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La sospechosa oposición de Medicina Intensiva en Euskadi que se libró de las denuncias de filtración: “Algo pasa, pero no sabemos qué es”

Opositores de Osakidetza, en una de las pruebas celebradas en mayo

Iker Rioja Andueza

Entre la docena de especialidades médicas investigadas dentro de la OPE del pasado año del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) se halla Medicina Intensiva. No ha aparecido ninguna denuncia específica de filtraciones, tampoco se han producido reclamaciones, pero el análisis estadístico muestra que, al menos en la prueba práctica, hay un reducido número de notas casi perfectas frente a una media general baja. Además, en esa prueba práctica se decidió eliminar durante la corrección -después del examen- uno de los tres casos clínicos, lo que cambió radicalmente todas las puntuaciones. En cuanto a la parte teórica, fue elaborada por los doctores Alberto Manzano (Hospital Universitario de Álava, HUA) y Fermín Labayen (Cruces) y los mejores opositores se concentraron en los centros de Vitoria y de Barakaldo, un patrón repetido en Anestesia, Angiología, Digestivo o Neurocirugía, entre otras categorías. 

La investigación interna de Osakidetza sobre Intensivos, con código 652/2018 y dirigida por Pilar Bonachia, se centra única y exclusivamente en la prueba práctica. Fue un ejercicio elaborado por los vocales del tribunal. Cada uno de los seis preparó un caso clínico y el día del examen se seleccionaron los tres que se consideraron más adecuados. Sin embargo, uno de ellos fue posteriormente eliminado y se realizó una ponderación de la nota con solamente los otros dos ejercicios.

¿Por qué apenas unas horas después de considerar adecuado un caso se retiró? Los miembros del tribunal indican que muy pocos opositores habían acertado esa pregunta y que la decisión de retirarlo se adoptó para “mejorar la nota de todos”, sin que ninguno resultara perjudicado. “No había contestado ni San Pedro”, dijo gráficamente Carlos Castillo, miembro del comité.

También se corrigieron dos veces los exámenes prácticos con el ánimo de ser lo más flexibles posibles con los opositores, según recalcaron los miembros del tribunal. Pese a todo, el grueso de los opositores suspendieron la prueba práctica -incluidos no pocos ceros- frente a un grupo más reducido con notas sobresalientes, lo que en otras categorías se ha tomado con un indicios de posibles filtraciones, según algunos testimonios.

La presidenta del tribunal, Carmen Rodríguez, manifestó en la investigación interna que desde el principio ella misma dejó “muy claro” a los miembros del tribunal la importancia de la “confidencialidad”. De hecho, los seis ejercicios prácticos elaborados con antelación fueron guardados en un sobre lacrado hasta horas antes de la oposición. Todos han negado que los conocieran con antelación. “Se intentaron poner todas las medidas de seguridad”, enfatizó la secretaria del tribunal, Rakel Miñón. Apostilló Rodríguez, eso sí, una obviedad: que “fuera del proceso” no existe la capacidad de controlar que se puedan producir irregularidades.  “Algo pasa en el proceso pero no sabemos muy bien qué es”, le admitió tras la declaración la propia Bonachia.

En cuanto al teórico, no ha sido objeto de ninguna investigación hasta el momento a pesar de que presenta un patrón similar al de otras especialidades en las que, incluso, los autores de las preguntas están imputados (AnestesiaDigestivo y Angiología). Como en el resto de categorías, por decisión de Osakidetza, se externalizó la elaboración de esta parte de la oposición (que además valía el 65% de la nota final) al Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP). Pero al no disponer el IVAP de especialistas acabó tirando de facultativos propuestos por Osakidetza.

En el caso de Intensivos, los autores reales del teórico fueron los doctores Alberto Manzado y Fermín Labayen. Las cuatro mejores notas de esa parte se corresponden con colegas de Manzano en el hospital universitario alavés, mientras que los puestos comprendidos entre el séptimo y el noveno son para opositores de Cruces, el centro donde trabaja Labayen. Al final de las pruebas, esos siete fueron los mejores. “No tengo constancia de filtraciones del teórico”, indicó Castillo, vocal y destinado también en el HUA. Una de las opositoras de ese centro y que obtuvo una de las puntuaciones más altas tampoco apreció “ninguna anomalía”.

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