respuesta ciudadana, que demuestren que no consideran estas agresiones como algo correcto. Que respondan. Ahí está el control.
P. ¿Los medios de comunicación deben mostrar estas agresiones?
R. Depende. No es lo mismo sacar una imagen en un sentido morboso, en plan ‘Ven a San Fermín y mira lo que hay’, usando el cuerpo de una mujer, que incluirlo como una denuncia. Todo depende del comentario que acompañe a esa noticia.
P. Si este año aumentan las denuncias por agresiones sexistas, ¿sería una buena o una mala noticia?
R. Sacar estos casos a la luz es bueno. Lo que no se nombra, no existe.
P. Pase lo que pase en San Fermín, ¿qué medidas plantearía para combatir las agresiones sexistas después de las fiestas?
R. De cara al año siguiente, en el balance de estas fiestas debería incorporarse este tema como una parte más del mismo y no como si se tratara de algo especial. Sería un avance tratar este tema con transversalidad. Pero el trabajo hay que mantenerlo.
P. ¿Y que esa concienciación llegue incluso en los colegios?
R. Hay que llegar a los colegios, claro. Porque en las agresiones sexistas no se puede desvincular el trabajo de prevención de la violencia del fomento de la igualdad. Todo el año hay que trabajar para una sociedad igualitaria.