Las ciudades se vuelven cada vez más deshumanizadas: les falta espacios de relación y encuentro social, cada vez hay más asfalto y menos áreas verdes y, lo que es más importante, no cuidan a sus ciudadanos, a sus familias ni a los niños y niñas que deberían ser su principal preocupación porque ellos son los ciudadanos del mañana.
¿Cómo podemos hacer de las ciudades lugares agradables y seguros para niñas y niños y motivarlos a salir nuevamente a la calle? Sandra González, arquitecta gallega, ha centrado su trabajo La Ciudad del Mañana/ A Vila do Mañá justo en este objetivo. Hace unas semanas participaba en la Child in the City World Conference de Viena, que este año llega a su novena edición. Ella ha sido una de los 100 ponentes procedentes de 38 países diferentes de todo el mundo que han expuestos buenas prácticas y acciones para convertir las ciudades en más family friendly.
¿Cómo nace el proyecto La ciudad del mañana -A vila do mañá?La ciudad del mañana -A vila do mañá
Cuando me licencié como arquitecta vivíamos en tiempos de crisis, una crisis provocada porque vendimos nuestras ciudades, vendimos nuestros espacios... El planeamiento urbanístico no supo dar respuestas a las necesidades de las personas, creó ciudades basándose en el valor del dinero. Eso provocó una enorme crisis social y financiera.
El término “crisis” comienza a olvidársenos... y nuestras ciudades siguen igual. No hemos aprovechado la oportunidad de repensarlas, de buscar otros mecanismos para hacerlas. Y ante esta situación nace A Vila do Mañá. Surge como un proyecto reivindicativo, necesitamos que la ciudad sea nuestra y sobre todo de los que serán sus habitantes del futuro: los niños.
¿En qué se inspiró?
No tiene una inspiración, nace del intento de entender la visión que tienen los niños de su ciudad y de intentar hacerlos partícipes de ella. Para mí este proyecto es una provocación hacia el mundo de la educación. ¿Cómo es posible que la infancia actual no se relacione con su entorno, ni siquiera lo conozca?
Hemos observado a lo largo del proyecto que los niños de hoy viven en una caja, se mueven en una caja más pequeña –el coche– y llegan a una caja más grande: el colegio, el centro comercial, el polideportivo o los propios parques infantiles. Desconocen la ciudad que habitan, lo cual supone un gran problema porque son sus habitantes del futuro.
¿En qué ciudades y villas se ha llevado a cabo? ¿Solo en Galicia?
Se inició en el 2016 en el Ayuntamiento de Rianxo. No tenía nada claro de que fuese a funcionar, pero funcionó. Desde esa fecha hemos estado en Verín, Mondoñedo, Bertamiráns, A Pobra do Caramiñal, Ribeira, Milladoiro, Carballo, Bueu, Vilagarcía de Arousa, Cambados, Arteixo y Ferrol. Por ahora solo hemos trabajado en villas y ciudades de Galicia.
¿Qué tipo de dinámicas hacen a los niños y jóvenes? ¿Sobre qué aspectos y valores?
La Ciudad del Mañana son talleres de 5 días de duración. El primer día es el de toma de contacto. ¿Cómo ven la ciudad que habitan? Nos interesa mucho su visión para poder complementarla.
Los siguientes días se trabaja el espacio urbano, reduciéndolo a elementos simples: la línea, el plano y el elemento tridimensional. Se invaden espacios que habitualmente nos están vetados, porque el coche se ha convertido en el rey. El espacio urbano se vive, se juega, se disfruta, y eso nos hace generar una identidad con él. Se trabaja también el concepto de escala y se relaciona con los espacios de la ciudad. En general, las ciudades no están construidas teniendo en cuenta la escala infantil.
Por último, después de haber trabajado la escala, la percepción, el espacio urbano, la ciudad, la sostenibilidad, las piezas de arquitectura contemporánea o las patrimoniales, se les pide que nos hagan una propuesta para una zona.
¿Por qué tenemos que implicar a los niños en la arquitectura urbana?
Es necesario porque son sus habitantes del futuro. Habitualmente en el planeamiento urbanístico no se les tienen en cuenta. Bueno, tampoco es que se tenga muy en cuenta al resto de ciudadanos. A día de hoy, las ciudades en su mayoría se construyen basándose en motivos económicos. No hemos aprendido nada de la crisis.
Los niños no van nunca solos por las calles. ¿Qué pasa con el tema de la seguridad?
En el momento en el que hemos perdido el espacio urbano o lo hemos abandonado y ha sido totalmente invadido por los vehículos, las calles se han vuelto más peligrosas y conflictivas. Lo afirma Tonucci: 'En los últimos decenios, y de una manera totalmente evidente en los últimos cincuenta años, la ciudad, nacida como lugar de encuentro y de intercambio, ha descubierto el valor comercial del espacio y ha alterado todos los conceptos de equilibrio, bienestar y comunidad para seguir solamente programas de provecho, de interés. Se ha vendido, se ha prostituido.[...] La ciudad es ahora como el bosque de nuestros cuentos'.
Realmente esta es la situación actual. O recuperamos las calles para las personas, o nos veremos obligados a vivir hacinados en nuestras cajas. Por eso uno de los objetivos principales de La Ciudad del Mañana es recuperar las ciudades para nosotros, para las personas.
¿Escuchamos a los niños lo suficiente? ¿Qué medidas se podrían tomar
para que realmente fueran partícipes de la vida en sociedad?
No se escucha en general a las personas para crear las ciudades. Si el mecanismo que se usa (el Planeamiento Urbanístico) no ha sabido dar respuesta a nuestras necesidades, a lo mejor hay que repensar este mecanismo. En los años 70 con Oriol Bohigas y Manuel Solá-Morales ya se ponía en cuestión el Planeamiento Urbanístico, pero su estrategia de Proyecto Urbano quedó en el olvido. A lo mejor es el momento de replantearnos el futuro de nuestras ciudades y los elementos que utilizamos para construirlas.
Hoy en día se habla mucho de la participación ciudadana. Pero si no creamos métodos para que los ciudadanos conozcan y tengan sentido crítico, se queda en mero “participacionismo”.
Participa en la Bienal de Arquitectura de Venecia y en el Child in the city world conference de Viena. ¿Cree que España está avanzada o le faltan proyectos realmente innovadores? ¿Qué se está haciendo en el mundo con las ciudades y qué podríamos aplicar?
En España hay fantásticas estrategias y grandes técnicos que están llevando a cabo proyectos fascinantes e innovadores. Creo que la crisis nos hizo reflexionar a un gran número de personas sobre la posibilidad de otra realidad. Hace unos meses en Pontevedra se creó el I Bienal Internacional de Educación en Arquitectura para la infancia y la juventud, y muchos proyectos de los que participábamos estaban creados en España.
Creo que no hace falta mirar fuera de nuestro territorio, tenemos un ejemplo de cómo una ciudad puede cambiar y convertirse en vivible, segura y que cuenta con los niños. Estoy hablando de Pontevedra. Sin ir más lejos hay un artículo reciente enThe Guardian en el que compara Pontevedra con el paraíso.
¿Cómo ve el futuro?
Creo que el futuro de la ciudad son los niños. Si una ciudad es buena para ellos, lo es para todos.