Rajoy se aprovechó de la crisis para hacer recortes en educación, en sanidad, en servicios sociales y desde hace algunos años va a por las pensiones. La derecha sabe que aquí hay un buen negocio para los fondos privados y un camino para debilitar el Estado del Bienestar hasta tal punto que su recorte puede hacer saltar por los aires el pacto intergeneracional basado en el principio de que los trabajadores y trabajadoras de hoy contribuyen al pago de las pensiones de hoy con la promesa de que los que vengan harán lo propio por las suyas.
Como siempre los que tienen dinero tendrán unas buenas pensiones y lo que no lo tengan pasarán a engrosar la cada día más preocupantes cifra de personas en riesgo de pobreza o la pobreza misma. La herencia que nos quiere dejar el PP es toda una vida trabajando para no tener ni siquiera una pensión digna y decente.
Nuestros mayores son hoy, un 20% más pobres que cuando el PP llegó al Gobierno, les ha subido todo: el IVA, el IBI, la luz, el gas, el teléfono. Además, con la implantación del copago tienen que pagar por primera vez por sus medicamentos. Esto ha permitido a Montoro recaudar ya 5.500 millones de euros del bolsillo de nuestros pensionistas. Se está demostrando que la reforma fiscal la están pagando, en buena medida, los pensionistas.
Pero además en 2012 retiraron del Sistema Nacional de Salud más de 400 medicamentos, los cuáles han subido de precio en cinco años un 75%. Sólo esto supone para nuestros mayores un gasto cada mes que ronda los 50 a 100 euros.
Todo ha subido menos las pensiones, que sólo crecen un miserable 0,25%, año tras año, lo que supone en el caso de las pensiones más bajas, las mínimas, las que cobran 2 millones y medio de españoles, aumenten poco más de un euro al mes. ¿Cómo se puede vivir con 600 euros teniendo que pagar luz, agua o teléfono?
La inflación sube mucho más que las pensiones, un 1,6% más en 2016 y un 1,1% en 2017. Por ello, de media los pensionistas han perdido en sólo dos años casi 600 euros de poder adquisitivo.
Con los gobiernos socialistas, las pensiones mínimas subieron todos los años; de media un 7% al año, veintiocho veces más que con Rajoy. Y el resto de pensiones nunca, absolutamente nunca, crecieron por debajo de la inflación. Los números no mienten, el PP sí.
La única herencia que dejó un Gobierno socialista a Rajoy fue más de 70.000 millones en la hucha de las pensiones, los cuales este Gobierno del PP ha esquilmado. Y Rajoy ha tenido que pedir un crédito extraordinario de 15.000 millones de euros para poder pagar las pensiones.
Además, este Gobierno del PP ha dejado sin una pensión digna a 163.000 cuidadoras familiares de la Ley de Dependencia, a las que ha quitado la Seguridad Social y ha perseguido como si fueran delincuentes a los pensionistas emigrantes retornados mientras aprobaba amnistías fiscales para los grandes defraudadores de este país.
Los socialistas queremos pensiones dignas para ahora y también para el futuro. El FMI ha asegurado que los que se jubilen ahora perderán un 30% de poder adquisitivo a lo largo de su prestación, hay otro informe económico que señala en 2050 la mitad de los pensionistas estarán en riesgo de exclusión social.
A ello se une otro informe, el de la OCDE. ¡Cómo habrá visto la OCDE el porvenir de las pensiones para decir que se incrementarán las desigualdades entre los futuros pensionistas y que vivirán mucho peor!
Por culpa de Rajoy, por dos cuestiones obvias: su reforma laboral y su reforma de las pensiones. La mitad de los jóvenes están en paro y los que tienen empleo es empleo precario y con salarios miserables, y vivirán peor que sus padres, lo dice la OCDE. Subir un 0,25% la pensión cuando la inflación sube mucho más es sencillamente indecente. Los socialistas exigimos derogar las dos reformas y buscar financiación que garantice un buen sistema público de pensiones.
El único partido que ha hecho una propuesta seria y concreta en materia de pensiones ha sido el PSOE, volviendo a ligarlas al IPC. Exigimos la suficiencia y la dignidad de éstas y planteamos entre otras cuestiones un impuesto a la banca. Los ciudadanos de este país tuvieron que rescatar a los bancos y ahora le toca a los bancos ayudar y colaborar en garantizar el futuro de las pensiones.
El FMI recomienda al Pacto de Toledo que tome decisiones cuanto antes y que proponga actuaciones concretas porque el futuro de las pensiones está en juego. Pero Rajoy siempre lo tuvo claro, él apostó por una privatización en educación, en sanidad y en pensiones, y ya han dicho lo que van a hacer también este año: más recortes, más recortes en educación, en sanidad, en protección social y también en pensiones.