Sindicatos y Educación acercan posturas y alejan el fantasma de la huelga
La mayoría de los sindicatos ven avances en las propuestas que les ha presentado el Departamento de Educación en el conflicto que les enfrenta desde hace meses.De esta forma, el fantasma de la huelga se aleja, aunque todo queda pendiente de las próximas reuniones. Entre las nuevas ofertas de Educación destacan las sustituciones desde el primer día en caso de baja en todos los cursos.
La viceconsejera de Administración y Servicios del Departamento, Olatz Garamendi, ha considerado que la próxima cita (prevista para el 10 de mayo) puede ser “muy importante” y ha mostrado su satisfacción porque se sigue “avanzando y negociando”.
Junto con el compromiso de las sustituciones, el departamento también adoptará una nueva figura para analizar las necesidades de los centros educativos: El Índice de Necesidades Educativas. Este índice determinará, en función de una serie de variables, las necesidades añadidas de personal de cada colegio. “Se trata de poner más personal, sino de ponerlo allá donde haga falta”, ha precisado.
Desde Steilas, Ana Pérez ha reconocido que ha habido un “acercamiento” de posturas, pero que aún quedan puntos por definir como la situación de los docentes mayores de 60 años y el número de plazas para el profesorado. Para Aitor Núñez, de LAB, también se han producido “avances” por lo que no se está “lejos” del acuerdo.
Mientras, Pablo García de Vicuña (CCOO) ha considerado que “todavía hay roca que picar”, ya que la Administración tiene que “hacer esfuerzos” para dar respuesta a todas las reivindicaciones, y ha emplazado al resto de sindicatos y al Departamento a que la próxima reunión “pueda ser la definitiva”. Y desde UGT, Joseba Ander Muñoz (UGT) ha valorado las propuestas, aunque las ha considerado insuficientes y ha pedido a Educación que haga “un mayor esfuerzo”.
ELA ha sido el único sindicatos que no ha visto avances en el encuentro y ha acusado al Departamento de tratar de “desactivar” las movilizaciones al dejar “contenidos importantes sin atar”. Así, aboga por “echar un último pulso” con nuevos paros.
