AUDIO | Un miembro del tribunal de las oposiciones a la Sanidad vasca en la categoría de Angiología: “Esto es un tongo”
En las oposiciones médicas de Osakidetza (el Servicio Vasco de Salud) celebradas en la primavera del año pasado y ahora bajo investigación judicial, alrededor de una veintena de categorías presentan resultados estadísticamente anómalos: abundan las notas perfectas o altísimas en pruebas de elevada dificultad y suelen coincidir con el número de puestos en juego. Por ello, pesan sobre ellas sospechas de que se produjeron filtraciones para dar las plazas a opositores muy concretos. Una de ellas es Angiología y Cirugía Vascular, con la vocal del tribunal, autora del examen teórico y jefa de servicio del hospital de Basurto, María Reyes Vega, imputada formalmente por la instructora, la juez Yolanda Varona, y con el proceso selectivo empantanado a la espera de novedades judiciales.
Fue un compañero de Vega en el tribunal, el doctor José María de Egaña, quien primero levantó la voz con un escrito en el que alertaba de que los aprobados eran los colegas de la autora del examen en Basurto. Otro miembro de ese comité, el jefe de la especialidad en Cruces, Juan Luis Fonseca, le secundó desde el primer momento y habla a las claras de “tongo”.
El doctor Fonseca compareció en junio del pasado año ante los comisionados por la dirección de Osakidetza para investigar lo ocurrido en los exámenes de Angiología, Xabier Balerdi y Míriam Aparicio, un expediente con código 552/18. La grabación de esta entrevista, de casi media hora, forma parte del sumario de la investigación penal abierta en torno a esta OPE y que este periódico irá difundiendo en los próximos días.
Ante la pregunta de qué pudo haber sucedido para que los únicos cinco aprobados en un examen tremendamente complicado fueran cuatro aspirantes de Basurto y una quinta de Galdakao amiga de los anteriores, el médico tiene claro que se debe a “sabían el examen”. Matiza, eso sí, que “no fueron tan necios como los de otras especialidades que se permiten despacharse con un 10”. “Fueron más cucos”, ironiza sobre unos opositores que lograron en la prueba teórica puntuaciones del entorno del 80%, mientras que en Cardiología o Cirugía Cardíaca -un dato que él mismo aporta- sí se ven notas perfectas.
La gran novedad de la OPE del pasado año es que el Gobierno vasco decidió retirar la potestad de elaborar al menos la parte teórica de las pruebas a los tribunales. Encomendó ese trabajo a un organismo externo y especializado, el Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP). Sin embargo, ante la ausencia de expertos en materias tan especializadas, el IVAP pidió a Osakidetza un listado de personas que serían, al postre, los autores reales de las preguntas. En el caso de Angiología, la seleccionada fue María Reyes Vega, aunque ella nunca lo comunicó a sus compañeros de tribunal. Pese a carecer de “pruebas”, Fonseca -como De Egaña- sospechaba esa relación entre el misterioso autor del examen y las mejores notas, hasta el punto de que Fonseca le dijo a Balerdi y Aparicio que “la fuente [de la filtración] está en ese mismo hospital”. “Es Reyes Vega”, zanja ante unos interrogadores que se cuidan de dejar claro que de su boca no ha salido nunca la confirmación de que fuera ella la autora real del examen.
“Tontos no somos”, continúa Fonseca en su declaración, en la que habla de “un hábito de mala praxis” generalizado en el Servicio Vasco de Salud. “Al final, parece que las personas entienden que es lícito ayudar a los tuyos a costa de los demás. Con eso hay que acabar como sea”, enfatiza el facultativo, quien mandó una carta al tribunal por su sospecha de que la OPE “había sido un tongo”. “Me siento triste. Me hizo sentir muy mal. Veo que las cosas no cambian. Hay personas de mi edad o más jóvenes que todavía siguen teniendo malos hábitos”, lamenta el veterano profesional de Cruces, que recuerda haber visto “llorar” a algunos opositores ante la dificultad de la prueba y la “traición” del clan de Basurto.
Fonseca, además de su denuncia, hizo un llamamiento al Servicio Vasco de Salud. Pidió que no “malgastara” la “oportunidad” de llegar hasta el final y a no “levantar el felpudo y meter la mierda debajo” porque el 'pucherazo' en este tipo de convocatorias, según dio a entender, es estructural. “Con eso hay que acabar como sea”, recalcó.
El médico de Cruces indicó que él mismo y De Egaña hablaron por 'whastapp' con Vega de lo ocurrido en los momentos posteriores al examen, celebrado el último fin de semana de mayo de 2018. También dice que ella se mostró contenta cuando Fonseca le dio la enhorabuena por los resultados de modo irónico. De Egaña, en cambio, fue más cauto ante los comisionados de Osakidetza que le interrogaron: “Yo no estoy apuntando a nadie [...]. Lo que puedo decir es que es muy raro”.
Una tercera integrante del tribunal de Angiología, Ana Isabel Cabezas, también habló claramente de “sospechas de una posible filtración”, aunque de nuevo sin dar el nombre de su compañera. El representante del hospital Donostia, José Luis Higuera, remarca que “cualquiera” que vea las notas sabrá que ha ocurrido algo “extraño”, pero aseguró que no quiere dar su “opinión” sobre el asunto oficialmente. La secretaria del tribunal, finalmente, declaró que la única persona que salió de la reunión previa al examen fue la representante de Basurto, aunque fueron apenas “tres minutos”.