Sospechas de manipulación cuestionan la gran OPE del Servicio Vasco de Salud
“Se están entregando sobres con los exámenes”, denunciaba a este periódico a primeros del mes de marzo un profesional del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) temeroso de que la gran OPE de 3.335 plazas de la Sanidad pública vasca, por las que peleaban casi 100.000 aspirantes, estuviese teledirigida en algunas de las especialidades facultativas que se ofertaban. “Estudiar no sirve de nada”, se resignaba. Aunque el proceso selectivo no ha finalizado, los resultados de los exámenes de su especialidad sí se han publicado ya y las plazas asignadas en el Hospital Universitario de Álava y en Cruces (Barakaldo) coinciden exactamente con su pronóstico previo.
“Claramente ha habido una filtración”, apunta ahora este facultativo, que de la mano de otros compañeros elevó sus sospechas ante la Fiscalía -que no actuó porque los hechos aún no se habían consumado-, ante el Ararteko (Defesoría del Pueblo) y ante varios sindicatos con representación en Osakidetza. Esta fuente añade: “Los jefes de servicio de los hospitales grandes reparten las plazas para sus candidatos de antemano. En Osakidetza tienes que tener un padrino”.
El Sindicato Médico de Euskadi (SME) ha publicado en su página de Internet un análisis estadístico de las notas de distintas especialidades. Su conclusión es la siguiente: “Tras el análisis gráfico de los resultados del segundo ejercicio, hemos detectado irregularidades susceptibles de posibles filtraciones y así se lo hemos comunicado a Osakidetza”. Este periódico ha intentado contactar sin éxito con el Departamento de Salud del Gobierno vasco, dirigido por Jon Darpón (PNV).
Exámenes perfectos frente a notas muy bajas generales
Las notas del segundo ejercicio del examen, relativo a conocimientos médicos prácticos, de las especialidades de Anestesiología y Cardiología muestran no sólo que hay un importante número de opositores, en cifra similar a las plazas ofertadas por categoría, con puntuaciones cercanas al 100%. Lo relevante es que el resto de participantes en el examen, algunos de ellos profesionales en ejercicio con años de experiencia, logran notas muy bajas por la dificultad del examen.
En este escenario, el SME abunda que “seguirá profundizando en este análisis y hará públicas sus conclusiones al término de los exámenes de las categorías pendientes”. Se de la circunstancia de que la central ESK había enviado hace unos meses una nota informativa en la que sugería que la OPE era una “pantomima” y que además la manipulación era “conocida, tolerada y favorecida” no sólo por las jefaturas de servicio sino por “gestores” de Osakidetza y “responsables de la Administración”. El comunicado hablaba de que se iba a “favorecer” la puntuación de determinados aspirantes “en función de intereses particulares”. ESK concluía definiendo lo que podía ocurrir a partir de mayo como “amiguismo” e “intercambio de favores”.
Se da la circunstancias de que en Euskadi se constató la manipulación de la primera gran OPE de acceso a Osakidetza tras la transferencia de las competencias en materia de Sanidad. En 1990 hubo un total de 581 beneficiarios, según el propio Gobierno vasco, y estaban vinculados con el entorno del PSE y de UGT, entonces al frente del Servicio Vasco de Salud. En estos momentos en Euskadi está visto para sentencia el denominado 'caso Margüello', que afecta a excargos del PNV en Sanidad acusados de irregularidades en la externalización de servicios sanitarios. Ese caso lo denunció el PSE-EE en la etapa de Patxi López y el abogado de los principales acusados señaló que fue una venganza política por haber sacado a la luz aquellas irregularidades en las OPE.