“Los excooperativistas conocían la situación de Fagor y decidieron apoyarla”
Más de lo mismo. La segunda sesión del juicio que se sigue contra la Corporación Mondragon por las aportaciones voluntarias de los excooperativistas de Fagor Electrodomésticos siguió la misma línea que el primer día. Los responsables y exresponsables de la cooperativa y de la Corporación no se movieron apenas de la línea de defensa marcada: los excooperativistas conocían la precaria situación de Fagor Electrodomésticos y a pesar de ello mantuvieron sus aportaciones.
En la segunda sesión, han sido el que fuera presidente del Consejo Rector de Fagor Electrodomésticos Javier Retegi y la responsable de finanzas del Grupo Fagor Ana María Beristain quienes han reiterado que los socios de esta cooperativa que habían suscrito aportaciones voluntarias conocían “perfectamente” la delicada situación por la que atravesaba la compañía y decidieron mantenerlas. Los demandantes reclaman a la Corporación 47 millones de euros por las aportaciones voluntarias y préstamos mercantiles depositados en la cooperativa quebrada en 2014 al entender que sus rectores les animaron a invertir a pesar de que sabían que Fagor iba a la quiebra.
En concreto, Retegi (quien también tiene aportaciones voluntarias que ya no va a percibir) ha mantenido que a pesar de que los aportantes sabían “perfectamente” la situación de Fagor Electrodomésticos y a pesar del riesgo que implicaba decidieron a apoyar de esa forma a la cooperativa en dificultades. Y en ese ambiente de dificultad ha enmarcado la decisión adoptada en 2011 por el Consejo General del Grupo Fagor de prorrogar las aportaciones voluntarias de socios que iban a vencer a mediados de 2012. “Se trataba de una herramienta financiación muy importante para las cooperativas del grupo. Si no se renovaba podía colocar a Fagor Electrodomésticos en una situación delicada. De no haber llevado a cabo esta medida probablemente no hubiera podido afrontar la devolución de todas las aportaciones vencidas”.
Esta prórroga fue una decisión adoptada por el Grupo Fagor y no por la Corporación Mondragón, recalcó Retegi, dejandola así al margen de responsabilidades. “Cada cooperativa dentro del grupo debía salir adelante por sí sola en su acción habitual, a pesar de que en los períodos de dificultades podía recibir la solidaridad de otras cooperativas”.
“Tema administrativo”
Por su parte, Ana María Beristain también ha incidido en que los socios conocían la situación de la empresa a través de las reuniones y sesiones informativas que se realizaban y ha comentado que la decisión de prorrogar las aportaciones que vencían en 2012 fue “un tema administrativo”.
Beristain ha explicado, a este respecto, que la situación no se modificaba para los socios, ya que las aportaciones tenían una liquidez inmediata siempre que se pidiera con un preaviso de un mes y no se cambiaron estas condiciones.
El actual presidente de Eroski, Agustín Markaide, también ha testificado en calidad de expresidente de la Comisión Permanente de Mondragón. Ha recordado que el Grupo Mondragón aprobó una ayuda 70 millones de euros para Fagor Electrodomésticos, pero ha rechazado que las aportaciones de sus socios estuvieran garantizadas por el hecho de la Corporación fuera a apoyar económicamente “de manera ilimitada” a esta compañía.