Las protestas contra los recortes en pensiones desbordan las calles vascas: 115.000 personas toman Bilbao
Todo empezó en Bilbao. Tras la llegada de las cartas de la ministra Fátima Báñez traduciendo a euros -casi a céntimos- la subida del 0,25% de las pensiones, un grupo de pensionistas inició las protestas el lunes 15 de enero. Y se repitieron cada lunes. Hasta que este sábado 17 de marzo han visto como 115.000 personas de toda condición -y no sólo los directamente afectados- se unían a sus reivindicaciones y han colapsado las calles céntricas de la villa contra las políticas el Gobierno del PP en este roído pilar del Estado del Bienestar.
La histórica cifra de 115.000 asistentes (Bilbao acredita 345.000 habitantes) es una estimación oficial de la Policía Municipal. Sea o no ajustada, la movilización al grito de ''¡Manos arriba, esto es un atraco!“ ha sido multitudinaria y ha congregado a personas del área metropolitana y de otras zonas de Euskadi. Las imágenes aéreas han mostrado verdaderas mareas humanas colmando las calles de la capital de Bizkaia, donde evidentemente se ha tenido que suspender el transporte público.
En Bilbao, los presentes han pedido la dimisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y han advertido de que seguirán adelante con las movilizaciones convencidos de que van a “ganar esta batalla”. La marcha, una de las más multitudinarias que se han vivido nunca en la ciudad, ha sido una de las referentes de la jornada en toda España. Tan es así que aunque la salida de la manifestación estaba convocada para las cinco de la tarde desde el Ayuntamiento de Bilbao, a las cuatro y media de la tarde las inmediaciones del Consistorio estaban ya atestadas de ciudadanos.
El inicio de la marcha se ha visto alterado por un 'rifi rafe' con un grupo de manifestantes que portaban ikurriñas y una pancarta en la que se leía “Pensiones dignas 1.080 euros/mes. Babes eta segurtasun sozialerako ekunde propio” firmada por la plataforma de pensionistas de Euskal Herria y que desatendía así la consigna de los convocantes -Movimiento de pensionistas de Bizkaia- de que no se portaran logos ni banderas, informa Europa Press. Finalmente, la manifestación ha estado encabezada por una pancarta en la que se podía leer, en euskera y castellano, 'Pensiones públicas dignas. No 0,25%“.
A lo largo de la marcha, que se ha iniciado bajo una fuerte lluvia, se han visto carteles en los que se podía leer “La pensión es un derecho, no una limosna, no al 0,25%” o “Pentsionistak aurrera” y se han coreado gritos en contra del Gobierno Rajoy y su decisión de no referenciar las pensiones al IPC.
La marcha ha contado con la presencia de representantes políticos como el diputado del PNV y portavoz del grupo vasco en el Congreso de los Diputados, Iñigo Barandiaran, los miembros del EBB Mireia Zarate, Joseba Aurrekoetxea y Iñaki Txueka, así como el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, miembros de la Ejecutiva vizcaína como Josune Gorospe, y alcaldes de otros municipios.
También han asistido la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, el juntero Ekain Rico o el edil socialista Alfonso Gil, los parlamentarios de EH Bildu, Maddalen Iriarte, Iker Casanova o Jasone Agirre o el secretario general de Podemos Euskadi, Lander Martínez. También ha habido presencia de sindicatos y, entre los líderes sindicales, se encontraban la secretaria general de CC.OO. Euskadi, Loli García, y el de UGT Euskadi, Raúl Arza.
Al término de la marcha, que ha finalizado pasadas las 18.30 horas en el Plaza del Sagrado Corazón de Jesús, se ha dado lectura a un manifiesto en el que los convocantes han destacado que, con esta movilización, han querido exigir unas pensiones públicas “dignas para hoy y para el futuro”. “Estamos hartos de que nos mientan, de que nos impongan recortes de pensiones y reformas laborales dirigidas a reducir salarios, a llevar a los jóvenes a la precariedad laboral y a futuras pensiones míseras, mientras la banca y las grandes corporaciones multiplican escandalosamente sus beneficios y pretenden hacer negocio mediante planes privados de pensiones”, han destacado.
