Hay quien da por cumplido su cometido en política denunciando injusticias y lanzando grandes soflamas que se ajustan a lo que algunos quieren oír.
La izquierda en la que milito desde mi juventud siempre ha luchado por buscar conquistas sociales y alcanzar, peldaño a peldaño, los logros del estado de bienestar que ahora disfrutamos como sanidad, educación, pensiones o dependencia.
¿Es suficiente? No. Seguimos trabajando para consolidar y mejorar estos derechos. No hay descanso para pensar de dónde sacar el presupuesto para sostener estos servicios cuando estamos en el Gobierno o en buscar fórmulas de acuerdo y de presión para hacerlo cuando estamos en la oposición.
Hay quienes nos acusan de no haber hecho nada por no haberlo hecho todo. Pero los socialistas seguimos, como diría Simeone, “partido a partido” que es la única fórmula eficaz y efectiva para seguir mejorando la vida cotidiana de la gente.
Mientras otros practicaban la política de la casta gestual, nosotros hemos demostrado que las soluciones se van consiguiendo paso a paso. Y ahí están los resultados en el último mes: hemos iniciado la demolición de la Reforma Laboral del PP que tanta injusticia ha traído a los españoles. Hemos conseguido paralizar la LOMCE y reunir a todos para conseguir una reforma consensuada con todos. Hemos negociado la mayor subida de una sola vez del Salario Mínimo en 30 años. Y, por ejemplo, hemos alcanzado un acuerdo parlamentario para derogar la Ley Mordaza.
Cuando los Ayuntamientos aprovechen el acuerdo conseguido por el PSOE para flexibilizar la regla de gasto y, los que tengan superávit, puedan dedicar dinero a inversiones productivas, los ciudadanos se beneficiarán de esta medida.
Y también se beneficiarán los cientos de miles de trabajadores subcontratados que, gracias a la iniciativa parlamentaria de los socialistas, se modifica la Ley para que ganen lo mismo que los de plantilla, tengan las mismas condiciones de contratación, el mismo tiempo de trabajo y descanso e idénticas condiciones en materia de igualdad, protección a la maternidad, lactancia, paternidad y protección frente a riesgos laborales que los trabajadores contratados por una determinada empresa.
Cuando el viento se lleva las frases grandilocuentes y arrastra los pasquines del suelo tras la enfervorecida manifestación, los socialistas seguimos trabajando para conseguir medidas útiles que beneficien realmente a los ciudadanos.
En las últimas horas hemos arrancado al Gobierno actuaciones concretas para proteger a las familias en situación de pobreza energética severa. Hemos conseguido que actúe para prohibir los cortes de luz a las familias en situación vulnerable y que el coste de estas medidas las paguen las comercializadoras eléctricas sin que supongan cargo alguno para los presupuestos públicos.
Los socialistas llevamos meses denunciando esta situación que afecta (como este diario relataba recientemente) a más tres millones de personas en el último año.
Han sido múltiples las iniciativas presentadas en el Congreso de los Diputados para ofrecer medidas de protección a los consumidores ante el sobreendeudamiento, la pobreza energética y, sobre todo, la situación en la que estaban cientos de miles de niños ante el drama que padecen sus familias al no poder hacer frente al pago de los suministros de energía.
El debate era entre la estética de escenificar nuestra preocupación de manera altisonante como hacen otros –pero sin conseguir nada productivo– o atender a la ética de la responsabilidad para buscar soluciones efectivas a esta situación.
Está claro que, mientras otros debaten, nosotros hemos propiciado medidas para atajar el problema del frío que sufren más de 5 millones de personas en España. Hemos conseguido una tregua social que impida los cortes de luz a las familias vulnerables.
En los últimos cuatro años la electricidad ha subido un 73% y el gas un 67%. Eso ha llevado a que 1 de cada 5 personas sufra pobreza energética en España sin que el Gobierno del PP hubiera mostrado sensibilidad alguna para atajar el problema.
Los socialistas creemos que es una obligación de los poderes públicos actuar de forma urgente ante este problema acuciante. Y más cuando la bajada de las temperaturas no entiende de plazos de negociación entre partidos políticos.
Contra el frío no servía con acudir a la estética. Una vez más, los socialistas hemos actuado con la ética de la responsabilidad a la que estamos comprometidos con los ciudadanos, especialmente con los más débiles.
Y hemos alcanzado un acuerdo con el Gobierno (el que tiene la capacidad ejecutiva de aplicar las medidas) para actuar ya contra esta lacra que, según los últimos estudios, está causando más de 7.000 muertes al año.
Habrá algunos que sigan criticándonos porque consideren que los conseguido en poco y que ellos piden un huevo duro más. A esos que no han conseguido nada no les aplicaré la misma insulsa crítica. Simplemente les digo que los socialistas seguiremos buscando, en cada momento, los votos precisos para seguir ofreciendo alternativas viables a aquellos ciudadanos que necesitan soluciones a sus problemas.
La situación actual del país y su reflejo en el Congreso no está para vetos ni exclusiones. Está para alcanzar acuerdos y ofrecer soluciones. Eso es lo que pretendemos seguir haciendo los socialistas. Y lo que creo firmemente que quieren y reclaman los ciudadanos.
Cuando los demás se hayan cansado de vetarse y de consumir energías en críticas fatuas, los socialistas seguiremos, peldaño a peldaño, consiguiendo medidas para mejorar la vida de la gente.