Vicky Gastelo vuelve con nuevo disco: “Tenía la premisa de no escribir cosas tristes”
Cercana, atenta y arrolladora. Vicky Gastelo (Torrelavega, 1975) da la impresión de ser mucho más que una cantautora que busca el reconocimiento de los demás. Está cumpliendo sus sueños y es feliz. Además, es muy consciente de las alegrías que le aportará este nuevo álbum, y es que 'Lo he vuelto a hacer' está cargado de energía y de buen rollo, justo igual que su compositora. “La vida me está dando con el viento de cara”, confiesa risueña.
Amiga de Rulo y de artistas de la talla de Rozalén, Andrés Suárez o Funambulista, reconoce sentirse muy apoyada por sus compañeros, aunque las modas musicales no son lo suyo y prefiere mantenerse fiel a lo que le sale de dentro. “Ahora no me voy a poner a escribir reggaeton”, reconoce entre risas.
Este viernes 16 de noviembre, la compositora y cantante visitará Santander para confirmar que ha vuelto al mercado discográfico pisando más fuerte que nunca. Todavía queda Gastelo para rato.
Cantautora y compositora, pero… aparte de eso, ¿quién es Vicky Gastelo?
Es una chica de Torrelavega muy familiar, muy positiva, emocional, muy amiga de sus amigos y, sobre todo, sencilla.
¿Cómo condiciona no haber nacido en una gran ciudad a la hora de comenzar una carrera?
Bueno… yo creo que no importa tanto donde naces sino lo que haces después. A mí Torrelavega, por ejemplo, me dio la posibilidad de presentarme a mi primer concurso de música, ganarlo, volver a presentarme al año siguiente y volver a ganarlo. Y siendo en un sitio pequeñito, también me dio la posibilidad de imaginar que podía dedicarme a eso que era mi sueño. Al final, los compositores y artistas nacemos en unos lugares pero luego, claro, hay que volar.
En este disco ha contado con el apoyo de artistas de todo tipo, lo que deja entrever que es una cantautora muy reconocida entre sus compañeros…
Sí, pero por ejemplo el tema que toco con Andrés Suárez en este disco lo llevamos cantando desde hace muchos años. Lo que pasa es que es la primera vez que les lío para mis cosas, mas allá de invitarnos a los conciertos, lo que es muy habitual entre nosotros. Pero me siento muy respaldada y muy querida por ellos.
Rulo y usted son amigos… ¿La 'tierruca' une?
Supongo que sí. Seguro que nos unió mucho el hecho de ser cántabros, pero lo que nos pasó es que teníamos a Rebeca Jiménez como amiga común. Ella estaba haciendo una colaboración, o algo así, con Rulo, y le dijo que teníamos que conocernos. Así que nos conocimos, nos invitamos a cantar y luego resultó que teníamos un montón de amigos en común. El problema después es juntarse, porque a veces parece que vas a coincidir pero es difícil, hasta cuando vas a tocar... Es que andamos siempre de la ceca a la meca. Pero Rulo es un tío increíble, generoso, muy talentoso y muy cariñoso.
¿Cómo es el proceso en el que una cantante comienza a componer para otros?
Pues fue en Sony Music, en el primer disco que firmé con ellos. Allí me hablaron de la editorial musical, que no sabía lo que era porque hasta ese momento pensaba que las editoriales solo eran de libros, fíjate cómo llegaba yo (risas). Me dijeron que creían que mis canciones podían ser cantadas por otros artistas y me lancé a probarlo. Un día hicimos un texto, otro día hice una adaptación en otro idioma, otro día me llamaron para hacer publicidad.... Y otro día me llamó Marta Sánchez emocionada diciéndome que quería una canción mía.
La verdad es que mis canciones llevan mucho tiempo funcionando en los discos de otros y eso da la tranquilidad de que algo estoy haciendo bien. Porque que valgan para ti es una cosa, pero si ya lo cantan otros artistas... da seguridad. Pero básicamente es como se hacen a veces los oficios: poco a poco. Fui descubriendo y para adelante, trabajando y trabajando.
'Lo he vuelto a hacer' es un alegato al buen rollo. Algo un poco alejado de su estilo más conocido hasta ahora. ¿Por qué este cambio?
Yo siempre digo que cuando estás escribiendo las canciones, estas te acompañan en los momentos que pasas y si tú pasas una temporada un poco más difícil (porque la vida a veces tiene esas cosas) pues escribes desde otro sitio diferente al de cuando estás bien. Para este disco me había ido a vivir a Barcelona -con esa luz tan maravillosa que en el norte no tenemos- y ese cambio de aires sumado a la vida, que claro, con el viento de cara va mejor, dieron como resultado un álbum más positivo.
En contraposición, en el disco anterior mi madre había pasado por una enfermedad y eso influye... Aunque mucha gente ve también que a pesar de cantar desde la nostalgia -que no desde la tristeza- siempre trato de buscarle la vuelta, y yo creo que por eso también gusta. Pero además de eso, esta vez tenía una premisa que era no escribir cosas tristes porque la vida ya es bastante dura para todo el mundo. También quería dar otra versión de mí, ofrecer otra manera de escribir... Sobre todo porque lo necesitaba yo.
