El Gobierno de la dignidad para una Europa solidaria
El pasado mes de junio la vida de 629 personas se jugaba en el Mediterráneo. Niñas y niños, mujeres y hombres que huían de la muerte, el hambre y las guerras recibían un portazo a las puertas de Italia con la negativa de un gobierno populista que hace de la inmigración un arma letal contra el proyecto europeo.
Y en ese momento el Gobierno de España, con gran sensibilidad, ofrecía los puertos de nuestro país para salvar las vidas de estas personas a la vez que ganaba toda la autoridad moral para exigir al proyecto europeo volver a coger el timón del valor de la solidaridad.
Nadie que conozca medianamente los efectos de la globalización puede obviar que la política migratoria necesita de instrumentos comunes europeos, porque quienes arriesgan sus vidas y las de sus hijos en un viaje infernal lo hacen llamando a las puertas de Europa como sinónimo de esperanza y futuro.
A partir de ese momento, nuestro presidente de Gobierno, en el Consejo europeo de finales de junio y posteriormente a través de encuentros bilaterales con líderes europeos, consigue consolidar la idea de que solo a través de políticas comunes podremos enfrentarnos a esta realidad. Y ha sido esta misma semana cuando tras la petición nuevamente del barco Aquarius de acoger un nuevo grupo de inmigrantes, el Gobierno de España ha impulsado y logrado un acuerdo entre 6 países europeos para recibir a estas personas. Volvemos a demostrar que solo desde la solidaridad se puede hacer frente a esta realidad.
Europa tiene problemas, de nada serviría ponerse una venda en los ojos.
Los valores europeos que construyeron este proyecto común se ven contestados por aquellos que usan el populismo como respuesta errónea a unos desafíos que debemos afrontar con inteligencia. Y la extrema derecha y los populismos en algunos países (véase la actitud y declaraciones de Salvini en Italia o Víctor Orban en Hungría) acechan como un virus que planea contagiar al resto de Europa.
Y frente a esto, las sociedades modernas y con valores deben responder con firmeza. Esperemos que en nuestro país algunos no tengan la tentación de ir por el camino equivocado, y que la derecha española del PP y Cs demuestre saber comportarse defendiendo Europa como proyecto común. Por desgracia, no es así como están actuando estas últimas semanas, pero todavía estamos a tiempo de apelar a su responsabilidad, porque España necesita en estos momentos una oposición responsable y capaz de contribuir a buscar las soluciones que nuestro país y Europa necesitan.
El Sr. Casado y el Sr. Rivera deberían dejar esa competición por ver quién representa la derecha más rancia y ser capaces de trabajar en un proyecto solidario y justo de país.
Mientras tanto, nuestro presidente de Gobierno Pedro Sánchez no dejará pasar un solo día sin contribuir a construir un país digno y una Europa solidaria. Y seremos muchos y muchas los que estaremos trabajando para conseguirlo.