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Guía para no perderse en la crisis de Eusko Alkartasuna, un partido dividido y que discute su papel en EH Bildu

Maiorga Ramírez y Eva Blanco, candidatos a liderar EA

Iker Rioja Andueza / Amaia Otazu

Llega la semana del 25 octubre. Tal día como ese hace 40 años, en 1979, Carlos Garaikoetxea era presidente de la preautonomía vasca con el PNV y se celebraba el referéndum de aprobación del Estatuto de Gernika. Merced a ese Estatuto, Garaikoetxea sería lehendakari en las primeras legislaturas hasta que rompió con el PNV y fundó Eusko Alkartasuna (EA) en 1986. Los tiempos han cambiado y EA también. Desde 2011 forma parte de la coalición EH Bildu. Ya en el congreso de 2017 las dos almas de EA discutieron sobre el papel del histórico partido en el tablero político actual. Los hay quienes están satisfechos con el polo soberanista con la izquierda abertzale y Alternatiba (escisión de IU). Los hay quienes, como Garaikoetxea, demandan más voz propia -aunque sin romper la coalición- porque creen que EA está “diluida” en los mensajes de Sortu. A ello se han unido rencillas personales en una organización relativamente pequeña. La batalla por el control del partido está servida.

El 25 de octubre era la fecha prefijada para las primeras primarias de la historia de EA. Aspiraban a la secretaría general Eva Blanco, actualmente vicepresidenta del Parlamento Vasco, y Maiorga Ramírez, líder del sector crítico que se apoya en la figura del fundador y lehendakari. La anulación de la candidatura de Ramírez por un problema con los avales ha dejado el camino libre para que Blanco releve a Urizar al frente de EA sin necesidad de votación, pero la pugna no ha cesado y los críticos insisten en demandar que las bases se pronuncien ante lo que consideran una “cacicada”. Este periódico ofrece una guía para no perderse en el laberinto de Eusko Alkartasuna elaborada con fuentes de todas las partes.

1 - El partido: el nacimiento de EA

EA surgió formalmente el 4 de septiembre de 1986. Inicialmente, esas siglas correspondían no a Eusko Alkartasuna sino a Eusko Abertzaleak-Nacionalistas Vascos, pero el PNV tenía registrada esa marca como propia y, de hecho, es la denominación oficial de su grupo en el Parlamento Vasco, por ejemplo. El proceso de creación de este partido fue la culminación de una gran crisis en el seno del PNV, entre otras cuestiones porque los críticos pedían anteponer las instituciones comunes vascas frente a la foralidad tradicional del partido fundado por Sabino Arana. La tramitación de la Ley de Territorios Históricos (LTH), que regula ese “fondo de poder” de las Diputaciones, fue el detonante. En aquellos años, además, se constató que los críticos con el lehendakari Carlos Garaikoetxea utilizaron los resortes de la nueva Ertzaintza para espiarle mediante pinchazos telefónicos. El proceso fue tan traumático que algunos 'batzokis' pasaron a ser 'alkartetxes', una red muy amplia que sigue en funcionamiento y que sirve a diario decenas de menús y consumiciones. EA se configuró como una formación “socialdemócrata”, abertzale y pacifista.

2 - Los socios: un historial de alianzas

EA se estrenó en las autonómicas de 1986, que voltearon el escenario político vasco. Su irrupción hizo tambalearse al PNV, pero no se produjo un 'sorpasso' que podría haber cambiado la historia. El PSE-EE fue el partido con más escaños y EA arañó 181.000 votos al PNV de José Antonio Ardanza, al que derrotó en Gipuzkoa. Pero Ardanza consiguió gobernar y aguantar el golpe. En la década de 1990, EA se alió a una parte de Euskadiko Ezkerra (EE) que no se integró en el PSOE llamada EuE. Pero, superado el cisma, luego estableció durante años acuerdos con el PNV que se prologaron hasta 2009 en el Gobierno vasco y 2010 en Álava, cuando la crisis por el 'caso De Miguel' de corrupción rompió aquel Ejecutivo foral. Aquella alianza era diferente a EH Bildu ya que EA mantenía grupos diferenciados en las instituciones. Roto aquello, en solitario, sus resultados electorales fueron los peores de su historia hasta el punto de caer a un solo escaño en el Parlamento Vasco. Fueron años también convulsos a nivel interno cuando surgió una escisión en Gipuzkoa llamada Hamaikabat y que acabó recorriendo el camino de vuelta al PNV con cargos como Ana Oregi, que ha llegado a ser consejera de Iñigo Urkullu. En Navarra formó parte del proyecto Nafarroa Bai con Aralar, el PNV o Batzarre.

