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Urkullu se toma el fin de semana para decidir: el martes se conocerá si hay adelanto electoral en Euskadi

Urkullu, este viernes en el Parlamento

Iker Rioja Andueza

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Tras una intensa semana en la que por momentos se ha visto a un Iñigo Urkullu agobiado -“pido un poco de respeto”, ha comentado este viernes a los periodistas a su llegada al Parlamento-, el lehendakari se da tres días para valorar si finalmente decide convocar elecciones anticipadas el 5 de abril y desinflamar la agenda mediática. No habrá anuncios el fin de semana y probablemente tampoco el lunes, por lo que cualquier novedad se pospone para el martes, día de Consejo de Gobierno. Aunque los plazos son ajustados, existe la posibilidad de hacer una publicación extraordinaria del Boletín Oficial esa misma tarde -según ha estudiado Lehendakaritza en caso de que sea necesario- para que se cumpliera el margen de 54 días marcado por la normativa electoral.

Urkullu se ha enfrentado este viernes a la primera sesión de control de este 2020 tras el parón de Navidad y de enero y es posible que sea también la última de la legislatura. Una de las cuestiones que preocupa al lehendakari es que la oposición bloquee la acción del Gobierno y emprenda estrategias de desgaste. Como metáfora, después de esquivar a los periodistas, el lehendakari se ha visto impedido a entrar a la Cámara por un problema con las puertas automáticas. Minutos después, una vez dentro, ha tenido que escuchar a EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP denunciar las contrataciones al grupo Montai, de un cargo del PNV, ha respondido a una pregunta sobre el mayor casos de corrupción vasco, el 'caso De Miguel', o se ha enfrentado a EH Bildu por la situación social y económica del país con la huelga del pasado 30 de enero como telón de fondo.

Si se decide a agotar la legislatura o, al menos, a alargarla unos meses más, Urkullu ha podido constatar que el Parlamento no será una balsa de aceite. “Esto es legítimo pero yo veo que no hay ninguna aportación en positivo. No hay una intención de mejora”, ha llegado a decir el lehendakari en una de sus respuestas a EH Bildu, a la que ha reprochado -quizás pensando también en otros grupos- que actúe por “cálculo electoral”.

El líder de la coalición Elkarrekin Podemos, Lander Martínez, había introducido en el orden del día una pregunta sobre la situación política. El portavoz morado ha sido claro y le ha pedido al lehendakari que agote la legislatura porque, de lo contrario, quedarían en el tintero numerosos proyectos como la ley de igualdad, pero también ocurriría lo mismo con la de cambio climático, con la de memoria histórica, con la de centros de culto, con la de la RGI o, desde luego, con la reforma del Estatuto.

“¿Cuántos meses le quedan a este Parlamento para trabajar?”, ha interpelado Martínez. La respuesta de Urkullu ha sido breve, casi telegráfica, y desde luego no ha resuelto la gran duda. Por ello Elkarrekin Podemos le ha solicitado más detalles y concreciones, de nuevo sin éxito. “Todo parece indicar que está a punto de tirar la toalla. Nos parece un error. Creemos que la legislatura debe continuar hasta el final, hay mucho trabajo por hacer”, ha enfatizado Martínez.

El lehendakari ha remarcado que su Gobierno, una coalición de PNV y PSE-EE, se halla en minoría y que “con otro grupo” podría aprobar todos esos proyectos pendientes. Y ha añadido: “Si existe voluntad, contamos con muchas oportunidades para seguir aprobando leyes”. Pero era un condicional. Incluso aunque haya anunciado que el próximo martes, en Consejo de Gobierno, se vayan a aprobar dos nuevos proyectos de ley (Juventud y otro texto sobre funcionarios), nada ha aclarado sobre el final de la legislatura.

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