“A UPN Navarra y España le importan un pimiento, lo que quieren es recuperar el Gobierno”

El portavoz parlamentario de Geroa Bai, Koldo Martínez (Eskoriaztza, 1953), es también su candidato al Congreso. Las generales no son unas elecciones que se le den bien a la coalición, que las afronta mirando de reojo a las que de verdad importan y se celebran el mes que viene. “Nuestro programa tiene dos ejes fundamentales: defensa de la democracia, de los derechos sociales, y defensa del autogobierno. Los vemos en peligro. Hay partidos políticos de derecha y ultraderecha que atacan ambos conceptos”, asegura Martínez, que critica a los partidos que formaron el trío de Colón por su negativa a cumplir las transferencias pendientes, pero también porque suponen una amenaza para derechos sociales “consolidados” como los relacionados con la mujer, los colectivos LGTBI y la memoria histórica. “El autogobierno está más en peligro que nunca desde 1978”, subraya.

Autogobierno es bilateralidad, negociación. El Gobierno del cambio lleva cuatro años pactando…

Sí, y por ejemplo con la negociación del Convenio Económico recuperamos para Navarra 640 millones. Mucho dinero para un Presupuesto de 3.000 y pico o 4.000 millones. La negociación del quinquenio se disparó a raíz de que el Gobierno de Navarra hiciera sus cuentas y se negara, entre comillas, a pagar 84 millones al Gobierno del Estado. Y toda la oposición puso el grito en el cielo y se pusieron de parte el Estado.

UPN les acusa de querer acabar con Navarra como comunidad diferenciada, y ustedes de aliarse con un partido antiforal

A UPN Navarra y España le importan un pimiento, lo que quieren es recuperar el Gobierno. Porque piensan que el Ejecutivo era para ellos desde siempre y para siempre. Y llevan cuatro años sin tenerlo, lo han llevado muy mal. Navarra Suma es una operación diabólica, e infernal por las consecuencias que puede tener para Navarra. Se juntan con el mayor partido antiforal: Ciudadanos. Y eso deja a las claras que el objetivo de UPN no es defender el Fuero, sino recuperar el Gobierno, o lo que quede de él si Ciudadanos accede al Gobierno central. Ciudadanos es un partido antiforal y centralista, todo el mundo excepto UPN lo ve, e incurre en una grave contradicción. Es una operación miope, que pone en juego el consenso básico de que el Fuero no se tocaba. Esparza se ha lanzado a una aventura loca.

¿Y por qué ese movimiento? ¿Temor a la ultraderecha?

En Navarra la ultraderecha ha estado agazapada en UPN. Se nota el miedo a que les abandonen. En 2015 se echaron al monte y han hecho seguidismo del PP más montaraz y aguerrido. Defensa a ultranza de lo que ellos creen que es España, y lo español, y lo bueno, y lo justo. Y ahora le ha surgido de sus propias entrañas Vox.

¿A quién apoyará como presidente del Gobierno si llega al Congreso?

Tenemos clarísimo que el diputado de Geroa Bai irá al Grupo Mixto y votará a favor de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno si se compromete a seguir profundizando en la democracia, los derechos sociales y el autogobierno de Navarra. Pondremos todo lo que esté en nuestra mano para frenar a las derechas, y por eso tampoco votaríamos a un Pedro Sánchez que pacte con Ciudadanos. Lo decimos así de claro, y nos gustaría que María Chivite fuera igual de clara a la hora de decir si va a apoyar a Esparza como presidente de Navarra.

¿Afectarán las negociaciones de Madrid a Navarra?

Sí, pero nosotros en 2015 ya dijimos que hubiéramos preferido que el PSN se sumara a las fuerzas del cambio, habríamos sido 33 parlamentarios en lugar de 26. El cambio habría sido distinto, pero en aquel momento el PSN puso sus líneas rojas y se quedó donde se quedó. Es cierto que no votó en contra de Uxue Barkos, pero lo cierto es que a lo largo de estos 4 años el PSN se ha puesto más del lado de esa derecha que luego se manifestó en Colón contra el PSOE. Es una de las contradicciones del PSN, y creo que la ciudadanía lo recuerda.

Y el cuatripartito, ¿repetirá?

El acuerdo programático fue un logro impresionante, en un momento concreto, y de cuatro fuerzas muy diferentes. Éramos conscientes de que era en ese momento o no era, y la gente tenía muchas ganas de cambio. El acuerdo ha funcionado, hemos aprobado cuatro presupuestos… solo al final cada uno hemos ido más por nuestro lado.

Podemos ha sido el punto débil

La bronca interna de Podemos ha generado mucha tensión. Y ha demostrado que el partido estaba unido con hilvanes. Nos hemos esforzado mucho en ayudarles en esta parte final de la legislatura, pero han sido los más problemáticos, sin ninguna duda. Y también han sido los que han dificultado la unión de cara al Congreso. Vamos juntos al Senado, pero la mochila de Bildu pesa mucho. Y eso que en el acuerdo programático recogemos cuestiones en torno a la violencia muy aceptables -a mí me hubiera gustado ir más allá- pero ni por esas. Creo que a Sortu no hay que marginarle, sino darle la mano para que se atreva a más.

Insiste mucho en las transferencias pendientes.

Desde 2011 no ha habido ninguna transferencia a Navarra. Pedimos que se cumpla una ley tan básica como la LORAFNA, no queremos ni más ni menos que eso. Tráfico, I+D+i y Seguridad Social son las más fundamentales. Navarra ingresa unos 12 millones de euros en multas que van directamente al Estado; si nos transfirieran I+D+i como está en la CAV ingresaríamos unos 22 millones. Y no son solo importantes por el dinero, sino por el reconocimiento legal del autogobierno. Cumplir la ley.

¿Por qué la transitoria cuarta y la Ikurriña siempre vuelven en campaña?

Somos partidarios de nuestro Fuero, de nuestro autogobierno, y de una relación bilateral de igualdad entre Navarra y el Estado. Así hemos funcionado estos cuatro años. La Constitución tiene la transitoria cuarta, es cierto, pero también tiene la disposición adicional primera, que dice que el Estado promoverá y garantizará los derechos históricos de las comunidades forales. Esa es la disposición que nos importa, y la que está en riesgo ahora.

En cuanto a la Ikurriña, hay sectores de la sociedad navarra que sienten como algo propio, y nosotros somos partidarios de no imponer y no impedir. Por eso derogamos la ley de símbolos, no porque quisiéramos derogar los símbolos, sino los aspectos sancionadores de esa ley. Porque si hay un ayuntamiento que quiere poner la Ikurriña debe poder hacerlo, junto con los símbolos oficiales de Navarra. Pero una cosa es Leitza y otra Tudela, también lo sabemos. No imponer, no impedir. Y hablamos siempre de administración local, no del Gobierno de Navarra.

¿Debe España legislar sobre la eutanasia?

Sí, creo que es necesario que legislemos ya. Se ha avanzado mucho desde la aprobación de los derechos del paciente terminal con el consentimiento informado de la Ley General de Sanidad y también con el documento de voluntades anticipadas, en el que se puede decir qué tipo de tratamiento quiere y hasta cuándo. También son muy importantes los cuidados paliativos, y en Navarra tenemos un servicio ejemplar, incluso a domicilio. La eutanasia y el suicidio asistido son muy distintos, y creo que hay que despenalizarlos. Pero hay que poner muy claras las salvaguardas para que a nadie se le obligue a morir si no quiere, ni a vivir si no quiere tampoco.