Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española: “El silencio fue un arma terrible de humillación de las víctimas y de autodefensa de los abusadores”
- Este próximo viernes 22 de noviembre en Pamplona, este periódico ha organizado una mesa redonda bajo el título “Los abusos sexuales de la Iglesia en Navarra: la verdad no prescribe”.
El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, ha inaugurado este jueves el “XXX Curso de Actualización: La protección de los menores en la Iglesia. Otras cuestiones de actualidad”, organizado por la Universidad de Navarra. Blázquez se ha referido a los casos de abusos sexuales a menores a manos de miembros de la Iglesia y ha asegurado que “hay que desenmascarar estos hechos que han dañado profundamente a las víctimas y humillado a sus familias, que han contaminado a la Iglesia y a la sociedad”.
Blázquez ha incidido en que sería conveniente hacer un repaso histórico porque este fenómeno “no ha surgido por generación espontánea, y es bueno que hagamos un repaso a los protocolos que tenemos en la Iglesia”. En la actualidad, la Conferencia Episcopal está redactando un Decreto General sobre la protección de los menores y de las personas vulnerables que “va a seguir las líneas del Vaticano”. Al respecto, el presidente de los obispos ha señalado que lo deseable es que “haya un principio de unidad entre todas” las diócesis y congregaciones religiosas para responder ante los abusos a menores. A pesar de ello, Blázquez ha señalado que “la norma canónica que tenemos es buena y se abarcan todos los elementos necesarios para llevar a cabo un proceso como hay que llevarlo”.
Sobre estos abusos sexuales ha señalado que es “un fenómeno que nos afecta a todos, que no es exclusivamente de las iglesias evangélicas y de la iglesia católica, pero por desgracia también en el ámbito eclesial ha tenido lugar”. Ha añadido que “estamos ante un problema universal y transversal que se verifica en todas partes y que su monstruosidad no disminuye por producirse dentro de la Iglesia”. Blázquez ha explicado que el silencio ha sido muy importante: “El silencio fue un arma terrible de humillación de las víctimas y de autodefensa de los abusadores. La misma sociedad y no solo la iglesia tenía una forma de actuar convergente. Es la cultura de un silencio opresor, de un silencio impuesto por ambiente, por tradición. Es un fenómeno que a todos nos ha causado un profundo sufrimiento”.
El cardenal se ha referido a la cumbre celebrada este febrero en Roma con el Papa, en la que ha asegurado que la Iglesia “ha dicho sí a las víctimas, a escucharlas, a acompañarlas y a defenderlas ante los abusos de cara al futuro; hemos dicho sí a las familias; hemos empatizado con su sufrimiento; y hemos garantizado la colaboración con las autoridades civiles para que no queden impunes ni se oculten estos atropellos vergonzosos”. Ha afirmado que ese encuentro “era una deuda que todos habíamos contraído, con la responsabilidad que cada uno tuviera, ante Dios en primer lugar, ante las víctimas, ante las familias, ante la Iglesia y ante la sociedad en la historia”.
Este próximo viernes 22 de noviembre en Pamplona, este periódico ha organizado una mesa redonda bajo el título “Los abusos sexuales de la Iglesia en Navarra: la verdad no prescribe”. En ella van a participar algunas de las personas que sufrieron abusos sexuales en varios centros religiosos de Navarra, y que contaron su testimonio en el Parlamento de Navarra.