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La ausencia de Urkullu, las protestas de las familias y el amianto: la crisis por el derrumbe de Zaldibar impacta en la precampaña

Imagen de un helicóptero tratando de apagar un incendio en el vertedero provocado por el derrumbamiento

Maialen Ferreira

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El derrumbamiento el pasado jueves del vertedero de Zaldibar que ha sepultado a dos trabajadores –que aún siguen en paradero desconocido– mantiene en vilo a la sociedad vasca. Desde que ocurrió, las labores de rescate, el hecho de que aparecieran restos de amianto entre los residuos, el papel del Gobierno vasco ante la crisis y las críticas ciudadanas han generado un aluvión informativo. Estas son las claves para entender qué está ocurriendo en la crisis de Zaldibar.

1. El vertedero

El vertedero, propiedad de la empresa privada Verter Recycling 2002 SL, está ubicado en la localidad de Zaldibar, concretamente en el barrio de Eitzaga. A pesar de pertenecer a la provincia de Bizkaia, se encuentra en el límite entre Bizkaia y Gipuzkoa. 

La última inspección del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco se realizó el 10 de julio de 2019 y en ella según ha explicado este lunes la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, en el vertedero había cosas pequeñas que no se estaban haciendo bien“, pero, que en ningún caso apuntaban a que existiera un ”riesgo de inestabilidad“, a pesar de que la instalación se encontraba al 75% de su capacidad máxima, cuantificada en 2,4 millones de toneladas y que, como ha publicado 'El Correo', uno de los trabajadores atrapados ya había alertado en las horas previas de la avalancha de la existencia de grietas y corrimientos. 

Según datos oficiales de Medio Ambiente, “la entrada total de residuos registrada en el vertedero fue de 379.689 toneladas en 2017; de 540.667 toneladas en 2018, y de 510.994 toneladas en 2019”. Y añade: “En lo que se refiere a las entradas de materiales de construcción que contienen amianto (placas, tuberías y canaletas de fibrocemento, principalmente), las entradas fueron de 2.954 toneladas en 2017; 2.592 toneladas en 2018, y 4.235 toneladas en el año 2019”. Son casi 10.000 toneladas potencialmente peligrosas. 

2. El derrumbamiento

A las 16:00 horas del jueves 06 de febrero tres operarios de la empresa Verter Recycling se encontraban trabajando en el vertedero de Zaldibar (Bizkaia) cuando, uno de ellos, que estaba montado en una grúa, se percató de que el suelo se movía. Rápidamente una avalancha que arrastraba árboles y tierra a su paso comenzó a caer ladera abajo durante unos minutos. Milagrosamente, la grúa se detuvo sobre una montaña de escombros y el operario que iba en ella, salía ileso. La angustia llegó cuando al mirar a su alrededor no encontraba sus dos compañeros tras el desprendimiento en el que se desplazaron –según la Diputación de Bizkaia– medio millón de metros cúbicos de terreno desde el vertedero, hasta la AP-8 y la N-634, carreteras que quedaron cortadas. Los residuos se movieron en dos direcciones :una, sobre la autopista, otra, hacia el barrio de Eitzaga. 

3. La búsqueda de los desaparecidos 

Poco después del derrumbe comenzaron a llegar los servicios de emergencia con un helicóptero de la Ertzaintza, drones, personal de rescate de montaña y la Unidad Canina, acompañados de dotaciones de bomberos forales para rescatar a las dos personas. La búsqueda duró –sin éxito– hasta la 01:00 de la madrugada del viernes 7 de febrero, momento en el que se encontró amianto en la zona y las excavaciones fueron suspendidas temporalmente. 

Durante las horas posteriores a la avalancha, los cuatro carriles de la AP-8, una de las principales arterias de la red viaria vasca –con 23.500 vehículos diarios– y la tercera autopista más antigua de España, quedaron inutilizados a la altura de Zaldibar en ambas direcciones. Esto provocó retenciones kilométricas en ambos sentidos, aunque horas más tarde se logró liberar un carril en cada dirección. 

