¿Por qué “No pasarán”?
En la Sala de Bóvedas de la Casa de la Panadería, en la Plaza Mayor de Madrid, se expone estos días la muestra “No Pasarán. Madrid 1936. 16 días”. Comisionada por Tània Balló y Gonzalo Berger, es la primera exposición organizada íntegramente por el Ayuntamiento de Madrid -en concreto, por su Oficina de Derechos Humanos y Memoria- sobre un tema relacionado con la memoria democrática de nuestro país. Esta exposición trata sobre el comportamiento del pueblo madrileño durante esos días de noviembre de 1936 en los que Madrid resistió el embate de las tropas franquistas sublevadas contra la legalidad republicana. El éxito de la muestra es incuestionable, como lo refrenda la gran afluencia de público registrada desde el día de su inauguración.
Con esta exposición el Ayuntamiento da un paso más en el desarrollo de sus políticas de memoria. Unas políticas que cumplen con las obligaciones que el Derecho internacional impone al Estado español para con las víctimas de la represión franquista en cuanto son víctimas de graves violaciones de derechos humanos: verdad, justicia y reparación. Ante la parálisis del Gobierno central en este tema y el desamparo en el que deja sumidas a las víctimas, el Ayuntamiento sí cumple con sus obligaciones en el marco de sus competencias propias.
Además, esta exposición tiene un espíritu, diseño y contenido profundamente pedagógico. Porque las políticas de memoria deben responder también al propósito de dar a conocer la historia para las generaciones actuales y venideras. En este caso, rememorar para que el sacrificio del pueblo de Madrid no quede en el olvido y sea conocido por quienes visitan nuestra ciudad; que los valores y el sufrimiento de las y los madrileños anónimos que defendieron la legalidad frente a un ejército golpista forme parte de nuestro acervo cultural y ciudadano.
Hacer pedagogía sobre la conexión entre democracia y antifascismo es hoy más que necesario. Ante el rebrote del fascismo en algunos puntos del planeta, la pedagogía democrática debe ser nuestra primera respuesta. La lucha de la ciudadanía madrileña fue la de la defensa de la Constitución republicana y sus derechos. Una Constitución que, por primera vez en la historia de nuestro país, incorporó elementos tan democráticos como la igualdad de género, el voto femenino y la obligatoriedad de satisfacer los derechos sociales.
De ahí que, frente a equidistantes reconstrucciones de la historia que hablan de “los dos bandos” o “las dos Españas”, sea importante recordar, transmitir y enseñar que -como afirmaron las alcaldesas de Barcelona y Madrid, Ada Colau y Manuela Carmena, en el acto de inauguración de la exposición el pasado 3 de abril- esos 16 días de resistencia se libró en Madrid una lucha entre democracia y fascismo, entre libertad y dictadura. Por todo ello es tan oportuna esta exposición sobre el “No Pasarán”.