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Los 10 mandamientos del obispo Munilla: de la masturbación al feminismo 'sano'

Munilla no ve divergencias entre su postura y la del arzobispo de Madrid

Alba Díaz de Sarralde

6 de marzo de 2018 20:40 h

Este lunes, el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha regresado a la primera plana -a su pesar- por sus polémicas declaraciones sobre la huelga feminista, que él ha considerado fuera de contexto este martes. Sin embargo, no es la primera vez que el prelado provoca una situación parecida: Munilla ha levantado críticas en lo relativo al feminismo, al género o a la sexualidad, entre otros, varias veces en los últimos años.

José Ignacio Munilla fue nombrado obispo de Donostia en 2009, no sin levantar algunas críticas por parte de la comunidad cristiana de Gipuzkoa. Al ser anunciado el nombramiento, cerca de 200 miembros de la diócesis promovieron un manifiesto en contra del mismo. Ese 77% del clero guipozcoano afirmó que no era “la persona idónea” para el cargo por ser afín a doctrinas más conservadoras como las del entonces presidente de la Conferencia Episcopal Española, José María Rouco Varela. A principios de 2010 llegó al cargo y desde entonces ha copado numerosos titulares, asociadas en su mayoría a polémicas de corte ideológico.

1. Definición de un “feminismo sano”

El pasado lunes comenzó el revuelo tras el programa que el obispo Munilla tiene en Radio María. En él, dedicó la hora de duración a reflexionar sobre el feminismo y si este “conjuga o no con el cristianismo”. Más concretamente, a “dar luz a la doctrina social de la iglesia sobre lo que es el movimiento feminista”.  Afirmó que un feminismo femenino -“el sano”- es el que persigue la “igualdad jurídica y legal”. Criticó que se mezclara con el aborto libre y gratuito, con el lesbianismo y bisexualidad... La respuesta al machismo es el cristianismo para Munilla y este está “en contra del feminismo radical”: “El cristianismo ha hecho un gran servicio a la dignidad de la mujer, por su vocación de la fidelidad en el amor y de la monogamia”. Entre otras cosas, afirmó que “lo que más dignifica a la mujer es el don de la maternidad”.

2. Rechazo del aborto incluso en casos de violación

El aborto es uno de los temas con más disparidad de opiniones y Munilla se pronunció al respecto en 2014. Ante el anteproyecto de Ley del Aborto del PP, el prelado defendió que la mujer debe tener hijos incluso en caso de violación. “La defensa de la vida no puede tener excepciones” afirmó en San Sebastián hace cuatro años, pues “hay vida humana desde el primer momento de la concepción”. Rechazó en cualquier caso la ley a través de su carta pastoral 'El descarte del aborto'. Reflexionó sobre el hecho de que no se justifica la aplicación de la pena de muerte a los violadores y no se puede aplicar “al que inocentemente ha sido fruto de ella”. La culpa, en consecuencia, recae en la mujer que decide abortar: “Una podrá ser madre de un hijo muerto o de un hijo vivo”.

3. Críticas a la ideología de género

“Lo políticamente correcto, finalmente convertido en ley, se identifica con la ideología de género, que tiene en su agenda la deconstrucción del matrimonio y la familia”. La frase fue parte de una homilía de Munilla en 2015, porque la ideología de género “busca acabar con la familia tradicional” y es “una metástasis del marxismo, asumida ahora por la cultura secularizada, mayoritaria en Occidente”, según el obispo.

4. Desaprobación de las relaciones homosexuales

Munilla decidió un día hablar de sexualidad y para ello publicó un libro en 2015, 'Sexo con alma y cuerpo'. En él, junto con la seglar consagrada Begoña Ruiz Pereda, quiso dejar clara su postura acerca de las relaciones homosexuales, afirmando que “la Tradición ha declarado siempre que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados”. Para ello se apoyó en la Sagrada Escritura, “que los presenta como depravaciones graves”. Las lesbianas y gays “necesitan la sanación de las heridas afectivas provenientes de la infancia y la adolescencia” para Munilla.

