Un presupuesto que desequilibra el reequilibrio
Apenas 50 metros separan los distritos de Puente de Vallecas y Retiro en Madrid. Parece poca distancia, pero estos 50 metros separan realidades sociales y urbanísticas muy alejadas. La renta media de los hogares de Puente de Vallecas se sitúa 36 puntos por debajo de la media de la ciudad; la de Retiro, 34 puntos por encima. La tasa absoluta de paro escala en el Puente de Vallecas hasta el 11,3% y cae al 5,7% en Retiro desde una media, para el conjunto de la ciudad, del 7,9%. Solo el 9% de la población de Puente de Vallecas tiene estudios superiores, una cifra que asciende al 42,9% en su distrito vecino.
Madrid está lleno de contrastes como este que son, si cabe, más sustanciales si ampliamos el foco y miramos el conjunto de la ciudad. Esta realidad, evidente para cualquiera que conozca la geografía de la ciudad, es cuantificable. Eso es lo que hizo el equipo de Gobierno de Manuela Carmena en colaboración con un grupo de expertos en Inteligencia Artificial de la Universidad Carlos III, medir la realidad de Madrid. A tal fin elaboró un Índice de vulnerabilidad basado en 5 dimensiones y 12 indicadores, que permite clasificar los 21 distritos y los 131 barrios administrativos de Madrid según su vulnerabilidad y que se actualiza gracias a un algoritmo elaborado ad hoc.
Este índice permite calcular qué parte del presupuesto reservado al reequilibrio se destina a cada distrito, para que las políticas de reequilibrio incidan de forma proporcional al grado de vulnerabilidad de los distritos y los barrios de Madrid. Es decir, se ideó un método científico para que las políticas públicas de reequilibrio sean eficientes y no se ahonde en desequilibrios históricos que suelen perseverar si las Administraciones públicas no adoptan políticas públicas de reequilibrio.
Durante el mandato anterior, entre 2015 y 2019, el Ayuntamiento de Madrid destinó más de 100 millones de euros para ejecutar 423 proyectos distribuidos en los 21 distritos, entre ellos 85 talleres de empleo con más de 1.000 participantes; puso en marcha 20 Equipos de Actuación Distrital; remodeló o rehabilitó cuatro campos de fútbol, 38 instalaciones deportivas básicas, cuatro plazas, 29 colegios públicos y dos locales para albergar Espacios de Igualdad, entre otros. Todas las actuaciones se distribuyeron de acuerdo al índice de vulnerabilidad para llevar más recursos a las zonas más desfavorecidas.
Sin embargo, las cuentas presentadas por PP y Ciudadanos para 2020 representan una amenaza para todo lo conseguido y para lo mucho que aún queda por hacer en los barrios. El gasto en cohesión y reequilibrio territorial se reduce un 53% respecto al de 2019: pasa de los 54,7 millones que destinamos a los Planes de Barrio y al Fondo de Reequilibrio Territorial en 2019 a los 25,5 millones de euros que destinan a estos programas en 2020. El dinero destinado a los Planes de Barrio disminuye de 14,6 millones a 11,1 millones; el del Fondo de Reequilibrio Territorial pasa de 40 millones a 14,4 millones; los Equipos de Actuación Distrital, un proyecto de formación y empleo en el que participan personas en riesgo de exclusión dirigido a mejorar zonas urbanas degradadas reducen su presupuesto un 38%.
No solo eso, se trata de un Presupuesto que deja de ser un instrumento de reequilibrio. El equipo de los distritos de Salamanca o Retiro percibirá la misma cuantía que los de Villaverde o Usera, por ejemplo, de modo que el número de personas que acceden al proyecto en los distritos más vulnerables se reducirá un 56%. Vallecas Labora, un proyecto emblemático de formación y empleo en el que participaron 995 personas de Puente y Villa de Vallecas entre los años 2016 y 2018 con un índice de inserción laboral del 54% desaparece como tal.
El presupuesto que el actual equipo de Gobierno destina a los Planes Estratégicos de Reequilibrio no se distribuye de acuerdo al índice de vulnerabilidad. Incorpora grandes proyectos de inversión que se concentran en la terminación del parque de La Gavia, en Villa de Vallecas, ya licitado por el Gobierno anterior, y de la Cuña de O'Donnell, en Moratalaz, y apenas reserva cinco millones de euros para proyectos nuevos. Una cifra que, dividida entre los nueve distritos más vulnerables, arroja un saldo casi sonrojante y que describe el grado de ambición y de apuesta política por el reequilibrio del nuevo equipo de Gobierno.
Hay que añadir a todo esto el efecto que provocará la congelación del gasto social en la calidad de vida de los sectores sociales más desfavorecidos. El incremento del gasto social, que creció un 73% durante los cuatro años anteriores, apenas sube un 0,5% en 2020.
El proyecto de Presupuestos del Gobierno de Almeida y Villacís es, por tanto, un presupuesto regresivo que pone freno a la tendencia impulsada durante el anterior mandato de corregir el desequilibrio histórico de Madrid, haciendo crecer más a los distritos menos favorecidos, una regresión que algunos barrios y distritos no se pueden permitir.
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