Las Urgencias afrontan otra cita clave para resolver sus horarios a ocho días de su apertura
Sigue la cuenta atrás para que, el próximo 8 de octubre, a las 08:00 horas, se abran las nuevas Urgencias del Complejo Hospitalario de Navarra, un nuevo edificio situado junto al antiguo Hospital de Navarra y que, desde la próxima semana, albergará todas las Urgencias de adultos. El ambicioso edificio, no obstante, se pondrá en marcha por ahora sin que haya acuerdo entre la administración y la plantilla sobre los nuevos turnos. Este martes, a las 13:00 horas, está prevista que en una nueva Mesa Sectorial de Salud se aborde el tema. Sin embargo, fuentes de la Comisión de Personal, la entidad que agrupa a los sindicatos, tienen pocas esperanzas de que el Gobierno Foral vaya a dar su brazo a torcer y auguran que, por tanto, mantendrá los nuevos turnos, incluido el polémico turno deslizante.
La cita es clave porque, en principio, puede ser el último cara a cara entre los sindicatos y la dirección antes del esperado estreno de las Urgencias. La semana pasada, en la última Mesa Sectorial convocada (el 22 de septiembre) tras la presión ejercida por los sindicatos durante dos meses y medio, estos pidieron al Ejecutivo que diera marcha atrás. Este martes esperan una respuesta. Fuentes del Sindicato de Enfermería SATSE no ven claro el acuerdo, pero no descartan que los trabajadores recurran los turnos por vía judicial. Desde el principio, las asesorías jurídicas de los sindicatos les han asesorado en este caso y, las centrales facilitaron a los trabajadores un modelo para recurrir esta decisión del Ejecutivo por la vía administrativa y les instaron a dejar por escrita su oposición a los nuevos horarios. Desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería incluso presentaron un recurso de alzada. Pero, si el Gobierno sigue adelante, a los empleados ya solo les quedaría la opción de recurrir de forma individual a la vía judicial.
Este es el estado de las cosas a apenas ocho días de la apertura de las nuevas Urgencias unificadas. Los grupos parlamentarios de la oposición ya lamentaron la semana pasada esta situación e instaron al Gobierno Foral a buscar una solución; los más críticos, caso de Bildu, Aralar-NaBai o Izquierda-Ezkerra, incluso mostraron sus dudas sobre la apertura de las Urgencias y si esta ofrecía “garantías”. Desde SATSE afirman, no obstante, que el servicio funcionará pese a las diferencias entre la plantilla y la dirección y que, por tanto, no hay necesidad de generar alarma. Aunque los sindicatos, como LAB, han insistido en la necesidad de plantear una negociación de los turnos. Y, mientras tanto, la comisión incluso apostó por una apertura gradual del nuevo edificio.
La nueva infraestructura
En sede parlamentaria, los representantes sindicales también denunciaron la semana pasada la falta de información en torno a la organización de las Urgencias y de la plantilla; y, así, los profesionales sanitarios ya han empezado a conocer por grupos el nuevo recinto. Está previsto que la Comisión Personal, por ejemplo, acuda a las Urgencias este miércoles. El Gobierno Foral también ha querido llegar a la ciudadanía a través de un comunicado para explicarle, a través de un mapa, a dónde tendrán que acudir a partir del miércoles de la próxima semana ante una urgencia de adultos. Las materno-infantiles, por su parte, seguirán atendiéndose en Virgen del Camino.
El Ejecutivo ha detallado, además, que el nuevo recinto contará con 3.500 metros cuadrados, frente a los 1.500 que sumaban hasta ahora entre los dos hospitales. En esa superficie habrá dos circuitos diferenciados, uno para pacientes leves y otro para graves. Además, se dispondrá de 15 salas y áreas especiales (hasta ahora eran ocho), seis salas de espera (antes, tres), un control de enfermería más, tres salas adicionales de radiología, un helipuerto en la azotea, salas especiales de aislamiento, un parking subterráneo de ambulancias… En definitiva, un largo listado de mejoras para un edificio que, sin embargo, iniciará su andadura con la oposición de los trabajadores por un nuevo sistema de horarios que, según denuncian, dificulta la conciliación de vida familiar y laboral.
