La educación transforma vidas, tiene el poder de cambiar el presente y el futuro de las personas, también de sus comunidades, puede erradicar la pobreza y reducir las desigualdades. La educación debe alimentarse con inversión, con políticas y medidas ambiciosas que pongan a la infancia en el centro. En el Día Internacional de la Educación, Educo, una ONG de infancia presente en 14 países, entre ellos España, lanza la campaña Alimenta su Educación (#AlimentaSuEducación) con un doble objetivo. Por una parte, la más metafórica, queremos reforzar ante la opinión pública la necesidad de nutrir el sistema educativo, priorizar la educación en nuestros presupuestos, en las agendas políticas, institucionales y de todos los actores relevantes en el sector. De la otra, la más literal, queremos insistir en la importancia del comedor escolar, como espacio que garantiza una alimentación adecuada a los niños y las niñas; también como un espacio que los protege, y les permite seguir aprendiendo, relacionarse y jugar con sus pares. Alimentar y nutrir están presente en muchos de nuestros programas; en España, donde somos una ONG conocida por nuestro programa de Becas Comedor, como en los programas en otros países, donde damos apoyo a cantinas escolares, huertos o iniciativas de acceso a alimentos para hacer frente a contextos de crisis e inseguridad alimentaria donde todavía hay personas que mueren de hambre.
La pandemia ha sacudido a muchos hogares españoles. En un contexto de crisis económica y social y frente al aumento de la pobreza infantil, Educo considera imprescindible el comedor escolar para garantizar el derecho a la alimentación, educación y protección de la infancia. En el Día de la Educación, en Educo instamos al Gobierno y a las comunidades autónomas a apostar por la universalización del comedor escolar, para que todos los niños las niñas tengan acceso a este espacio clave para su bienestar y al que hay que asegurar el acceso independientemente de la situación económica de su familia.
Un 31,1% de los menores de edad en España está en riesgo de pobreza o exclusión social: 2,5 millones de niños y niñas. Sin embargo, las becas comedor solo cubren a un 11% de la infancia matriculada en la educación obligatoria. Claramente insuficiente si tenemos en cuenta que el 13% de la población infantil sufre pobreza extrema en España. Queremos visualizar que ni siquiera llega a cubrir a este sector. La beca comedor es mucho más que una comida, asegura el acceso al comedor escolar y desde ahí, previene el abandono escolar, fomenta la inclusión, protege frente a la violencia y contribuye a garantizar la igualdad de oportunidades.
Muchas familias españolas no pueden pagar todos los costes de la educación y alimentación de sus hijos. Con la universalización del comedor escolar se garantizaría que cualquier niño o niña tenga acceso a este espacio; un espacio que debe ser reconocido y se le debe dar la importancia que tiene, por lo que debería incluirse dentro del currículo educativo.
Al igual que España, todos los países de la Unión Europea, así como Reino Unido, Noruega y Suiza, han aprobado políticas de alimentación escolar, reconociendo la gran importancia de las comidas escolares para un desarrollo saludable de niños, niñas y adolescentes. En todos estos países existen subvenciones y ayudas al alumnado en centros de sus sistemas públicos de educación con el objetivo de hacer más accesible e igualitaria la obtención de alimentos a niños durante su educación obligatoria. Pero hay algunos que han dado pasos más decididos. Suecia, Finlandia y Estonia son algunos países europeos, de los pocos a nivel mundial, que ofrecen comidas escolares gratuitas a todos los alumnos de la enseñanza obligatoria, independientemente de su capacidad de pago. En el caso concreto de Finlandia, el primer país del mundo en servir comidas escolares gratuitas, todos los niños finlandeses entre los 6 y los 16 años tienen derecho a una comida diaria gratuita en las escuelas primarias y secundarias. El Gobierno las hizo obligatorias en 1948 en todos los municipios.
A pesar de todos los avances logrados en los últimos años, todavía hay un amplio espacio de mejora. En la gran mayoría de los países de ingresos altos, las comidas gratuitas suelen estar disponibles sólo para los niños pertenecientes a familias muy vulnerables o que cumplen ciertos criterios. Podemos seguir avanzando. Por ejemplo, con el precio de las comidas. Somos uno de los países con un coste más elevado de comedor escolar, como en la cobertura de las becas que en su mayoría cubren tan solo el 50% de ese coste. Para ello es imprescindible una mayor inversión en educación que al menos nos sitúe en la media de los países europeos para empezar a tener la educación que queremos.
En el Día Internacional de la Educación, os invitamos a uniros a la campaña de Educo #AlimentaSu Educación, con el objetivo de nutrir el presente de nuestra infancia para que pueda tener oportunidades, proyectarse hacia el futuro y desarrollar todo su potencial.