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Cuando “Javier” es “Xabier” y “Xabier” es “Javier”

Xabier Sánchez Robles, a la entrada del juzgado

Iker Rioja Andueza

Errexal es una de las empresas clave en el 'caso De Miguel'. Como Kataia Consulting y Ortzi Muga, esta mercantil dirigida por el exconcejal del PNV en Leioa Iñaki San Juan, que este lunes ha declarado en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Álava, obtuvo numerosas adjudicaciones directas desde la Dirección de Juventud del Gobierno vasco, dirigida por el 'jeltzale' Xabier Sánchez Robles, y en la mayoría de casos no consta que se realizara trabajo alguno. Concretamente, se sospecha que unos 132.000 euros abonados por informes o campos de trabajo lo fueron de manera indebida, sólo en el caso de Errexal. En un 'email' del sumario, San Juan comenta con la hermana de Alfredo de Miguel, Aintzane, que era la contable de estas empresas, que pasan por un momento de tesorería delicado por varios motivos, entre otros el salario del portavoz del PNV en Juntas Generales de Álava, Roberto González Muro. “Equilbrio de cuentas. Xabier no puede meternos un duro (asunto Roberto). Nos propone 2 campos de trabajo cuyo margen es muy pequeño”. La Fiscalía sostiene que ese 'Xabier' es Sánchez Robles y que ésa es la prueba -al menos una de ellas- del trato de favor dispensado a estas mercantiles.

En la fase de investigación, a preguntas del juez instructor Roberto Ramos, San Juan asumió que ese 'Xabier' “pudiera ser” Sánchez Robles. Es más, no citó a ningún otro 'Xabier' que trabajara en Juventud cuando se produjeron las contrataciones (de 2006 a 2009). La cosa ha cambiado ahora en el juicio. En una declaración muy preparada en la que San Juan sólo ha admitido preguntas de su letrada, Ainhoa Mentxaka, el acusado ha identificado hábilmente como uno de sus interlocutores en Juventud a “Xabier Gutiérrez”, un funcionario al que todo el mundo en el juicio ha llamado “Guti” y al que San Juan se refirió en su declaración de instrucción como “Javier Gutiérrez”, según consta en el acta, que se ha leído ante el tribunal por su negativa a responder a todas las partes personadas. Sin embargo, al identificar a Sánchez Robles en esta ocasión lo ha hecho en todo momento usando “Javier” o “Francisco Javier”. Se trata de sembrar una duda razonable.

En un momento de su larga declaración, San Juan incluso se ha corregido: “Xabier Sánchez... ¡Jesús! Xabier Gutiérrez un día me llama...”. Preguntado por su letrada por cuándo conoció a “Javier” Sánchez Robles, ha indicado que lo hizo después de que hubieran realizado los primeros trabajos para Juventud y ha enumerado una larga lista de funcionarios con los que mantuvo relación para la adjudicación de los contratos sin citar casi en ningún momento al director de la oficina.

A preguntas de su abogada, San Juan ha ido explicando largamente cada uno de los contratos recibidos por Errexal. En todo momento ha querido dejar claro que era un empresario de larga trayectoria en el ámbito sociocultural y juvenil y que realizaron los trabajos a satisfacción del Gobierno. Durante la investigación, el Ejecutivo en varias ocasiones ha asegurado que no consta en sus archivos rastro documental de varios de ellos, como también ocurre con los de Kataia Consulting y Ortzi Muga. La defensa de Sánchez Robles, sin embargo, ha presentado en el juicio las carátulas de esos trabajos con sellos aparentemente oficiales del Departamento de Cultura, de donde colgaba Juventud.

Sobre esas pruebas pesan sospechas de falsificación. Los sellos no tienen número de registro, en un informe del Gobierno sobre aquellas fechas no aparecen en la lista de documentos entrantes y en algunos sellos hay errores, como un documento aparentemente fechado a 29 de febrero de 2007, un día que no existió. Ni San Juan ni Mentxaka, en cambio, han aludido en ningún momento a esas pruebas que eliminarían cualquier duda sobre la ejecución de los trabajos y han optado por otras explicaciones más barrocas que, en algunos casos, han motivado cortes del presidente del tribunal, Jaime Tapia, mientras el resto de acusados, en su mayoría, jugueteaban con sus teléfono móvil en el banquillo.

Kataia Consulting era la mercantil controlada por Alfredo de Miguel y sus compañeros de partido Aitor Tellería y Koldo Ochandiano. Aparentemente creada para “auditorías energéticas” y luego especializada en contabilidad, también resultó adjudicataria de tres contratos de Juventud. El primero lo ejecutó el propio De Miguel, según un documento aportado en el juicio pero que toma párrafos literales del informe de una ONG. Los otros dos los subcontrató a Errexal. Según ha indicado San Juan, la secuencia fue la siguiente: el Gobierno contrata a una empresa que “no tiene capacidad” y ésta acaba encomendando el trabajo a una tercera.

