Ya en campaña, los dos partidos que gobiernan el Ayuntamiento de Madrid incluían el apoyo a los emprendedores, los autónomos y la innovación. Tanto era, que proponían una agilización de trámites de licencias sin tener muy claro lo que eso significaba: ¿Cuántos negocios físicos están afectados por el retraso en sus licencias cuando vemos que las casas de apuestas crecen sin parar en nuestra ciudad? O, por el contrario, los nuevos negocios son digitales, en cuyo caso no hay licencias que tramitar, pero siguen necesitando de un apoyo por parte de la Administración pública, que hoy por hoy no sabemos cómo se va a articular.
En las primeras comisiones del área de Hacienda y Personal y de Economía, Innovación y Empleo les recriminamos el uso de una marca comercial para fines partidistas y electorales, y el impacto negativo para seguir atrayendo inversión a la ciudad de Madrid. La falta de seguridad jurídica no puede partir de la Administración pública.
Es importante que el ecosistema empresarial se encuentre seguro, en todos los aspectos, y que encuentren en Madrid un entorno favorable para el establecimiento y crecimiento de su negocio, ese mismo entorno que atrajo entre el 2015 y el 2018 cerca del 62% de la inversión privada recibida en España, situando Madrid como la primera región para la atracción de inversión.
También es importante tener en cuenta a las más de 130.000 personas que están faltas de empleo en nuestra ciudad, y ser conscientes de la responsabilidad compartida entre las Administraciones públicas y el sector privado.
El escenario de incertidumbre social, económica y política nos obliga como Ayuntamiento a explorar todas las vías posibles para garantizar las condiciones de crecimiento económico, generación de riqueza y empleabilidad. En este último, es cada vez más patente que el presente del empleo no vendrá de grandes empresas, sino de la especialización y la atomización de servicios. Es decir, que en los próximos años veremos un crecimiento importante en la proporción de autónomos y de micropymes.
Por otra parte, este escenario también abre la puerta a los perfiles aportados por las nuevas tecnologías, y a los nuevos modelos de negocio, en el caso de la ciudad de Madrid, centrados en las necesidades de las vecinas y vecinos, con un compromiso especial por la sostenibilidad, el medio ambiente y los cuidados, como ejes de esta nueva economía. Hablamos de atención social más individualizada, transporte menos contaminante, modelos de educación adaptados, productos y servicios vinculados de cero residuos o economía circular.
Conocedores de esta realidad, desde Más Madrid hemos pedido en varias ocasiones que se explicara su plan para afrontar los retos de la ciudad: mantener Madrid como destino de la inversión recibida a nivel nacional y aumentar esa cifra, reducir el número de parados, atender y apoyar la generación de nuevos negocios, especialmente a los emprendedores y los autónomos.
Tal y como ha sucedido con otras partidas, la dedicada a Innovación, Emprendimiento y Empleo también se ha reducido; concretamente, pasa de ser un 3% de los presupuestos a cerca del 2%.
Recordemos que tanto el alcalde, Martínez-Almeida, como la Vicealcaldesa, Villacís, así como los concejales del área de Economía, como el área delegada de Innovación, Empleo y Emprendimiento, recalcan la apuesta de la corporación por la innovación, el empleo y el emprendimiento. Recordemos especialmente el anuncio de hacer de Madrid una ciudad emprendora en cada ocasión en la que merece la pena dejar el mensaje, sin embargo, la realidad es otra.
Podríamos pensar que los recortes son cuestión de presupuesto económico, y que forman parte del acuerdo de gobierno PP-C's, con un reparto 75/25 en las competencias y presupuesto. Pero va más allá.
No solo se han recortado los presupuestos, también se ha limitado la actividad del área delegada. Los indicadores de actividad ligados al presupuesto dejan en entredicho ese “apoyo por la generación de riqueza y crecimiento económico”.
En el caso de las líneas de emprendimiento y fomento de la cultura de emprendimiento, apenas si cuentan con actividad marcándose como 30 actividades anuales, lejos quedan de poder atender a un porcentaje representativo de los desempleados, por no citar a las personas que podrían utilizar esta vía para la mejora de sus oportunidades laborales.
En el caso del posicionamiento que tanto preocupa a la Vicealcaldesa, vemos que apenas si se cuenta con un plan, la vinculación con redes internacionales aspira a solo cuatro entidades, o la presencia, y que no se pretende impulsar a las empresas madrileñas al exterior. Este punto se ha incluido en la enmienda de Más Madrid.
Llama la atención que teniendo una oficina de atracción de inversión propia, el número de proyectos que se estima presentar a inversores se reduce a 15. Cabe citar que durante el 2019, La Nave tenía un evento mensual para la presentación de proyectos a inversores, empresas y expertos sumando más de 40 proyectos de enero a junio.
Del mismo modo, vemos que no se hace mucho esfuerzo por respaldar la actividad emprendedora con las fuentes de financiación, máxime cuando se ha prescindido del vehículo de inversión propio para el fomento de la innovación y la economía social, Fondo de Impacto, alegando la falta de capacidad y recursos propios para la ejecución de la iniciativa. El Fondo de Impacto se proyectó para el apalancamiento de otros fondos de inversión en temas de innovación.
Y como empieza a ser habitual, los indicadores de igualdad son más que cuestionables: si se mantiene tal cual está proyectado, las acciones de difusión tecnológica entre mujeres serán cuatro anuales. Por una parte, refleja el poco conocimiento de las acciones que se celebran de rutina en los espacios, y por otro, la poca implicación por una reivindicación popular ampliamente aceptada por las vecinas y los vecinos, universidades y empresas.
Partiendo de la experiencia previa de gobierno, el grupo municipal de Más Madrid hizo una enmienda al alza a estos indicadores.
Las enmiendas de aumento por una parte reflejan la realidad de la actividad rutinaria que sucede en nuestra ciudad, en la que viven 3.200.000 personas, y en la que está implicado el Ayuntamiento de un modo u otro, organizador o colaborador. Por otra parte, son el mínimo exigible para poder mantener la senda de crecimiento y reconocimiento nacional e internacional, y mantener al menos sendos posicionamientos.
El Ayuntamiento cuenta con seis viveros de empresas, un Hub de Innovación Urbana (La Nave), un espacio para recibir empresas internacionales (International Lab), dos factorías industriales (Vicálvaro y Villaverde) y un espacio para la innovación gastronómica (Gastro Lab de Santa Eugenia), la oficina para la atracción de inversión (MIA), Agencia para el Empleo y el aún por definir en su relanzamiento Madrid Emprende.
Citando los recursos disponibles, sin entrar en valoraciones sobre los espacios que se han frustrado como la ampliación de La Nave o los que aún están por estudiar, como el edificio de la calle Toledo, o el espacio de coworking en San Cristóbal anunciado en campaña por parte de C's.
Los indicadores presentados en el proyecto de presupuestos más que reflejar la situación de una capital de Estado, parecen los propios de una capital de provincia.
Nuestra propuesta corresponde a unas acciones reales, vinculadas a la capacidad de los espacios públicos destinados para el desarrollo de las actividades, la capacidad de atracción de inversión de nuestra ciudad, y la predisposición del ecosistema empresarial, especialmente en temas de innovación, vistas en los últimos años.