3 - EA en EH Bildu

En 2011, EA fue uno de los partidos impulsores de la coalición Bildu, en la que se integró la izquierda abertzale tras acatar las vías democráticas y pacíficas y el pequeño partido Alternatiba, surgido de la extinta EB de Javier Madrazo. Obtuvo en las municipales y forales de aquel año unos grandes resultados que se repitieron con el nombre de Amaiur en las generales, sumado Aralar. Ya desde 2012 el nombre de la coalición es EH Bildu en todos los ámbitos, aunque habitualmente se denomine de manera incompleta. Aralar, desde hace dos años, ha desaparecido como tal y se ha integrado en la coalición. Algunas voces de EA alertan de que no quieren ese futuro para su partido. En un primer momento, se acordó que EA representaría el 20% de las candidaturas de EH Bildu. Al inicio, este polo soberanista se convirtió en una coalición al uso, respetando esas cuotas en las instituciones. Pero desde 2015 desarrolló ya estructuras organizativas propias y es algo más que una suma de partidos. Un ejemplo, tras la dimisión de Urizar, dejó el Parlamento y le relevó un cuadro de Alternatiba. Pero, al revés, otras salidas recientes en Álava (Itziar Amestoi) y en Pamplona (Amaia Izko) han beneficiado al partido. Los críticos deslizan que EA ha perdido peso por esa vía, tanto en representación como en proyección en una alianza capitaneada por Arnaldo Otegi. Este periódico ha hecho un análisis de los cargos públicos de EA en las principales instituciones y, a pesar de que una cifra viva que cambia de manera frecuente, se constata que el porcentaje del 20% sigue más o menos estable. Fuentes del entorno de Ramírez, en todo caso, matizan que el peso baja “estrepitosamente” en ámbitos más locales. 

Son 18 electos de un total de 94. Quizás los dos cargos de EA dentro de la coalición más importantes son los propios Eva Blanco y Maiorga Ramírez, miembros de las Mesas de los Parlamentos Vasco y navarro, respectivamente. En 2011, cuando surge Bildu, los electos eran 20 en las mismas instituciones medidas. Pero había un matiz importante, los 7 junteros que lograron escaño en 2007 en las Juntas Generales de Gipuzkoa se habían pasado en bloque al nuevo partido, Hamaikabat, por lo que en realidad eran 13 los representantes de EA (los datos de Navarra y Pamplona se corresponden con los miembros de EA dentro de la coalición Nafarroa Bai).

4 - El congreso de 2017 y el poder territorial

El último congreso de EA se celebró en 2017 y ya entonces se debatió largamente sobre el papel de EA en EH Bildu con un sector crítico liderado también entonces por Ramírez y que trató de derrocar a Pello Urizar, el secretario general que condujo al partido tras la crisis electoral de 2009 hasta la integración en EH Bildu. Ramírez recibió el apoyo del grueso del equipo fundador y, singularmente, el de Garaikoetxea. Pero no fue suficiente, Urizar se impuso entre los compromisarios, aunque solamente por una diferencia de apenas 14 votos. Territorialmente, EA se articula en cinco ámbitos, Álava, Bizkaia, Gipuzkoa, Navarra e Iparralde. Tras el congreso, los críticos lograron el control de tres de las cinco territoriales, Álava (con Iratxe López de Aberasturi), Gipuzkoa (Mikel Goenaga) y Navarra (Miren Aranoa). 