Uno de los casos era el montaje de un 'stand' para una feria de Murcia. “Aintzane [De Miguel] me comenta que es posible que les adjudiquen el 'stand' o no sé qué historias, pero que no tienen capacidad. Me dice: házmelo todo”, ha indicado San Juan. El 'stand' existió pero nadie en el juicio ha dado fe que lo preparara Kataia Consulting o Errexal, aunque San Juan ha indicado que viajó “con los bártulos en la furgoneta” hasta Murcia y que un funcionario de Sánchez Robles se extrañó de verle allí.

El segundo caso que Kataia Consulting subcontrató a Errexal fue la impartición de un curso. No consta que se realizara, como tampoco otros dos que fueron encargados directamente a San Juan vía Errexal o vía Ortzi Muga. Antes de abordar esta contratación, las anteriores las había explicado profusamente el acusado, indicando incluso quiénes asistieron a esas jornadas. Sin embargo, fueron posteriores en el tiempo. El de Kataia Consulting supuestamente se realizó en noviembre de 2007, el de Ortzi Muga no tiene fecha pero se facturó en febrero de 2008 y el tercero fue abonado en diciembre de 2008. Pese a todo, San Juan ha dicho al tribunal que el que le subcontrató Kataia Consulting “siguió la dinámica de los otros dos”.

San Juan también ha hablado de la gestión económica de Errexal. La contable era Aintzane de Miguel, pero el acusado ha negado que Alfredo de Miguel controlara la mercantil de esta forma ya que su hermana era una simple contratada externa para la llevanza de las cuentas. Ante la evidencia de que De Miguel extrajo dinero de Errexal con destino a Kataia Consulting, ha señalado que eran “préstamos”. “Aintzane me comenta que está pasando por dificultades Kataia y nos pide si podría disponer de un préstamo”, ha indicado. No obstante, no ha negado que en un momento dado “se presta dinero” sin su visto bueno y se enfada.

San Juan ha explicado que en ese momento emerge la figura de De Miguel. Según ha indicado el acusado, la “deuda” era de “7.000 u 8.000 euros” y la devolución se haría haciéndose cargo quien todos conocían como Txitxo de un pago de la reforma que el constructor Prudencio Hierro había hecho en la oficina de Errexal en Amurrio. Eso fue en el otoño de 2008 y la Ertzaintza, en sus informes, hace constar que existen pruebas de un pago de De Miguel a “Pruden” por valor de 7.000 euros.

Al contar estos detalles, San Juan ha desmontado la coartada de De Miguel y Hierro para otra de las derivadas del 'caso De Miguel', la reforma de una casa de la mujer del político en Gorliz costeada por el empresario. Según la Fiscalía, es una comisión. Ambos han reconocido que Hierro puso el dinero pero insisten en que fue un simple artificio para no pagar IVA y que luego Txitxo devolvió el dinero. Su gran baza es precisamente esos 7.000 euros a “Pruden”, pero no coinciden (con o sin IVA) con ninguno de los pagos por la reforma de Gorliz. Además, no hay constancia en el sumario de la devolución del resto del dinero hasta 44.000 euros totales de obras.

San Juan ha zanjado el asunto asegurando que no cree que los De Miguel tuvieran intención de “robarle”. Se da la circunstancia de que Errexal no sólo no prescindió de Kataia Consulting como gestoría de sus cuentas sino que, a los pocos meses de mostrarse enfadado por estas extracciones, San Juan contrató como laboral a la hermana de De Miguel. En su declaración no ha dado explicaciones a esta aparente incongruencia.

Niegan que De Miguel controlara esas empresas

Antes que San Juan ha comparecido Josu Montes, fundador de Ortzi Muga. En su caso se produjo una situación parecida que la de Aintzane de Miguel pero a la inversa. Creó la empresa en 2006 y la abandonó a los pocos meses reclamando a Alfredo de Miguel -supuestamente porque era un amigo común y no porque fuera el administrador de hecho- unas cantidades no cobradas y de las que pedía cuentas a San Juan. Sin embargo, su siguiente empleo fue aceptar una oferta de Errexal. Pocos meses después, en 2007, Montes pasó a trabajar para la fundación Naturgintza para desarrollar la denominada 'Ruta del vino y del pescado'. Sin que haya quedado claro en la declaración de Montes -que tampoco ha respondido a nadie más que a su abogado, del mismo equipo que el de De Miguel- constan pruebas de que, a partir de ese año, el Departamento que dirigió Txitxo desde la Diputación de Álava contrató por dos veces a Ortzi Muga para impulsar esa misma ruta turística.

Según la investigación, hay sospechas de que De Miguel utilizará tanto Errexal como Ortzi Muga como “pantalla” para cobrar comisiones tras la adjudicación de contratos, concretamente al constuctor Jon Iñaki Echaburu, de Loizate. En los dos pagos a Errexal, además, la cantidad coincide con el 4% del montante total de las adjudicaciones. San Juan y Montes han negado con rotundidad que esos tres ingresos -de entre 6.000 y 11.000 euros- fueron mordidas y han indicado que Echaburu les contrató para hacer traducciones en el caso de Ortzi Muga y cartelería de obra en el de Errexal. En ambos casos fueron los ingresos fundacionales de ambas compañías, en cuya gestación participó de manera activa De Miguel.

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