AUDIO | Una testigo asegura que la actual consejera vasca de Salud conocía la existencia de filtraciones en las oposiciones médicas
La doctora Izaskun Obieta, vocal del tribunal de Cardiología en las oposiciones del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) del pasado año, secundó a su colega Ángel Loma-Osorio y ratificó la existencia de filtraciones sistemáticas en todas las convocatorias, una práctica aparentemente establecida para beneficiar a opositores muy concretos. Además, preguntada por pruebas concretas de estas denuncias, relató su experiencia personal como opositora en el pasado y las dificultades que tuvo para obtener su plaza, hasta el punto de tener que marcharse a trabajar a Baleares. Una de las anécdotas que contó en la larga declaración durante la investigación abierta por Osakidetza y dirigida por la exdirigente del PNV Belén Greaves muestra que incluso la actual consejera de Salud, Nekane Murga, es conocedora de la existencia de estas irregularidades. Murga, cardióloga de profesión, accedió al cargo en marzo de este año precisamente tras la salida de Jon Darpón por este caso, que también se ha llevado por delante a otros altos cargos como la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, y el responsable de Recursos Humanos, Juan Carlos Soto.
“En la segunda OPE, que es la que pasé, -supongo que no le importara a la doctora Murga que lo mencione- yo estaba en Mallorca. Había hecho el examen, había vuelto, y coincidimos allí antes de que saliera el resultado del segundo examen. Coincidimos en una charla que ella había ido a dar. [...] Como la conocía, cuando acabó fui a hablar con ella. Y entonces ella me comentó: 'Para no tener el examen, lo has hecho muy bien'. [Silencio] Con comentarios como ésos, con lo que ven mis ojitos, con comentarios de ese estilo… Pero vamos, ya le digo, no es una persona en concreto. Es 'vox populi”, manifestó Obieta ante la insistencia de Greaves en que aportara pruebas concretas de las filtraciones. En aquella oposición Murga no era miembro de ningún tribunal.
La declaración de Obieta tuvo lugar en junio de 2018. En aquel momento, esa “doctora Murga” era un cargo más en el organigrama de Darpón, concretamente directora de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitaria. Antes de convertirse en consejera, Murga fue la persona encargada por Darpón para mantener reuniones con la oposición en el Parlamento y discutir posibles cambios y mejoras en el sistema de oposiciones como alternativa a la comisión de investigación que propugnaban formaciones como Elkarrekin Podemos o EH Bildu. En la última sesión de control al Gobierno celebrada en el Parlamento Vasco, Murga aseguró que Osakidetza es la primera interesada en que el esclarecimiento de este caso “llegue hasta el final” y defendió que el trabajo interno ha sido la “base” de la actual investigación judicial.
No obstante, la Fiscalía ha tenido que requerir al Gobierno vasco que envíe todo el material recopilado durante sus pesquisas internas, documentación que ya ha llegado al juzgado y de la que no dispuso la fiscal Carmen Adán en su preinvestigación inicial. Las transcripciones, informes y actas no recogen todos las datos, indicios y afirmaciones que se pueden escuchar en los audios de los interrogatorios que realizó Osakidetza cuando el caso saltó a los medios de comunicación. La propia referencia a Murga no se hacía constar en el primer envío de documentación a la Fiscalía. Este periódico se ha puesto en contacto hasta las 19.00 horas con fuentes del Departamento de Salud sin obtener respuesta.
“Filtraciones siempre y desde hace años”
El comentario sobre Murga y las filtraciones llegó justo al final de una comparecencia de Obieta de más de una hora. La vocal del tribunal de Cardiología apoyó desde el principio a su compañero Loma-Osorio, que denunció incluso antes de la celebración de los exámenes de esta especialidad el riesgo de 'pucherazo'. A juicio de ambos, esas irregularidades se produjeron al ver que, en las notas de la parte práctica, había tantos exámenes perfectos, 22, como plazas en juego. Ninguno de los que obtienen plaza era compañero de hospital de Loma-Osorio o de Obieta.
“Es 'vox populi' que las oposiciones de especialidades médicas sufren filtraciones siempre desde hace años. Lo conozco de primera mano”, explica Obieta a una Greaves que llega a calificar de “bajo nivel” los datos aportados por Loma-Osorio y que motivaron la investigación, entre otros comentarios que soliviantan a su interlocutora. La doctora, por ejemplo, explica cómo en una de las oposiciones que se presentó siendo residente vio a compañeros suyos rellenando el cuestionario antes de que terminar el vídeo con el caso clínico que había que explicar.
Obieta indica que los propios opositores asumen que así funciona el sistema y que, por ello, se reunió con la única candidata de su centro, el hospital Alfredo Espinosa, para explicarle su posición contraria a estas prácticas en vista de que no iba a poder renunciar de su puesto en el tribunal. “Me reuní con ella y le hice saber que lo sentía en el alma. Suponía que había oído que podrían darse filtraciones pero le dije que yo iba a intentar que no se produjeran”, declaró no sin antes recordar que, en cuanto se hizo público que iba a participar en la OPE, empezó a recibir mensajes como “¿Estás en el tribunal? ¿Dónde hay que llevarte jamones?”.