Edificios y eficiencia energética, ¿cuál es la situación?
¿Son viables técnica y económicamente los edificios con muy bajo consumo de energía? Ese es el futuro, pero todavía queda camino por recorrer, aseguran los expertos. En Euskadi ya se han desarrollado algunos proyectos que pueden servir como referencia. De hecho, el Plan Renove para Rehabilitación contempla la mejora de la eficiencia energética de los edificios como una de las actuaciones que pueden acceder a subvención pública.
Por ejemplo, en Vitoria se han realizado dos proyectos que constituyen un referente en el ámbito de la eficiencia energética de los edificios. Por una parte, se trata de una experiencia con viviendas sociales de nueva construcción, en el barrio de Salburua. El otro proyecto ha consistido en la rehabilitación de un bloque de viviendas en el barrio de Zaramaga.
Los proyectos han tenido que cumplir con unos requisitos mínimos comunes establecidos a nivel europeo, y han combinado medidas pasivas de diseño y calidad constructiva, y fuentes de energía renovables. En ambos casos se han alcanzado ahorros en torno al 70%, según el Observatorio Vasco de Vivienda. Para los responsables del proyecto, una de las principales conclusiones que se pueden extraer es que en el caso de las viviendas de nueva construcción es posible construir casas eficientes energéticamente (cumpliendo las exigencias europeas para 2020) con un coste similar al de las viviendas sociales que se promueven actualmente.
En Portugalete (Bizkaia) hay otra promoción de viviendas sociales que cuenta con innovadores sistemas eficientes que consiguen que tenga un consumo energético casi nulo. La inversión del Gobierno vasco ha sido de en torno a cuatro millones de euros, e incluye la urbanización de 1.700 m² del entorno inmediato.
En Euskadi ya ha habido un mínimo desarrollo normativo respecto a los edificios de bajo consumo energético, en el que se fijan unos objetivos de reducción del consumo de energía a nivel global para todo el sector público y respecto a la utilización de energía procedente de fuentes renovables. En este sentido, los objetivos de reducción de energía en el sector público (no solo edificios) son del 12% en 2020 y 25% en 2025. En cuanto al uso de energías renovables, en 2020 el 32% de los edificios del sector público deben disponer de instalaciones de aprovechamiento de energías renovablesaprovechamiento de energías renovables. Porcentaje que tiene que ascender hasta el 40% en 2025.