Recursos para acompañar a adolescentes y potenciar su autoestima

Sara Luque

28 de marzo de 2023 22:26 h

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La adolescencia es un momento complejo, lleno de cambios y experiencias. No son niños, pero tampoco son adultos, y la percepción sobre su cuerpo, sus emociones y sus relaciones se está transformando. Quieren explorar, empiezan a tomar decisiones movidos por su propio criterio, su concepto de lo bueno y lo malo toma forma según sus vivencias. Los valores familiares permanecen, pero es el momento de conocer otras realidades, fuera de casa, que les ayudarán a forjar su propio sistema de valores, sus intereses y su identidad.

“La realidad adolescente es la transformación y la coexistencia de intensos cambios cognitivos, físicos, emocionales y sociales. Su cerebro pasa por un momento de cambios profundos que provocan que se arriesguen y actúen de forma impulsiva sin que puedan evitarlo. Recuerda: lo que les pasa no es personal, es cerebral”. Así lo explica la educadora social Sara Desirée Ruiz en su nuevo libro Te necesita aunque no lo parezca (Grijalbo, 2023), una guía de recursos para acompañar a adolescentes y potenciar su autoestima.

Sara Desirée está especializada en adolescentes, con quienes trabaja desde hace más de veinte años. Autora de El día que mi hija me llamó “zorra” (Almuzara, 2022), se dirige con esta nueva publicación a familias y a profesionales que trabajen con adolescentes. Su objetivo es ayudarles a acompañar el desarrollo de la autoestima y la construcción de la identidad que se da en esta etapa. Lo hace, además, pidiendo la participación activa de quien lee el libro. La autora invita a coger papel y boli y tomar nota de pautas y recomendaciones.

Para enfrentarse a la nada fácil tarea de servir de acompañamiento a las personas adolescentes en el desarrollo de una buena autoestima, Sara Desirée incide en la importancia del aprendizaje y la comunicación: “Lo primero que siempre invito a hacer es aprender. Necesitan que les expliquemos las cosas de una determinada manera, que las escuchemos de una determinada manera, que atendamos sus demandas cuando las hacen. Es importante que trabajemos en la comunicación porque ahora la relación se va a transformar. La adolescencia es un momento de nuestro ciclo vital muy ambivalente; nos estamos despidiendo de la infancia y empezamos a experimentar muchas cosas por primera vez. Necesitamos a personas adultas que puedan acompañarnos”.

Identidad, valores y autonomía

Es habitual que los adolescentes entren en conflicto con lo que las personas adultas de su entorno esperan de ellos. Están creando su propia identidad y para ello, necesitan conocer otras realidades, otras formas de vivir, otros valores. Para lograr que esa construcción de la identidad se dé en las mejores condiciones y esté acompañada de una buena autoestima, es fundamental que las familias entiendan, tal como explica Sara Desirée, que se trata de un proceso natural.

“Cuando conocen a otras personas adolescentes, empiezan a conocer otros valores que les impulsan a tomar las decisiones que toman y a hacer las cosas que hacen. Ahí empieza el proceso de prueba y descarte: miran a su familia y analizan y contrastan esos valores que tienen y que han aprendido con los que están descubriendo. Y de toda esa revisión, de ese análisis, van a surgir esos nuevos valores que van a guiar las decisiones de estas personas que ahora son adolescentes. Esto debe ser así para que esta persona nueva, a la que han acompañado hasta el momento y ahora es adolescente, pueda empezar a construir su propia identidad y sentirse ella misma lo máximo posible: conocer sus intereses, saber las cosas que le gustan y comprometerse con ellas mismas, con una forma de ser, de pensar y de hacer las cosas”, cuenta.

Identificar y poner en valor nuestra identidad durante la etapa adolescente nos servirá para caminar por la vida con mayor seguridad, confianza y autonomía cuando lleguemos a la adultez. Lejos de entender la adolescencia como ese momento de quejas y desencuentros, de incomprensión y frustraciones, es un tiempo para escuchar, dar espacio y tener presente la relevancia que adquiere trabajar en su autoestima. “Tener confianza en nosotras mismas es muy importante para ser autónomas y así es como debemos acompañar a las personas que están en desarrollo, intentando que sean lo más autónomas posible, que cada vez confíen más en sus propias capacidades para salir adelante. Si no tenemos confianza en nosotras mismas, no somos autónomas, no nos atrevemos a tomar ciertas decisiones, nos quedamos siempre en una parcelita donde nos sentimos más o menos seguras. Hay que tenerlo en cuenta para disfrutar al máximo de nuestra vida, arriesgarnos cuando sea necesario arriesgarse, poder salir adelante aunque nos caigamos y nos equivoquemos y saber que, aunque experimentemos algunos fracasos, eso no define lo que somos”, explica la autora.

Estar, pero sin invadir su espacio

Aprender a analizar y detectar qué comportamientos son propios de la edad y cuáles motivo de preocupación es primordial. Según Sara Desirée, algunas señales de alarma pueden ser: cambios drásticos en su alimentación, en su rutina de sueño, en su rendimiento académico o en las actividades que realizan a diario. Para padres y madres, la adolescencia es ese momento en el que se activan miedos nuevos. ¿Con quién se relaciona? ¿Por qué zonas se mueve? ¿Qué hace cuando está fuera? ¿Y si le pasa algo? Es entonces cuando aparece la tentación de actuar desde la desconfianza y el excesivo control. Por el contrario, lo recomendable es huir de los comportamientos autoritarios y demasiado restrictivos. “En esta etapa no se puede actuar desde lo autoritario, desde lo invasivo, prohibiendo cosas, censurando o castigando constantemente, porque no es educativo. Para poder impactar lo mínimo posible en su desarrollo, en su autoestima, e ir a favor de las tareas evolutivas de este momento es importante que sepamos cómo podemos atender todo esto, que tengamos la información, que podamos detectar cuándo intervenir y que sepamos cómo intervenir. Todo esto no es fácil, ni es rápido. Por eso siempre digo que se preparen lo antes posible”, asegura Ruiz.

De la mano del conocimiento sobre lo especial de esta etapa, la comunicación y la observación del comportamiento de la adolescencia, va la necesidad de demostrarles amor y cariño: “Diles a diario que son queridas y valoradas. Usa palabras, gestos o acciones, pero es importante que lo hagas sin esperar nada a cambio. No te abrazarán o te devolverán un comentario agradable, pero no te desanimes”, escribe la autora en Te necesita aunque no lo parezca. “No seas el ejército que ataca su imperio, sé la mano que las ayuda a sostener su corona y a proteger a su pueblo”, aconseja