¿Es difícil mantenerse fiel a una misma con una industria musical basada en el éxito momentáneo y caduco?
Creo que no es difícil porque yo escribo desde mi corazón, desde mi cabeza, desde mi experiencia y desde mi vida, es decir, desde las cosas que me pasan. Sé que tengo que ser honesta con lo que siento y con cómo veo la industria... Empecé estudiando clásico en el Conservatorio de Torrelavega y luego me fui al Jesús de Monasterio de Santander, así que yo nunca he jugado en la liga de las modas porque empecé mi carrera escuchando a Chopin o Schumann. Lo que tienes cuando tu carrera empieza así, es mucho respecto por la música y por lo que haces, por la disciplina y porque todo esté bien hecho. Por eso las modas no van conmigo... Y sí que se evoluciona, se investigan otros sonidos, pero de repente no me voy a poner a escribir un reggaeton.
¿Qué opina de un concurso como Operación Triunfo?
Creo que se aleja de la realidad, pero eso ya lo saben los que están dentro. OT es una plataforma maravillosa para darse a conocer, y el que quiera escoger ese camino, y además le seleccionan, es una maravilla. Lo que pasa es que ya llevan muchas ediciones y ya saben lo que hay, que es que están un ratito en la tele y después llega el oficio y lo complicado de mantenerse, de hacer buenas canciones si compones, de conseguir buenos temas si no lo haces... Por tanto, OT está muy bien como plataforma, como oportunidad, pero después empieza la vida real.
Pertenece a una corriente de artistas que se caracterizan por ir un poco contra corriente. Una especie de 'indies' que se alejan de lo comercial… ¿Está de acuerdo?
No creo que sea indie porque no me meto en el mismo saco que Vetusta o Izal, pero sí que es verdad que he estado más en un mundo más independiente que comercial. También me ponen en sacos como el de cantautora y no creo que importe mucho porque a veces leo entrevistas de compañeros y, al que le meten en indie dice que no se cree tan indie, y al que le meten en pop dice que se cree más indie que pop. Entiendo las etiquetas porque existe la necesidad de presentar lo que tú haces para alguien que no te conoce, pero luego no es tan importante, porque lo que más te identifica son las canciones.
Sí que es cierto que en nuestra música, que es muy de boca a boca, es necesario poner etiquetas porque la gente a veces dice “este es muy amigo de ese”, o, “este canta como ese”... Y esas cosas ayudan a entenderse y a darse a conocer. Sin embargo, a veces esos clichés hacen más mal que bien y hay gente que admite que como algo sonaba en los 40 Principales no le dio la oportunidad porque pensaba que no iba a ser tan bueno. Y eso es triste.
Viene a Santander el día 16 de noviembre. Imagino que tendrá entre el público a amigos, familiares, habituales de sus conciertos y nuevas caras... ¿Quién le hace más ilusión que vaya?
Me hacen ilusión todos y me paso todo el concierto sonriendo. De hecho, me tengo que concentrar mucho porque mire para donde mire siempre me sorprendo con alguien que ha venido. Ahora, en cierta forma, eso también me pasa en Madrid, donde veo a mis compañeros de profesión abajo. Pero cuando vuelva a casa el día 16 me pasará viendo a gente de la universidad, a profesores del conservatorio, a mis primos, a hijos de amigos... Será un día muy especial.
Si tuviese que elegir el mejor momento que le ha dado su carrera, ¿cuál escogería?
No me podría quedar con uno, así que diría dos. Como momento lejano quizá el día que Antonio Vega me invitó a abrir su concierto en el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid. Esa fue la primera o la segunda vez que abría un concierto de alguien grande y todo vino porque teníamos el mismo editor y dijo que quería que cantase yo. En ese momento había una puja de muchos grupos por abrir ese concierto, pero escuchó mi 'Ahórrate las flores' y me escogió. Fue impresionante.
Y como momento cercano escogería la presentación en Madrid. Llevaba dos años sin tocar y había pasado una semana con muchos nervios organizándolo todo. Al salir al escenario, el público estaba en pie y disfruté tantísimo... Desde la primera canción hasta la última.
Pero mejores momentos hay muchos, esa es la magia de la música. Por ejemplo, me emociona mucho cuando estoy cantando en algún sitio pequeñito y veo a alguien del público llorando sin parar. En ese momento me dan ganas de bajar y darle un abrazo porque esa persona lo está pasando igual que yo cuando escribí la canción. También es mágico cuando tú escribes pensando en un amigo y alguien, cuando te escucha, piensa más en una relación de pareja, es guay esa vuelta que se le da a la música de que cada uno piense según sus circunstancias... Otra cosa curiosa que me ha pasado es escribir algo que termina ocurriendo, como una especie de canciones premonitorias.
Al final, la gente que nos sigue y nosotros no somos muy diferentes. Nos mueven las mismas cosas, nos duelen las mismas cosas, nos emocionan las mismas cosas y yo siempre digo que la suerte es que nosotros podemos ponerle música a eso.