15.000 en Vitoria, otro hito
La calle de la Paz de Vitoria mide 400 metros de largo y tiene un carril bus y tres más para la circulación. Este sábado a mediodía esta céntrica arteria de la capital vasca estaba literalmente llena de gente de punta a punta en el marco de las movilizaciones que se celebran en toda España contra los recortes en las pensiones. Según estimaciones oficiales de la Policía Local, más de 15.000 ciudadanos de Vitoria y de otras localidades cercanas como Agurain han participado en la manifestación, muchos de ellos pensionistas pero también jóvenes y personas de mediana edad que han querido solidarizarse con sus mayores y, por qué no, pelear porque sus prestaciones en el futuro no vayan a peor.
El pistoletazo de salida de la marcha se ha dado a las doce en punto del mediodía junto al museo Artium. Mientras la cabeza alcanzaba el final, la plaza de la Virgen Blanca, aproximadamente media hora después, la cola aún no había partido. “Hacía tiempo que no veía algo de estas características”, comentaba el motorista de la Policía que custodiaba el cierre de la manifestación, que a la una continuaba a medio camino del final. Y si refería a las dos fotografías históricas que han dado las calles vitorianas en apenas 10 días: esta movilización sigue a otra marea, en este caso feminista, la del 8 de marzo.
Ni la lluvia ha frenado a la masa, que iba preparada de casa con paraguas y chubasqueros. Un breve pero intenso aguacero, sin embargo, sí ha deslucido la lectura del manifiesto en la Virgen Blanca. “Reivindicamos la aplicación del IPC y no admitermos que nos engañen con una mísera subida ni una desgravación fiscal”, han proclamado en referencia a la comparecencia de Mariano Rajoy en las Cortes Generales los portavoces del movimiento, vinculados a las organizaciones Arabako Pentsionistak Lanean y Por una vida digna.
Durante la marcha, dos eran las cifras más repetidas. Por un lado, el 0,25% que han crecido las prestaciones en 2018 y que ha encendido la mecha de las movilizaciones en toda España y con especial incidencia en Euskadi. Y, por otro, 1.080, los euros que han reclamando como pensión mínima digna.
“Rajoy, mis padres ya se han hecho un plan de pensiones. ¡40 años de sudor!”, se quejaba una mujer que, como tantos, ha decidido salir a la calle para arropar a los pensionistas. “Somos pensionistas, no terroristas”, se podía leer en un cartel casero que portaba una de las veteranas en la marcha. Como ella, muchos han cogido cartulinas y rotuladores para dar rienda suelta a sus reivindicaciones. Igualmente originales han sido los artilugios para hacer ruido. Además de los clásicos silbatos o bocinas, una mujer había sacado de casa una caracola marina que le estaba dando un sonoro resultado.
“Sois un ejemplo de lucha”, se leía en la pancarta de una organización juvenil, que se ha ubicado en un lateral de la calle de la Paz para aplaudir el paso de la marea humana. Muchos abuelos han acudido también con sus nietos y durante el recorrido había decenas de silletas de bebés.
Entre los presentes se hallaba el secretario general del principal sindicato vasco, ELA. Adolfo 'Txiki' Muñoz ha afirmado a los periodistas que las movilizaciones de los pensionistas, las de los trabajadores o las del movimiento feminista comparten objetivos y deben aunar fuerzas. “La movilización marca el camino”, ha enfatizado el líder sindical antes del arranque de la marcha. La siguiente, este lunes 19 de marzo.
Otra riada de gente en Donostia
En San Sebastián, la marcha ha partido a las seis de la tarde de los jardines de Alderdi Eder tras una pancarta con el lema 'Defensa de las pensiones públicas en Euskadi. Convocadas por las asociaciones guipuzcoanas de pensionistas Nagusilan, Helduak adi, Duintasuna Elkartea, Gepe, Fevaas, Appetol, Appebade y Agijupens, agrupadas en PAMG, y Aspalgi y la plataforma de pensionistas de Txingudi, miles de personas han secundado la marcha que ha recorrido las calles céntricas de la capital guipuzcoana.
Representantes políticos y sindicales como los dirigentes del PSE-EE Eneko Andueza, Susana Corcuera, Ernesto Gasco o Denis Itxaso, o los de Ezker Anitza-IU Arantxa González y Jon Hernández, entre otros, se han sumado a la multitudinaria manifestación para reclamar unas pensiones públicas dignas y una pensión mínima de 1.080 euros. También se han sumado dirigentes sindicales como la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu.