Disputa verde en España: el espacio político verde en vísperas del 10N
Desde 2011, que fundamos Equo, hemos intentado introducir en la agenda política conceptos como la transición ecológica, el Green New Deal y la lucha contra el cambio cimático, en un marco de justicia social y respeto a los derechos humanos.
En este camino nos hemos asociado con otros partidos, a veces muy similares y otras veces bastante diferentes, con enfoques más globales o más locales, generando en el camino confluencias que han llegado a gobernar ciudades tan importantes como Madrid o Valencia, introduciendo así en la vida real de las personas aquellos conceptos que parecían tan utópicos y lejanos en 2011.
Ahora, primero como Más Madrid a nivel municipal y autonómico y en esta coalición electoral con Más País, respaldada por la mayoría de la militancia de Equo, hemos conseguido una confluencia de intereses políticos en busca de una transición ecológica justa que nos ponga en ruta hacia la España del futuro, un país más sostenible y con mayor justicia social. Porque, como siempre hemos dicho, nos interesan más las causas comunes que las casas comunes, o dicho de otra forma, los objetivos políticos frente a las siglas de partido.
A veces hemos tomado decisiones difíciles y ha habido compañeros y compañeras que nos han dejado porque no las compartían. Pero siempre lo hemos intentado hacer desde un escrupuloso respeto a la democracia interna y a los procesos reglamentarios y estatutarios. Que haya personas muy queridas que piensen que Equo ha equivocado su camino y que van a defender mejor la ineludible transformación ecológica de la sociedad desde otras posiciones y otras formaciones políticas es legítimo y respetable. Tan respetable como defender, como nosotros defendemos, que este proyecto verde crecerá y prosperará mejor cuanto más fértil sea el sustrato, y el mejor sustrato lo proporciona hoy por hoy, Más País.
Por eso hoy estamos felices de formar parte del proyecto de Más País-Equo, porque es una plataforma política de inequívoca vocación verde, como demuestra el documento programático conjunto “Un acuerdo verde para España”. Porque se respetan como iguales nuestras aportaciones y nuestros candidatos, y porque además coincidimos de nuevo en el camino con viejos amigos, como la gente de Compromís, o la CHA, con quienes nos unen muchas cosas, y con quienes ya montamos aquella candidatura de Primavera Europea para las elecciones europeas de 2015 que fue como un primer ensayo a nivel estatal de la cooperativa política que llevamos en nuestro ADN verde.
En Equo siempre hemos sido generosas en nuestras alianzas y creemos sinceramente que con ello hemos contribuido a que la agenda política verde sea por fin tan relevante que hoy se encuentre en disputa en España, al menos entre los partidos del bloque progresista. Pero efectivamente, un proyecto político verde, no es lo mismo que un eje programático verde. No hay más que mirar las posiciones que ocupan nuestros homólogos europeos en el espectro político. Mientras los partidos verdes se referencian en el Partido Verde Europeo e intentan desde el pragmatismo llegar a acuerdos para gobernar y poder avanzar en el necesario cambio de paradigma que asuma que los recursos del planeta son finitos, los partidos socialdemócratas y los de la izquierda unitaria europea (GUE) trufan sus programas de ecologismo para luego ofrecer un discurso económico que sigue fundamentado en el siglo XX.
Sin duda, nos interesa más lo que nos une que lo que nos separa de estas otras fuerzas políticas, no en vano llegamos a acuerdos con ellas todos los días en muchas instituciones, porque creemos firmemente en la inteligencia colectiva para superar la emergencia climática que amenaza a toda la humanidad. Pero en España, el proyecto verde reconocido y homologado a nivel europeo se llama Equo, y el 10N concurre en coalición con Más País.