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¿Un permiso por nacimiento más largo para las madres solteras es una buena idea?

La maternidad en España se retrasa dos años en la última década
5 de mayo de 2022 06:01 h

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Ser madre te cambia la vida, de la noche a la mañana tienes la responsabilidad sobre el bienestar de una criatura que depende de ti para sobrevivir y crecer bien. Si esa responsabilidad se comparte con un padre, con otras personas de la familia y con el Estado, la tarea es más fácil. Comprendo que una madre sola piense que su bebé debería tener el derecho al doble de tiempo de permiso para su cuidado por no contar con una pareja. Varias mujeres han llevado esta cuestión ante los tribunales y contamos con sentencias judiciales que han reconocido a alguna madre sola un permiso más amplio, de entre 26 y 32 semanas, según la interpretación de las diferencias existentes entre las familias mono y biparentales. Los argumentos judiciales son básicamente dos. Si el permiso se concede no solo para la recuperación de la madre tras el parto, sino principalmente para el cuidado de la criatura, entonces no se debe discriminar entre menores según el tipo de familia. Las sentencias afirman que debe regir el bien superior del menor. Además, se argumenta la necesidad de evitar una discriminación indirecta por sexo, ya que las mujeres representan más del 80% de las familias monoparentales. Por otro lado, una reciente sentencia de Navarra ha rechazado que la madre soltera demandante pudiese sumar los tiempos de dos permisos por nacimiento, por tratarse de un derecho laboral individual y apela al poder legislador a decidir sobre la cuestión. Efectivamente, a instancias del PP el Congreso debería tramitar próximamente una proposición de ley para igualar los permisos de las familias monoparentales a las biparentales.

Las sentencias y el Congreso no han tenido en cuenta el uso real del permiso por parte de las familias biparentales, porque no se ha realizado una evaluación de la reforma de 2019 y apenas hay datos. Según información tramitada por el Portal de Transparencia, en 2021 alrededor del 76% de los menores fueron cuidados por sus progenitores de forma simultánea y durante 16 semanas solamente. Contrariamente a las argumentaciones judiciales, en las familias biparentales no se suele duplicar el tiempo del cuidado y esto se debe a dos razones fundamentalmente. Primero, porque la ley obliga al padre a tomarse las primeras seis semanas obligatorias simultáneamente a la madre y solo después puede fraccionar su permiso en dos para usar el resto de las 10 semanas (voluntarias) cuando la madre vuelve al empleo. En ese caso la criatura puede ser cuidada durante 26 semanas mediante el uso de los dos permisos consecutivamente, pero nunca se duplican los dos permisos como asume la sentencia de A Coruña. El segundo motivo de cuidados de solo 16 semanas en familias biparentales son las trabas legales, administrativas y empresariales para usar el permiso en múltiples periodos, como denuncia la Plataforma por Permisos Igualitarios (PPiiNA). Solo un 24% de los padres fracciona el permiso, en dos partes mayoritariamente, y el acuerdo de gobierno de PSOE y UP, punto 7.1, prevé eliminar esas trabas a una corresponsabilidad real.

Volvamos a las familias monomarentales. En 2020, el INE registró 37.928 nacimientos de madres solteras que representan el 11% de todos los nacimientos. ¿Cómo podemos proteger a estas criaturas adecuadamente? En mi opinión, el bien superior del menor se tiene que asegurar de dos formas: ofreciendo bienestar material y buenos cuidados. El Estado de bienestar español no garantiza el derecho de acceso a una vivienda a las familias, no existe una prestación universal para menores y el Ingreso Mínimo Vital no llega a todas las familias que lo necesitan. Por ello, tener un empleo con suficientes ingresos es la primera condición para que una madre sola pueda asegurar el bienestar a su bebé. En comparación con otros países, el permiso de nacimiento español es muy generoso en cuanto a la remuneración y garantiza legalmente la vuelta al empleo, pero es corto en su duración si tenemos en cuenta el deseo de muchas madres de amamantar a su bebé hasta los seis meses. Hay madres trabajadoras que consiguen alcanzar los seis meses, porque usan también el permiso de lactancia acumulado (2 a 4 semanas), las vacaciones anuales (4 semanas) o una excedencia no remunerada corta. Todo depende del tipo de empleo que tengan y de si es por cuenta ajena o propia. Varias madres demandantes de un permiso más largo son funcionarias, por lo que no tienen que preocuparse de si perderán su empleo, la clientela o las condiciones laborales anteriores, pero estas son una minoría.

Las madres solteras con menores de 18 años han sido desde 1991 en su mayoría mujeres con un nivel de educación obligatoria o menos (Garriga y Cortina 2017, Pérez Corral y Moreno Mínguez 2022), por lo que sus posibilidades de tener buenos empleos han sido escasas. De las madres solteras que dieron a luz en 2020, el 33 % había alcanzado la educación obligatoria o menos y el 22% el bachillerato o una formación profesional básica (MNP, INE 2022). Las mujeres con recursos educativos bajos sufren mayores tasas de desempleo, de contratos temporales, a tiempo parcial y salarios bajos. Para esa mayoría de las madres solteras es fundamental mantener el empleo, salvo que cuenten con ayuda económica de su familia, que es menos probable también. De hecho, el riesgo de caer en la pobreza de las madres monomarentales es muy alto, un 14% sufría una carencia material severa en 2020 y el 40% una exclusión social moderada o severa en 2021, mientras que solo el 30% estaba plenamente integrada (Informe FOESSA 2022). En resumen, el bien superior del menor en una familia monomarental se protege asegurando un empleo adecuado a su madre. Si se duplicase el permiso por nacimiento para las madres solteras, estas serán percibidas como menos disponibles que las madres en familias biparentales y sufrirán agravios comparativos en el empleo. Además, se generará una situación de discriminación laboral de todas las mujeres frente a los hombres, como antes de la equiparación del permiso de paternidad al de maternidad, cuando las madres se ausentaban del empleo muchas más semanas que los padres. Cualquier mujer en edad fértil volverá a sufrir una discriminación estadística en el acceso al empleo y promoción, porque la persona empleadora anticipará que ella se puede convertir en madre sola y estar menos disponible que los hombres.

Entonces, duplicar el permiso a las madres solteras me parece una mala idea por sus efectos negativos sobre su empleabilidad, la de todas las mujeres y el bienestar económico de una gran mayoría de las criaturas. ¿Qué se puede hacer para asegurar unos buenos cuidados a las hijas e hijos en familias monomarentales? La Federación de Asociaciones de Madres Solteras (FAMS) reivindica en el análisis temático de 2021 “Alternativas para la conciliación y corresponsabilidad una serie de medidas urgentes que resaltan la importancia del empleo y de servicios para el cuidado: 1. servicios públicos de cuidado con prioridad de acceso para las familias monoparentales, 2. un permiso retribuido al 100% para poder reducir la jornada sin pérdida de salario, 3. servicios de ayuda a domicilio, 4. asegurar la flexibilidad horaria de la jornada laboral y otras medidas prácticas de apoyo a las madres solteras. Estas demandas tienen la virtud de aunar ambas dimensiones del bienestar infantil, la provisión económica y los cuidados, sin generar penalizaciones laborales a las madres solteras. En conclusión, no es necesario ni conveniente duplicar el tiempo del permiso por nacimiento y cuidado de menor a las madres solteras, porque hay otras alternativas de políticas públicas y empresariales que pueden permitir cuidar de sus criaturas adecuadamente sin poner en peligro sus empleos ni generar discriminación estadística a todas las mujeres.

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