A las 09:30 horas del viernes 7 de febrero, Interbiak –titular de la autopista– habilitó un by-pass en la A8 entre Ermua y Eibar para recuperar parcialmente la circulación en la vía, mientras que en la N-634 se abre la circulación a la totalidad. A esa hora responsables de Emergencias, Osakidetza, la Diputación, Interbiak y el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales (Osalan) se reunieron en el Centro de Tráfico del barrio bilbaíno de Txurdinaga para analizar la situación. Un grupo de geólogos estudia el terreno, que aún permanece “inestable”.

Esa misma tarde las labores de rescate se reanudaron, a pesar de la presencia de amianto y la inestabilidad del terreno. Para ello, los servicios de emergencia contaron con la ayuda de una empresa especializada en la retirada y eliminación de materiales que contienen amianto. La búsqueda ha seguido sin éxito hasta este martes. Los servicios de emergencia han estado durante cinco días de manera intermitente a causa de la lluvia, la oscuridad de la noche y la inestabilidad del terreno buscando a los dos desaparecidos, pero la inestabilidad de la zona y los incendios provocados por el derrumbe –que a causa del lugar en el que se encuentran son difíciles de apagar– complican más su búsqueda y rescate. 

4. El papel del Gobierno vasco 

Desde el primer momento y partiendo la prioridad era la labor de rescate de los dos desaparecidos, es el 'número dos' del Departamento de Seguridad, Josu Zubiaga, quien ha asumido el liderazgo de la situación de Zaldibar y ha ejercido como portavoz en varias comparecencias ante los medios de comunicación y entrevistas. El viceconsejero ocupa el cargo desde finales de 2012 y ha dirigido desde entonces numerosas mesas de crisis. A su lado, la parte relativa a la afección ambiental del accidente la ha liderado la 'número dos' del área Medio Ambiente, la también viceconsejera Elena Moreno. 

No ha sido hasta este lunes, cuatro días después de la tragedia, cuando el lehendakari Iñigo Urkullu, tras informar del adelanto electoral en las elecciones vascas, se ha pronunciado para asegurar que “está” en Zaldibar aunque no “físicamente” en respuesta a las críticas por su ausencia. Lo ha hecho antes de reunirse de urgencia con los alcaldes de los municipios próximos al derrumbamiento en una reunión de dos horas de duración a la que llegaron a estas conclusiones que se dividen en seis propuestas: reforzar la “Mesa de Crisis” y los dispositivos de búsqueda y emergencia; mantener abierta una línea de comunicación con la ciudadanía para informar de las mediciones de calidad de agua y aire; reforzar el equipo técnico de geología, topografía e ingeniería; crear una acción coordinada de los servicios de emergencia y bomberos para controlar los incendios –ya que aseguran que al estar en una zona complicada no pueden utilizarse medios habituales–; dejar claro que la responsabilidad no es de la Administración sino de la empresa propietaria del vertedero “a la que se le está exigiendo todas las explicaciones, documentación y medidas para reparar el daño causado”; y, por último, la creación de un Fondo Interinstitucional para Emergencias, una opción que se planteará el próximo jueves día 13 en el Consejo Vasco de Finanzas Públicas.

EH Bildu ha sido una de las fuerzas políticas más críticas con la actuación del Gobierno vasco y en concreto de Iñigo Urkullu a quien lleva varios días acusando de “no dar la cara”. El partido ha criticado la “grave descoordinación” del Gobierno en las acciones llevadas a cabo tras el derrumbe tras exigir “una inmediata depuración de responsabilidades”, ha anunciado que va a registrar una petición de comparecencia urgente ante la diputación permanente del Parlamento Vasco, ya disuelto por la convocatoria electoral.

5. La empresa Verter Recycling 2002 SL

La empresa titular del vertedero es Verter Recycling 2002 SL fundada en 2002 por el promotor José Ignacio Barinaga. Como está recogido en esta información, un juzgado de instrucción –presumiblemente de Durango por el reparto territorial– ha abierto diligencias por presuntos delitos medioambientales y laborales contra la empresa. 

El portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, ha sido quien ha dado a conocer el dato de la investigación contra la empresa gestora del depósito, que contenía 10.000 toneladas de amianto, y ha apostillado que la actuación de la compañía ante semejante suceso ha sido “manifiestamente mejorable”. Además, según ha indicado, la respuesta de Verter Recycling ante la inspección laboral ha sido “insatisfactoria” y, en materia medioambiental, no ha aportado todos los datos, como el histórico de deslizamientos que pudiesen indicar riesgos.

6. Protestas ciudadanas y de familiares 

A la misma hora que Urkullu se reunía con los alcaldes de urgencia para hablar de la crisis de Zaldibar, miles de ciudadanos de Zaldibar, Eibar y demás localidades de la comarca se han concentrado este lunes en una manifestación ruidosa que ha recorrido las calles de Ermua para reivindicar la prioridad de sacar a las personas atrapadas en la avalancha y denunciar la contaminación que genera el vertedero. 

Y es que suceso ha desencadenado diversas reacciones en contra de la Administración, a la que han acusado de ser conocedora de la peligrosidad de las sustancias habidas en el vertedero y de no controlar lo suficiente los vertederos. Al parecer, El Gobierno vasco era consciente de que en el vertedero a cargo de la empresa Verter Recycling de Zaldibar, había amianto, pero que no entraba en la categoría de “residuo peligroso” si estaba “bien guardado”. Así lo han indicado fuentes de Medio Ambiente a Radio Euskadi. Sin embargo, las condiciones de depósito de estas sustancias altamente tóxicas se han roto al producirse la avalancha en la ladera, de la que aún se desconocen los motivos.

Por su parte, la sobrina de uno de los trabajadores atrapados por la avalancha también ha mostrado su descontento con la gestión de la Administración y ha manifestado su rabia e impotencia a través de las redes sociales por “la falta de voluntad para encontrar a los desaparecidos”. “Cuarto día y todo sigue igual. No vemos interés para sacar a nuestro tío de ahí. Habéis convertido el dolor en rabia e impotencia. Queremos a nuestros familiares”, escribe la afectada en twitter.

4° día y todo sigue IGUAL. No vemos interés para sacar a nuestro tío de ahí. Habeis convertido el dolor en RABIA e IMPOTENCIA. Queremos a nuestros familiares.

— Helene (@helene_alberdi) February 10, 2020

7. ¿Qué pasará con los restos de amianto? 

Horas después de que inciaran las labores de rescate de los dos trabajadores, técnicos de Osalan (dependiente del área de Trabajo) informaron de que entre la lengua del alud había restos de amianto, altamente tóxico, por lo que los operarios movilizados en las primeras y más críticas horas estuvieron expuestos a un riesgo cancerígeno, extremo que motivó el enfado de los sindicatos. Hubo que paralizar los trabajos el jueves por la noche y retomarlos el viernes ya con nuevas cautelas, como buzos especiales y sistemas de descontaminación. A pesar de ello, el principal sindicato de la Ertzaintza (Erne) denunció que esos protocolos fueron todo lo exquisitos que se habían anunciado y aportó una fotografía de uniformes empleados por la Unidad de Rescate el primer día tirados en bolsas en el suelo de la base de Iurreta junto a un cartel que pone “Precintado riesgo contaminación amianto”.

Aún no hay una idea segura de qué se va a hacer con esos residuos altamente tóxicos, pero por el momento el alcalde de Zalla, Juanra Urkijo, localidad que también cuenta con un vertedero ha señalado que se descarte la idea de trasladar el amianto a Zalla, ya que asegura que la empresa que gestiona la escombrera, ubicada en el barrio de Las Lagunas, no puede acoger los desechos contaminantes “porque actualmente no tiene personal capacitado ni medios para ello” y, por tanto “el vertedero de Zalla no es una opción válida”.

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