5. “La sexualidad bajo las ordenanzas eclesiásticas”

El libro de Munilla tuvo como objetivo principal ayudar, especialmente a los jóvenes, a acercarse “a la realidad, superando los condicionamientos culturales del momento”. De hecho, culpa a esos condicionamientos de “impedir que percibamos la profunda crisis en la identidad y la vivencia de la sexualidad”.  A parte de sus párrafos sobre la homosexualidad, el obispo de San Sebastián arremete contra el sexo prematrimonial y da consejos para 'escapar' de él: “¿Hay brújula? ¿Hay orientación? ¿Hay guijarros que nos ayuden a volver a casa, a ser dueños de nosotros mismos? (...) La brújula se llama castidad, es decir, llamados a vivir en verdad”.

6. Ni masturbación, ni anticonceptivos

En el libro tampoco se aconsejan anticonceptivos, tocamientos o alcohol -lo advierte, “'lío' e ingesta de alcohol aumentan en paralelo”-. Respecto a los primeros, no parecen ser útiles para Munilla: “No existen las relaciones sexuales seguras: protección no es igual a seguridad. Los más de 100.000 abortos que cada año se realiza en España así lo atestiguan”. Además, “banalizan el acto”. Respecto a la masturbación, esta supone una “violencia sobre el cuerpo, porque pretende arrancarle el placer, sin vivir a cambio la verdad que del amor que le da sentido”.

7. El autobús de HazteOir

En 2015, en 'Sexo con alma y cuerpo', el obispo de San Sebastián plasmó las diferencias entre hombres y mujeres: “Anatómicamente, hombres y mujeres presentamos una diversa condición; es obvio y visible que los hombres tienen testículos, pene (...). Es también obvio y visible que las mujeres tienen vulva, labios mayores y menores, clítoris... y que, en la pubertad, fruto de un proceso de hormonación diferenciado, su cuerpo se redondea, aparece el desarrollo mamario, etc.”. En su libro no contó con las personas trans al hacer esas afirmaciones, y dos años más tarde se unió a la polémica levantada por el autobús de HazteOir: “¿Por qué hay que acatar la ideología de género para no ser acusado de homofobia, si para respetar la religión, no se necesita ser creyente?”.

8. Sobre la mujer, su menstruación y sus estereotipos

En relación con las diferencias entre hombres y mujeres, Munilla escribió sobre ellas en su libro: “Una persona, por el hecho de ser mujer, va a ser cíclica, y tendrá unos procesos hormonales concretos en relación a su fertilidad. Hay mujeres que se enteran poco de estos cambios, pero otras los sienten mucho, de tal manera que afectan incluso a su estado de humor”. En este aspecto, afirma que a “algunas les da por la limpieza”.

9. Música y cine

Entre las famosas declaraciones de Munilla hay referencias culturales. En 2009, cuando era obispo de Palencia, afirmó en una carta pastoral que la vida de Michael Jackson fue “un paradigma del occidente carente de cimientos sólidos, capaz de lo mejor y lo peor, generoso y caprichoso, materialista e idealista; un genio tan contradictorio como nuestra cultura misma”. Asimismo, en la última película de 'Star Wars' queman los libros y el templo sagrado de la orden Jedi y eso para Munilla representa que “los libros sagrados no son necesarios, se puede quemar el templo”, por lo que no comparte ese “cambio de valores” en la saga.

10. Refugiados y terrorismo

El arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, comparó en 2015 a los refugiados con el caballo de Troya. Munilla apoyó sus palabras calificándolas como “lecciones que da la vida” cuando se publicó que uno de los autores del atentado de París pasó como refugiado la frontera griega. El comentario fue criticado por el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, que lo consideró “especialmente desafortunado”. Cañizares manifestó que “muy pocos” refugiados sirios llegan a Europa perseguidos. 

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