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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Hablemos de España

Santos Cerdán

Secretario de Coordinación Territorial del PSOE —

En cierta ocasión, un pedagogo afirmó que en demasiadas ocasiones se defiende el diálogo con el monólogo. Esto, quizás, es lo que está ocurriendo en Catalunya. Las unilateralidades, la direcciones en un único sentido, la falta de transversalidad provocan un escenario político de confrontación nada aleccionador para la ciudadanía. A los y las socialistas, no nos gustan los bloques, ni la separación artificial entre constitucionalistas o no constitucionalistas. Nos gustan los pactos; pactos para la convivencia, pactos para el progreso, pactos para un futuro mejor.

Cuando el diálogo político se rompe es preciso que la ciudadanía decida de nuevo mediante procesos electorales. Por ello, desde el PSOE y del PSC insistentemente hemos apremiado a la convocatoria electoral. Se vencieron las resistencias y el 21 de diciembre, la ciudadanía catalana tomará decisiones sobre su futuro. Pero con el 21D no se termina la crisis catalana.

Los resultados electorales nos expondrán la voluntad de la ciudadanía catalana sobre cómo quieren construir su país. Los socialistas tenemos anhelos fundados en que la ciudadanía catalana apueste mayoritariamente por vías federales. Unas vías que hablan de un proyecto común pero diverso de España en un horizonte europeo, también federal. Deseamos unas elecciones que conduzcan hacia un Gobierno catalán dialogante, amable e integrador. Es decir, otro Gobierno diferente al anterior. Esa es la apuesta que realizan nuestros compañeros catalanes.

Y desde el PSOE tenderemos la mano a aquel Gobierno resultante de las elecciones que apueste por el diálogo. Nuestra mano tendida se encuentra en la propuesta de Reforma Constitucional. Una propuesta que desde hace tiempo venimos proclamando. Consideramos que es un buen momento para renovar el pacto constitucional desde su reforma. Abordando el ordenamiento territorial de España. Y, ¿por qué no?, también el modelo social desde un pacto de rentas y desde una redistribución de la riqueza más justa. Porque el PSOE quiere hablar de España, quiere compartir su modelo y quiere escuchar qué otros modelos se plantean.

El llamado Estado de la Autonomías creado en el contexto histórico que fue la Transición ha dado buenos frutos en estos 40 años. La mochila adquirida no se puede arrojar por el sumidero pero es conveniente adecuarla y reformarla. Adecuarla al proceso constituyente que supuso la Unión Europea, a los nuevos tiempos sociales y también a una nueva ordenación territorial. Una ordenación territorial de corte federal, nítida, concisa, en cuanto al reparto competencial. También cooperadora entre Comunidades Autónomas y Administración Central. Abierta a la singularidad de los territorios desde el reconocimiento de la plurinacionalidad. Algo que la Constitución del 78 no pudo hacer por los momentos históricos de los que se partía. Todos y todas somos personas de nuestro tiempo y los constitucionalistas lo fueron del suyo.

Tras el último Congreso del PSOE, con proceso de primarias incluido, consolidamos nuestro compromiso como alternativa de izquierdas con vocación de Estado; de Estado demócrata y social. “Somos la izquierda”. Desde ese espacio, asistimos con preocupación a la desorientación de Podemos. Es tal su desorientación que ni siquiera son capaces de participar en la reforma constitucional. Quizás porque participar implica tener un proyecto para España del que carecen en la actualidad. Como algunos dirigentes señeros de Podemos afean a su líder: No basta con sumar espacios de protesta, es necesario sumar positivamente desde un proyecto común de España. Que dejen de obsesionarse por atacar al PSOE y caminemos todos a trabajar por una España al servicio de los ciudadanos/as.

Final y honestamente, en el proceso de Catalunya hemos actuado desde la convicción de nuestros principios y valores arriba declarados; sin esperar nada a cambio. Nuestro lógica no es judicial, es política y democrática desde el respeto a la legalidad.

Tanto el PSOE, como alternativa real al Gobierno del PP, como el PSC, como partido del catalanismo cívico, tenemos mucho por decir. Queda mucho por escribir. El 21D se abre un nuevo escenario para fortalecer espacios comunes y reencuentros. En ese escenario al que aspiramos, que nadie dude que seremos agentes facilitadores, nunca rémoras. La opción del socialismo es una opción de esperanza en el futuro.