Novena fallecida en el mayor foco de coronavirus de Vitoria, la residencia de ancianos del barrio de San Martín
Mientras España posaba este miércoles su mirada a las residencias de ancianos tras el caso más reciente de Madrid, en el principal foco de coronavirus en Vitoria, en Álava y en Euskadi desde hace más de dos semanas, que es un centro de mayores gestionado por Sanitas en el barrio de San Martín de Vitoria, son ya nueve las personas fallecidas con Covid-19. La última, confirmada en la mañana de este miércoles, es una interna centenaria, según fuentes de las familias. Se da la circunstancia de que su hija y la pareja de ésta también están en cuarentena con la enfermedad. En este brote hay -según datos del lunes no actualizados- 43 positivos, 38 internos y 5 trabajadores, estadística que no incluye los familiares y otros contactos, como las ambulancias que hicieron sin protección los primeros traslados, según las denuncias de los trabajadores.
Por poner en contexto la gravedad de la situación, sólo en esta residencia se han producido más muertes con coronavirus que en La Rioja, Extremadura, Galicia, Navarra, Asturias, Baleares o Canarias. Las autoridades sanitarias vascas en ningún momento han dedicado una línea en sus comunicados a esta residencia y en sus ruedas de prensa despejan las preguntas alegando que no se pueden identificar los casos. “No podemos estar especificando cuántos hay en cada lugar”, ha despejado el portavoz del Departamento de Salud, el doctor Mikel Sánchez, en la rueda de prensa ofrecida para realizar la última actualización de casos en Euskadi.
En este contexto, fuentes de las familias indican que el servicio de atención telefónica de Sanitas ha ofrecido a lo largo del día datos confusos a quienes contactaban con ellos, como que el número de muertos era de cinco o que todos los casos positivos estaban hospitalizados en Txagorritxu, cuando muchos internos se hallan en “aislamiento respiratorio” en sus habitaciones y sin poder recibir visitas desde que se decretó oficialmente una cuarentena allí el domingo 8 de marzo. Los allegados se quejan de que tienen dificultades para comunicarse con los residentes, algunos con problemas cognitivos.
Indican que desconocen el detalle del estado de salud de sus mayores más allá de si han dado o no positivo en Covid-19. “48 horas sin saber de ella después de que me dijeran que era positivo. Sólo me han dicho que estaba comiendo”, indica un pariente. En el hospital -aun con todas las cautelas y limitaciones del mundo- sí podrían visitarles, incluso en la UCI. Ya publicó este periódico su queja de las largas esperas para obtener información en el teléfono habilitado por Osakidetza para la pandemia, el 900 20 30 50.
Desde Sanitas indican que se ha seguido un “cumplimiento estricto” de las medidas de prevención en todo momento y que incluso se han dado pasos “adicionales” a los que ha exigido el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) desde que el 29 de febrero un primer interno que había estado en Txagorritxu ingresado regresó unas horas y volvió al hospital con síntomas. Indican en Sanitas que ese domingo 1 de marzo se “chequearon” posibles síntomas entre el centenar de internos y que se “higienizaron” las instalaciones. Se pusieron siete trabajadores ya en cuarentena. Las pruebas PCR a los internos han corrido a cargo de la empresa y no de Osakidetza.
El 3 de marzo dio positivo ese primer interno y falleció a las pocas horas. Ese 4 de marzo hubo ya un segundo caso de coronavirus y se individualizaron las habitaciones -salvo una par de excepciones justificadas-. La empresa gestora viene a decir que antes de que el Departamento de Salud aislara el centro y lo declarara en cuarentena ellos ya estaban por la labor, al menos a tenor de sus medidas planteadas los días 5 y 7 de marzo.
0