Cuando la sede de Podemos en Vitoria era la oficina de una empresa implicada en el mayor caso de corrupción vasco
Calle de Manuel Iradier. Número 40. Ésa es la dirección de la sede de Podemos en Vitoria desde el año 2015, cuando el entonces recién creado proyecto de Pablo Iglesias entró en las instituciones locales. Ahí se han valorado elecciones y discutido crisis internas. Se han elegido candidatos y adoptado decisiones políticas. La formación morada necesitaba una morada en alquiler en la capital vasca y la halló en un local de oficinas céntrico y espacioso. No hay nada extraño en ello, salvo por el pasado de ese local.
Pero ¿quiénes eran los anteriores inquilinos? En ese local había tres empresas. Sus nombres eran ARK Gasteiz, Okandi y... Stoa. Aunque las tres forman parte del mismo grupo y compartían accionista, Jon Buesa Blanco, miembro del PNV y hermano del político socialista asesinado por ETA, es la tercera del grupo la más conocida. Stoa es una de las empresas clave del 'caso De Miguel', el mayor de corrupción en Euskadi. Su administrador todavía hoy, Sergio Fernández Oleaga, ha sido condenado a una pena de prisión de un año y seis meses por haber abonado comisiones a quien él llamaba su “padrino” para conseguir contratos, Alfredo de Miguel, 'número dos' entonces del PNV de Álava.
El caso tuvo su origen en el parque tecnológico de Miñano, más en concreto en su proceso de ampliación. La dirección del parque adjudicó 'a dedo' ese contrato a una firma, Urbanorma Consulting, decidida por la trama de De Miguel. Ainhoa Alberdi, abogada urbanista en esa firma, denunció que la letra pequeña consistía en pagar una comisión de 100.000 euros. Pero también había que subcontratar de manera obligatoria a Stoa, un estudio de arquitectura de cabecera de De Miguel.
Para sustanciarlo, Miñano celebró un supuesto proceso de adjudicación en el que participaron como si fuesen competencia Stoa, Okandi y ARK Gasteiz. Luego llegaría otro polémico contrato en el parque tecnológico para Fernández Oleaga por el que se ha demostrado que se abonó una mordida. Y luego uno tercero para la dirección de obra del edificio E8 en el que la Policía halló irregularidades. Stoa, en definitiva, aparece allá donde los tentáculos de la red de De Miguel encontraba negocio. Como en Zambrana, la operación urbanística de 65 milllones de euros que reportó pingües ingresos ilícitos a los intermediarios. Fernández Oleaga fue convocado incluso para la reforma de la sede del PNV en Vitoria, gestionada por De Miguel. La pareja llegó a crear una sociedad mercantil compartida llamada Marratik.
Fuentes de Podemos -un partido que en las instituciones siempre ha denunciado el 'caso De Miguel'- confirman que su casero sigue siendo Buesa. Stoa, por su parte, se ha trasladado al barrio de San Martín, junto a la nueva sede administrativa del Ayuntamiento de Vitoria. La compañía continúa activa a pesar de la dura sentencia de corrupción y de la implicación en el caso de su gerente Fernández Oleaga. Tan es así que la sociedad municipal de Aguas de Vitoria (Amvisa) ultima una adjudicación a Stoa. La empresa trabaja ahora mismo en tres obras de Amvisa.
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