5 - Los órganos del partido

Tras la dimisión de Urizar antes del verano -de la que no hay demasiadas explicaciones-, transitoriamente se hizo cargo de la formación el equipo de Joseba Gezuraga, de perfil continuista y que activó el proceso de primarias en el que la composición de los órganos internos ha jugado un papel decisivo. Es la Asamblea Nacional el máximo órgano decisorio del partido entre congresos y está compuesta por 75 personas, que también son elegidas en el Congreso del partido y donde los críticos están en posición de minoría. Cada una de las administraciones locales elige uno o más miembros de la Asamblea, en función del número de afiliados que tengan. La Comisión de Garantías, por su parte, es el órgano que controla que se cumplan los estatutos o que los procesos electorales se realicen de manera correcta. Está formado por cinco personas que se eligen en los Congresos. La actual Comisión de Garantías -formada por cinco personas- fue elegida durante el último Congreso de partido y en ella los críticos sí tienen mayoría. Pero existe también un Comité de Organización Electoral (COE) que lo componen el secretario general en funciones, Joseba Gezuraga, el secretario de Organización, Mariano Álava y un miembro de la Mesa de la Asamblea Nacional, en este caso, Begoña Lakua. 

6 - Las primarias y los avales de Iparralde

Para gestionar la sucesión de Urizar, se optó por vez primera por la fórmula de que los afiliados de EA eligieran directamente a su secretario o secretaria general con un sistema de primarias. Hasta ahora, el líder del partido era elegido en el Congreso,  pero en el último, el de 2017, se decidió implantar el sistema Para poder ser candidato hay que presentar 50 avales. De acuerdo con el reglamento, hay que tener un mínimo de 5 avales en cada una de las cinco organizaciones territoriales. Este punto ha tumbado la plancha de Ramírez. En Iparralde hay apenas 20 afiliados y el candidato navarro ha declarado haber tenido poco tiempo para trabajar los apoyos. Sin embargo, presentó 7 firmas. Pero la COE consideró que 5 de ellas no eran aceptables por diferentes irregularidades: faltaba de un DNI, Pasaporte o equivalente francés, venían firmadas por terceras personas o estaban duplicadas con los apoyos de Blanco. Los críticos defienden al mismo tiempo que esos 7 avales son lícitos y también que Garantías ya había dictaminado que eran necesarios 50 avales pero sin un mínimo necesario por territorios. La candidatura de Blanco, por el contrario, insiste en que el reglamento sigue vigente porque después de que se pronunciara Garantías la Asamblea Nacional también valoró el asunto y mantuvo el criterio territorial. “Como partido nacional que somos, creo que deberíamos de tener avales en las cinco organizaciones territoriales. Cinco avales tampoco son muchos”, explicó Blanco a este periódico.  Así las cosas, el COE visó la plancha de Blanco con 60 apoyos y tumbó la de Ramírez con 400. Hubo, por cierto, un tercer candidato en liza que fue excluido por no tener firmas: Juan Luis Cristóbal Cendoya.

7 - Expedientes, recursos y más recursos

El sector encabezado por Ramírez no da su brazo a torcer y ha recurrido su exclusión de las primarias. Define estos meses como “una carrera de obstáculos”. Este sábado, en San Sebastián y de nuevo con Garaikoetxea al lado, han sido tajantes: “Queremos que se dé la voz a la militancia y que seamos los afiliados y afiliadas quienes decidamos el modelo de partido que queremos”. Han indicado que cinco avales en Iparralde no pueden ensombrecer 400 y que el voto de cada uno de los militantes tiene que tener el mismo peso. Antes habían denunciado los expedientes abiertos a los líderes de Álava, Gipuzkoa y Navarra (Iratxe López de Aberasturi, Mikel Goenaga y Miren Aranoa, respectivamente) y decenas de afiliados se “autoinculparon” para mostrarles su adhesión. Otro elemento de pugna ha sido el censo electoral. Incluso la figura de Garaikoetxea, pacífica hasta la fecha, se ha visto envuelta en la trifulca luego de que el portavoz de Gezuraga, Iker Ruiz de Egino, dijera en Onda Vasca que el fundador “está un poquito desconectado de lo que es el día a día del partido”. Ruiz de Egino tuvo que arreglarlo con una fotografía subida a Twitter. Precisamente las redes sociales y 'whastapp' se han convertido en otro campo de batalla virtual con cruces infinitos de mensajes. El reciente Alkartasun Eguna (la fiesta anual del partido) se vivió con las espadas en alto.

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